CONEXIÓN ENTRE PLANOS TERRESTRES Y ESPIRITUALES.

  HISTORIA FAMILIAR

CONEXIÓN  ENTRE  EL ESTADO   TERRENAL CON  EL MUNDO ESPIRITUAL.

Zacarías Jelinek

3-11-23


¿Cómo podemos  reconocer que un antepasado que haya fallecido sin conocer o aceptar  a Jesucristo y su evangelio, durante su periodo de aprendizaje  en la tierra, lo haya   recibido   o  no,   en el  mundo  espiritual luego de su fallecimiento.

La tierra es un lugar de aprendizaje   regulada por leyes telestiales de un orden menor, que permite se originen cambios y transformaciones físicas producto del comportamiento terrenal y espiritual de los seres humanos. Por esta razón todo ser vivo, que  haya surgido de la materia de este planeta (Polvo cósmico), aunque  sus cuerpos  se hallen  desintegrados, y regresados al polvo del cual fueron tomados,  siguen existiendo, conservando la misma forma para cumplir con el propósito de su existencia.   Existimos y actuamos en este estado físico, mediante leyes que poco conocemos. Cambiamos de estado,  sujeto a leyes espirituales  que    no  podemos ver con nuestros ojos naturales, pero que siguen  interactuando  en nuestra existencia eterna.

EL EVANGELIO es  la guía para desarrollar  nuestra forma de vida inteligente. Conocemos, que todos somos hijos de  un PADRE CELESTIAL y  que  seguimos  unidos con nuestros antepasados fallecidos. Esta afirmación  la encontramos en la biblia en el libro de Malaquías 4:6, donde se señala, QUE EL CORAZÓN DE LOS PADRES SE VOLVERÁ A SUS HIJOS Y EL CORAZÓN DE LOS HIJOS HACIA LOS PADRES.  Una clara enseñanza de la necesaria conexión, que sigue existiendo entre estados  diferentes de materia, ante la ausencia  temporal entre miembros de familias, estén   o no conformadas.    Debemos trabajar para encontrar nuestras raíces,  para que  en justicia e igualdad,  todos seamos invitados a escuchar el evangelio en el mundo terrenal y  espiritual. Cuando se termine nuestro ciclo con cuerpos carnales y resucitemos,  los podremos  ubicar y reencontrarnos   entre los múltiples encuentros que ocurrirán durante el milenio,  entre las  familias que se formaron en esta esfera terrenal durante los últimos  6.000 años.  Contados desde la creación de nuestros padres terrenales  Adán y Eva  como la primera familia humana.

EL ESLABÓN GENÉTICO

El corazón es un gran sensor de nuestros sentimientos y esta interconectado con nuestra conciencia y glándula pineal. Eso  hace posible podamos recibir conocimiento y mantener comunicación con el  mundo espiritual,   orientar  nuestros pensamientos y actuaciones libremente,   bien sigamos las enseñanzas de Jesucristo o decidamos seguir  solo la ciencia de los hombres.  

Cada ser humano forma parte de un eslabón en la cadena  genética  humana,  conformada por partículas cuánticas organizadas por las inteligencias  eternas,  o Dioses. Ellos en su omnisciencia  hicieron  posible   el surgimiento organizado  de la vida, en especial de los seres humanos. Para encontrar esos eslabones o conexiones, es necesario  identificar  nuestra  genealogía,  encontrando  los miembros y actores de nuestra   HISTORIA FAMILIAR.

LA OBRA VICARIA.  Nos permite  efectuar  las mismas ordenanzas del evangelio que se hacen  en esta tierra, por los familiares fallecidos. Esto se realiza  en los sagrados templos autorizados y dedicados  en la IGLESIA  DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS.  Su autoridad y verdad RESTAURADA    en la tierra, permite se  realicen  las sagradas ordenanzas en esos lugares  edificados en el mundo, que simbólicamente  representan  la morada  santa del ETERNO PADRE de todas las almas humanas. El gran plan y su proyecto de INMORTALIDAD Y VIDA ETERNA,  es  que todos sus hijos puedan regresar probados en todas las cosas a su presencia, con sus cuerpos resucitados perfectos. Luego cada quien será asignado  a nuevos estados o moradas, completados los 7.000  años de nuestra misión  en este sistema terrenal  como civilización humana. De esta manera se cumple con la  enseñanza de JESUCRISTO que leemos  en JUAN 3:5. EL QUE NO NACIERE DE AGUA  Y DEL ESPÍRITU , NO PUEDE ENTRAR EN EL REINO DE DIOS.   Se refiere claramente a la necesidad de nacer del agua, aceptar a JESUCRISTO, ser bautizados o lavados  y purificados por   el Espíritu Santo para poder convivir en un sistema de vida regido por leyes celestiales superiores

La iglesia de JESUCRISTO DE LOS SUD, es la única organización religiosa, que cumpliendo con la palabra de nuestro  PADRE CELESTIAL,  señala, que para regresar a su presencia,   todos sus hijos sin excepción  deben AMAR y  conocer su identidad,  haber aceptado  como el  redentor y restaurador de la vida plena de todos los seres humanos, a su hijo amado JESUCRISTO.  En las escrituras encontramos  que el EVANGELIO, se continúa predicando en el mundo espiritual, donde moran todos los espíritus desincorporados de sus cuerpos terrenales. De esta manera como almas humanas ( cuerpo mortal y espiritual integrados), santificadas y resucitadas,  podremos  regresar  al mundo celestial, debidamente capacitados en las leyes valores y principios que rigen en esos reinos,  moradas  o mundos. Para que esto ocurra,  todos los hijos del PADRE ELOHIM,  deben   seguir a  JESUCRISTO   como su maestro y guía para alcanzar  la inmortalidad y vida eterna, que nos ofreció nuestro PADRE ESPIRITUAL. Para ello es necesario  adquirir conocimiento, ser probados  y transitar el sendero de los convenios que aceptamos al nacer en esta tierra.

