AVENTURA CON LA VIKINGA.
Y EL TRABAJO DE ELIAS EL PROFETA.
Zacarias
Jelinek
10-5-25
Los
VIKINGOS eran miembros de los pueblos nórdicos, principalmente de Escandinavia,
conocidos por sus incursiones, como exploradores, y terribles guerreros marinos, que utilizaban
remeros en sus embarcaciones con pequeñas velas para ayudarse con el viento, enfrentando borrascas en sus largos
viajes. Unas veces actuaban como guerreros conquistadores y otras como
comerciantes
Esta
historia real se produjo a la orilla del mar caribe en la costa norte de
Venezuela, en el lugar llamado Santa Fe,
en el golfo de Cariaco, cercano a la ciudad de Cumana capital del Estado Sucre.
Zarpamos de Puerto la Cruz de una
marina, que llame GENTE DE MAR, de la cual fui propietario por los años 1970-1983.
Una mañana de un largo fin de semana, se acercó a mi oficina
un cliente que alquilaba un puesto en el muelle, donde se encontraba fondeada
su pequeño yate de unos 50 pies de eslora, con camarote, baño, sala
multiuso como cocina, comedor y dormitorio. Tenia una capacidad para 10
persona, de las cuales 5 podían dormir en literas. Tenía en su popa un área techada abierta sin parales laterales, que se utilizaba para descanso o para para la
faena de pesca o de buceo, esta última actividad de mi preferencia. Debajo de
este espacio cubierto, operaban dos poderosos motores marinos VOLVO PENTA
suecos de 170HP c/u, que permitían lograr una velocidad crucero de 20 a 25
nudos unos 30 km/h. El bote era fuerte
muy marinero, construido con pesada madera, con un pronunciado diseño de casco en V para navegar en los mares
nórdicos. Estaba cubierta con fibra de vidrio blanca y tenía un peso de unas 20
toneladas. Fue construido para navegar en mares agitados y tormentosos, por lo
cual ofrecía mucha seguridad en nuestro mar caribe, más calmado y protegido con
muchas islas, salvo en la época de los huracanes. La embarcación de “Peter así se llamaba
mi cliente”, esperaba sus visitas para salir a navegar de vez en cuando con su esposa. El bote se
hallaba atado en nuestro muelle al lado
de un viejo pero bien conservado velero ingles de dos mástiles, que fue propiedad del legendario BADEN POWELL.
Oficial ingles, fundador del movimiento SCOUT, que había sido adquirido por un
amigo Frances piloto retirado, en una subasta en Europa y además de amigo era
uno de mis clientes en la marina. PETER
BASTIANSEN y su esposa eran suecos y noruegos. Llegaban de Caracas la capital de Venezuela, a
Puerta la Cruz, para disfrutar del bote
y el mar, luego de un viaje por
carretera de unas 4 a 5 horas. Peter era presidente de la empresa Industrias Savoy productora de excelentes Chocolates, la más importante para ese
momento, en Venezuela. Además era directivo
de otras importantes empresas. Era un espigado hombre rubio de la
tercera edad, con mucha vitalidad para realizar
sus faenas recreativas como marinero.
Su estadía en Venezuela había concluido y luego de saludarme,
me dijo FELIX ,”nombre con el cual se me
identificaba en un aviso publicitario que publicaba semanalmente en diario
local el TIEMPO”, en cuya publicidad se podía leer “HAGA NEGOCIO CON FELIX”.