LA OBRA MISIONAL  CONTINUA.  La misma organización  y obra que existe en la tierra mediante  la Iglesia de Jesucristo, sigue existiendo y se mantiene activa en el mundo espiritual. Las enseñanzas, doctrinas y convenios se continúan enseñando    entre los que hayan   fallecido, habiendo sido personas justas,  fieles y obedientes, que por múltiples  razones, no les fue posible  conocer  el  EL PLAN DE REDENCIÓN Y SALVACIÓN de su  JESÚS EL CRISTO. Otros con plena libertad, ya han decidido  el lugar donde podrán relacionarse con sus semejantes en pensamientos y acciones. Esta decisión sucede  dada la condición caída de los seres humanos,  al no obedecer la instrucción dada a nuestro Padre terrenal en el Jardín del Edén,  de no comer del árbol de la ciencia y el mal, antes de estar  preparados para ello.   Una sabia instrucción   para ser  probados en  nuestra obediencia en completa libertad,  para decidir,    a qué maestro y plan de vida seguiremos, cuales  senderos y caminos   transitamos sin ser obligados o mandados.

LA HISTORIA FAMILIAR es  uno de estos convenios terrenales RESTAURADOS. Consiste en  la búsqueda de nuestros antepasados fallecidos  mediante las diferentes fuentes de información y registros disponibles, que ha recopilado la Iglesia para ayudar y facilitar  de manera individual, la investigación  por ahora de nuestros antepasados en las  generaciones   más recientes.  Ellos como padres y abuelos,  dieron origen en el tiempo a nuestra existencia dentro de la gran   familia terrenal a la cual pertenecemos.

La iglesia mantiene el mayor  archivo de  genealogía e historia familiar de nuestros antepasados. Gracias a la tecnología  y  su incansable trabajo de investigación por todo el mundo, (sin importar nacionalidades creencias o religiones), ha logrado con   los debidos permisos, mantener a buen resguardo  y en  permanente crecimiento, el registro de millones de nombres, fechas y lugares  de personas, que han existido. Este objetivo parecía imposible de alcanzar cuando la iglesia fue restaurada en el año 1830, pero el poder de la FE de los pioneros, hace posible hoy con la ciencia, que esos registros aumenten en cantidades que parecen inimaginables. Está claro entonces, que todos somos importantes ante DIOS  y  estamos contados e identificados, cuando llegue el momento de la rendición de nuestras cuentas como sus hijos al final del milenio que recién ha comenzado.

PREDICACIÓN EN EL MUNDO ESPIRITUAL. Igual  como sucede  acá en la tierra, muchos habrán ya aceptado el evangelio, otros no y millones deben estar esperando para tomar sus decisiones. Los que ya lo han aceptado,   esperan por nuestro trabajo en la tierra para  ser presentados y llamados por sus nombres en los templos, en la medida  que vamos identificando sus nombres, lugares  y fechas durante su vida terrenal.  

Mencionó algunos hechos que pueden ocurrir o sentirse  personalmente,  que nos permiten  reconocer si nuestros antepasados   han recibido  el evangelio  en su estado espiritual.

·         Sentimos   constantes deseos  de realizar  investigación de la historia familiar.

·         Percibimos la  presencia  mediante sueños o visiones de  fallecidos.

·         Recibimos inesperados  mensajes o simbolismos   de aceptación.

·         Intercambiamos  información y recuerdos entre    parientes de los  fallecidos.

·         Mensajes claros  señalados  en nuestras bendiciones patriarcales.  

·         Sentimientos de gozo  al realizar ordenanzas personales  en los templos.

·         Pensamientos frecuentes con  fallecidos, transcurrido  el tiempo de su muerte.

·         Encuentro casuales  con recuerdos personales asociados con los fallecidos.

·         Fotos y recuerdos  frecuentes reviviendo momentos en sus  vidas.

·         Encuentros casuales con escritos  y eventos relacionados con la persona fallecida.

·         Conversaciones familiares recordando momentos especiales de    fallecidos.

·         Comportamiento, hábitos y costumbres     de mascotas  asociadas a  fallecidos.

Cuando son efectuadas las ordenanzas en los templos, comenzamos a sentir la sensación,  con el paso  del tiempo, de sentirnos distantes de nuestros seres amados. Esto  puede ser indicio que están ejerciendo llamamientos en el mundo espiritual  continuando la obra de predicar y ministrar  el evangelio, en el mundo espiritual, con lo cual están ocupados en lugares específicos. Iniciando, complementando o terminando el proceso de evangelización, para la necesaria obra vicaria en los templos.   

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA CREACIÓN DEL UNIVERSO Y NUESTRA APARIENCIA DE SOLEDAD.

Sembrar civilizaciones utilizando la ciencia de DIOS y no la del hombre fracasado.

Recuerdo a la descendencia del Profeta NOE.