Peter agrego: te vendo a mi novia querida. Se estaba refiriendo a su amado bote, cuyo nombre solo conocía por su
matrícula AGSP-1-D-321 en los registros de la Capitanía del puerto de GUANTA en
Puerto La cruz Edo. Anzoátegui. Su invitación me causó sorpresa, pues no tenía
planes de comprar un bote de ese tamaño, pues tenía una lancha de 21 pies, con
un fuera de borda de 140HP, suficiente
para pasear, llegar a las playas
cercanas y darle servicio más rápido a mis clientes que salían los fines de
semana, ante cualquier llamado de emergencia o accidente sufrido, que fuera
recibido por radio por FELIPE, un viejo y amigable capitán mercante ya
jubilado, que estaba asignado a mi
negocio náutico, para otorgar los correspondientes permisos de zarpes
oficiales, monitoreando se cumplieran
las leyes de la ley de la
Capitanía de puerto y brindando apoyo a la seguridad de los navegantes en nuestra área en la bahía de Pozuelos y playas de Mochima.
Le respondí: ¡ PETER no está en mi presupuesto comprar
algo tan costoso!. A lo cual respondió. No tienes que pagarme nada.
Solo quiero que mi novia quede en buenas manos y si alguna vez regreso a
este encantador país que aprendí a amar de aguas tibias y no heladas como los
mares nuestros, me permitas salir con ella.
Dame tus datos y como presidente de CREMERCA (una financiadora
importante para ese momento), te otorgaran un crédito y lo podrás pagar como
quieras y puedas… Lo hice y a las dos semanas estaba transfiriendo el crédito
recibido a la cuenta de Peter. El bote paso
a ser de mi propiedad. Lo primero que hice por inspiración en ese
momento fue llamarla
LA
VIKINGA, nombre
que pinté a todo lo largo del espejo de popa,
en letras grandes azules.
La Vikinga estaba equipada con todo lo requerido por las
leyes para navegar con seguridad. Para cumplir con todos los requisitos y
convertir los sentimientos y la familiaridad que sentía con el mar, tomé el
curso para obtener el permiso de capitán hasta 40 toneladas, el cual aprobé sin
ningún problema.
Con todo listo y disponiendo de mecánicos en Volvo Penta y
experiencia en mantenimiento de yates, invite a mi esposa Argentina, que aparte
de ser buena nadadora, no tenía ninguna experiencia navegando en mar abierto.
TRAVESIA NOCTURNA.
Nos preparamos para navegar saliendo al atardecer de nuestro
muy seguro y protegido muelle, con nuestros dos pequeños niños, Begui, y Nicolas,
el hermano menor adulto de mi esposa Héctor, llegado reciente de la Argentina.
También incluimos como pasajeros a nuestras 3 fieles perros mascotas. 2 raza Doberman Bongo y Perly
y una criolla de nombre tormenta. Nuestra seguridad estaba muy bien reforzada. Llevábamos todo lo necesario para fondearnos
en una playa solitaria que ya conocía. Pensábamos quedarnos por 2 o 3 días, a
la cual llegaríamos en unas dos horas navegando sobre las tranquilas aguas del
golfo de Santa Fe en el sector Mochima de Cariaco.
Conocía muy bien la zona y los modus como operaban los
eventuales piratas que robaban a tranquilos tripulantes de veleros, que
llegaban de las islas del norte con banderas de países europeos. Como miembro
de ONASEMA Organización Nacional de Seguridad Marítima, sabia como
actuar y tenía el permiso para portar armas. Eso le dio mayor seguridad y
confianza a mi esposa Marisa para ese
momento, que mantenía una actitud de máxima expectativa y temor por su falta de
experiencia navegando de noche en aguas caribeñas muy solicitarías. En una anterior
oportunidad habíamos capturado a 3 piratas que robaron a una pareja de alemanes
jubilados que llegaron a las costas venezolanas y estando fondeados durmiendo
en su velero, fueron atracados y la
Señora violada. Se acercaron al velero de unos 50 pies que se encontraba en una pequeña enseñada, pidiéndole agua potable en ingles. Al acercar la
botella, el pirata atrapo la mano del capitán del velero esposo de la Señora, y
lo lanzo al agua. Los otros piratas subieron al velero y con un rifle para
arponear peces los sometieron y violaron
a la esposa. Con la confesión de las víctimas, pudimos ubicar el peñero, que
habían utilizado, al cual le habían pintado la matricula para evitar ser
identificados. Esto nos llamó la atención al recorrer una ranchería de
pescadores, encontrando el peñero en un lugar llamado la baritina, donde ataban los peñeros, tomaban licor y
jugaban domino por las noches. Un
pescador evangélico con mucho temor a futuras represalias, nos señaló el lugar donde
se encontraban los 3 delincuentes. Héctor mi cuñado, Yo y un funcionario de la
guardia nacional asignado, los tres armados, irrumpimos en el rancho y
capturamos a los 3 ladrones. Uno de ellos identificado de inmediato, por haber
sido mordido por la señora en el brazo durante la violación. Amarrados los
montamos en la lancha y los entregamos a
la Policía, de la zona, quienes comprobaron los hechos. Sin poder recuperar lo
robado en el velero, incluido los pasaportes, dinero y un arma de fuego, el matrimonio
alemán recibió apoyo y asistencia de su embajada y se despidieron muy
agradecidos por el apoyo que le habíamos brindado desde Gente de Mar. Luego en
los mapas de navegación que adquirían los veleristas para navegar en la costa
venezolana, apareció escrito el mensaje zona de peligro y alto riesgo.
Regresando a la travesía con la Vikinga, todo marchaba bien, solo que la noche era muy
oscura y navegábamos solo guiados por mi
experiencia observando algunas luces de
pescadores en las playas. Calculado el lugar para entrar a la playa conocida
como arena blanca, le solicite a mi cuñado Héctor que encendiera el faro
piloto y buscara desde la proa, la playa, para lanzar el ancla y fondearnos
para esperar el amanecer y llegar en
nuestro bote auxiliar Zodiac inflable,
que teníamos atado a la Vikinga con un
motor fuera de borda de 6HP. Me mantenía al mando, nos acercábamos lentamente, pero Héctor no divisaba la playa y su arena
blanca. Le pedí que tomara el timón, dejando los motores encendidos al mínimo,
mientras Yo iba a la proa y usaba el faro para buscar donde tirar el ancla. Tan
pronto divise la playa en la oscuridad,
me di cuenta que estábamos a unos escasos 10 metros de la orilla y le grité a Héctor, poner
los motores en reversa. La orden la cumplió de manera muy rápida, lo cual apago el motor del lado de Estribor. La vikinga empezó a virar por el oleaje y la
corriente hacia el lado derecho de
estribor, que nos impulsaba estando de
lado lentamente hacia la playa. Apenas pude lanzar el ancla con el sistema
eléctrico del Winche, pero por la poca profundidad la
vikinga encallo hacia su lado izquierdo de babor. Las
olas empezaron a golpear el bote y de inmediato pusimos los niños en el agua,
lanzamos los perros y Marisa nadando,
seguida de los perros los guio hasta la
orilla, que estaba en completa oscuridad. Por suerte no había piedras ni rocas
Active mi pistola Beretta la coloque en un sitio de fácil acceso y comencé con
Héctor la difícil tarea de evitar que la Vikinga se volcara y encallara
totalmente, lo cual haría imposible hacerla reflotar. Los perros ladraban en la
orilla. Marisa con firmeza daba órdenes a
los niños que permanecían callados confiados en su papa y en su tío, que
luchaban para evitar el desastre o el naufragio total…..
tomábamos la pesada ancla, la subíamos al zodiac y poníamos
proa hacia el mar abierto, donde la lanzábamos. De inmediato con el winche encendido,
buscábamos halarla para que se enterrara en la arena y evitara que la fuerte
marea siguiera llevando la pesada Vikinga
hasta la playa. Esa tarea fue agotadora,
la iniciamos a las 10 de la noche y pudimos con la ayuda de la marea y el ancla
fuertemente fijada en el fondo, mantener
la proa de la Vikinga con frente hacia
las olas. Pudimos reflotar la Vikinga como a las 3 am. Cansados nos tiramos en
la cubierta con el ancla mayor bien tensa sujeta a la arena, y una una segunda ancla más liviana, atada por la
popa, para evitar que las olas cada vez más fuerte, bamboleará a la Vikinga. Fue cuando escuchamos
un ruido seguido muy fuerte, como chupones que se adosaban al casco sumergido, que
se escuchaban como los destapadores de goma para inodoros, cuando son desprendidos luego de ser
adheridos . Nos dimos cuenta que eran peces que conocíamos como los chupones,
que abundan en esa zona de aguas por lo general tranquilas, despegando
caracoles y algas que se adhieren a los cascos que permanecen sumergidos por
mucho tiempo en el mar.
Finalmente los niños, Marisa y los perros asegurada la
Vikinga, regresaron al bote. Algo
dormimos y con la salida del Sol regresamos sin completar el paseo a nuestro
muelle y casa en Puerto La Cruz.
¿Por qué menciono al espíritu de Elías en este articulo y lo
relaciono con la VIKINGA?
En 1982 recibí como miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos
de los Últimos Días, mi bendición Patriarcal. En ella el Patriarca Rubén Darío
Pacheco hizo mención, que muchos de mis antepasados ya fallecidos, habían
recibido el evangelio
restaurado de Jesucristo en el
mundo espiritual y esperaban que YO como descendiente me acordara de ellos, hiciera historia
familiar y llevara sus nombres al sagrado templo para proponer sus nombres para
ser bautizados y cumplir con las mismas ordenanzas que Yo había recibido. Debía
cumplir con la última escritura del antiguo testamento de la Biblia, donde el
profeta Malaquías, capitulo 4: 5,6 nos recuerda que el CORAZON DE LOS HIJOS SE VOLVERA AL
DE SUS PADRES Y EL CORAZON DE ESTOS IGUALMENTE
A SUS HIJOS. Agrego el Patriarca que debía trabajar con mayor fuerza e
interés en la historia familiar, y que eso sería motivo de mucha felicidad y
gozo, durante nuestro reencuentro en el mundo espiritual al morir.
Comencé lentamente a cumplir con esa enseñanza y no fue sino
hasta el año 2018 que una querida hermana ARELEYS CAPOTE con mucha paciencia y
dedicación, visitándome en mi casa, me enseño como operar el programa vicario
de FAMILY SEARCH de la Iglesia de Jesucristo SUD..
Por la línea de mi abuela paterna, ADELHIDA WEJDA solo sabia que había nacido en Polonia y muerto en Austria
durante la guerra. Investigando, encontré que tenía una línea de primos suecos
con HILMA CAROLINA ANDERSON, que había
nacido en Suecia en 1868, hija de Carl
August Anderson y Maria Lovisa Nylander. Un antepasado abuelo Gustav Erik
Anderson Wedja, había llegado a Los EEUU y se habían establecido en Chicago y Misuri,
a finales de la década de 1880 habiendo
tenido muchos hijos. Mi tatarataabuelo Onufry Wejda fue padre de 11
hijos. Una de sus hijas se caso con un ANDERSON, que luego resulto ser el
apellido de soltera de la madre del PRESIDENTE
Rusell M. Nelson, EDNA ANDERSON que se casó con MARION NELSON padre del Presidente
Rusell M. Nelson, Profeta de la Iglesia de Jesucristo de los santos de los
Últimos días. Esto me lleno de gozo y entendí mi estrecha relación con
Jesucristo desde que era niño. Aunque los suecos tienen raíces paganas como vikingos, también los hay muy creyentes,
fieles y leales a Jesucristo.
Por llevar en mi cromosoma genes suecos, sin saberlo, le puse
el nombre la VIKINGA al bote de esta historia y además es el único país de
Europa que he visitado en la década de 1970. Ahora he podido hacer obra vicaria
por Hilma, Carl, Maria, Charles Annie,
Anders, Ana, Oscar y Emma y mi abuela ADELHIDA WEJDA todos ellos relacionados
con los ANDERSON.
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