TENEMOS PADRE Y MADRE
ESPIRITUALES.
ZACARIAS JELINEK
1-2-23
NO EXISTE PROGENIE ESPIRITUAL SIN LA EXISTENCIA DE
UN MATRIMONIO ENTRE UNA MUJER Y UN HOMBRE EN ESTADO DE DIVINIDAD Y EXALTACIÓN.
El llamado PECADO ORIGINAL se calificó erróneamente, al encontrarse tanto Adán como Eva en un estado, donde no conocían el bien y el mal, empezando a conocer el mundo creado por sus padres espirituales, para continuar su desarrollo espiritual. La mujer, por esa incorrecta interpretación, ha sido marginada en muchas culturas a través de los siglos. Castigada, blasfemada, humillada, esclavizada, apedreada y sacrificada por el poder y autoridad mal entendida del hombre. Se ha señalado a la mujer de haber INDUCIDO al pecado a Adán, encontrándose ambos en un estado de inocencia en el Jardín de Edén. Este hecho, ha opacado y hasta ignorado, la presencia, e influencia de nuestra MADRE ESPIRITUAL en nuestras vidas. Aún poco, o nada, utilizamos el nombre o título más sagrado, que la identifica con el oficio como SACERDOTISA MADRE, de la progenie humana.
Gracias a la invitación que le hizo EVA a su esposo ADÁN para que conociera del fruto prohibido, existimos en esta esfera terrenal como seres humanos, con cuerpos a su semejanza, de carne y huesos. Por ello, debemos darle gracias a nuestra madre biológica EVA, por haber inducido nuestra existencia en esta esfera. Ellos activaron nuestro nacimiento por AMOR PURO, para traernos a este plano o mundo para seguir aprendiendo, ser probados en todas las cosas, hasta alcanzar el nivel de Almas exaltadas. Fueron obedientes a nuestros PADRES ESPIRITUALES, para poder llegar a ser como ellos, DIOSES creadores y multiplicadores de la vida, con la capacidad, poder y conocimiento, para organizar familias celestiales poblar mundos y reinos sin fin en este Universo lleno de millones de galaxias y planetas como el nuestro.
Esta verdad ha permanecido oculta por miles de años, hasta que el evangelio fue restaurado sobre la tierra por la Iglesia de Jesucristo de los SUD. Esto se ha minimizado, hasta el punto que hemos sido enseñados bajo la falsa creencia en el pasado, de una Deida Única, varon, solicitarlo y sin familia. Una especie de gran Robot biónico, o cibernético, que contrasta con el sentimiento de amor, heredados de nuestros padres espirituales.
Que indica la Biblia sobre nuestra Madre Celestial:
En el libro de Génesis 1:26,27 en la Biblia, encontramos que DIOS dijo: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y creó Dios al hombre a su imagen de Dios lo creó, varón y varona los creó. Adán utilizó la palabra varona en el capítulo 2:23. Aunque existen machos y hembras en el reino animal. En nuestro caso como seres humanos inteligentes de un orden mayor, somos llamados hombres o mujeres. Por lo tanto no es correcto usar varones y hembras o mujeres y machos. La palabra "hagamos" está en plural. Por lo tanto el uso de esa palabra, se refiere a la presencia de más de una persona en el proceso de la creación. Deduzco por ello, la presencia y participación de un espíritu de mujer en ese proceso. En esta tierra tan solo existen dos tipos de seres del género humano, los hombres y las mujeres y ambos se necesitan como ayuda idónea el uno para el otro, para generar la vida y cumplir con el mandamiento de poblar mundos sin fin en este Universo nuestro.
Entiendo que los Dioses en el Génesis 1:26, se refieren a la presencia de un Dios de imagen masculina y una Diosa de imagen femenina. Entenderlo de otra manera sería llevar un orden contrario a la importancia y el significado de este proceso establecido por ellos mismos, para organizar al ser humano, su familia y la vida en este planeta. No podemos pretender corregir la omnisciencia y el amor de nuestros PADRES ESPIRITUALES.
El cuerpo de la mujer.
La mujer como espíritu existía, pero para poseer un cuerpo carnal terrenal genéticamente como el de Adán, (Génesis 2: 21), requería tener sus genes o cromosoma humano. Jehová hizo caer en un sueño profundo a Adán y mientras este dormía, tomo una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Primero se señala que Jehová durmió al hombre, realizó un corte, extrajo una costilla y luego suturo y cerró la herida. Tanto Dios el Padre como su hijo Jehová, actúan por medios naturales, siguiendo las leyes que conocen y dominan. Así lo afirmó el Profeta José Smith. No existe magia, actos o creaciones que sean contrarios al orden natural sin la presencia actora de leyes eternas, sobre las cuales existimos y estamos aprendiendo. Este proceso encierra otro simbolismo para que los humanos podamos entender a nuestro nivel de conocimiento de niños.
La ciencia moderna puede ahora ayudarnos a entender, por qué Dios, utilizando una de las costillas de Adán, dotó de un cuerpo de carne y hueso a EVA. Pienso que de esta manera existe el simbolismo, que del cuerpo FÍSICO de Adán organizado con la materia existente en la tierra, se multiplicaría a su imagen y semejanza, siguiendo el orden genético y biológico preestablecido para desarrollar la vida humana naturalmente. La costilla es el único hueso del cuerpo que se puede regenerar en sí mismo. Adán reconoció Génesis 2:23, que Eva la mujer creada para ser su compañera era carne y hueso de su propio cuerpo.
"Muchos médicos saben acerca de esta característica de la costilla y su capacidad de regenerarse por sí misma. Muy a menudo, cuidadosamente extraen una costilla y la utilizan para reparar o reemplazar huesos maxilares y cavidades orbitarias. No sólo el paciente consigue reconstruir su rostro, sino que con el tiempo la costilla crece de nuevo y son tan buenos como lo eran antes de la cirugía". ¡Así que podemos ver una vez más, que la Biblia tiene un contenido científico hasta el más mínimo detalle! Es cuestión de investigar y escudriñar con el conocimiento que recibimos.
La Iglesia enseña que todos los seres humanos, hombres y mujeres, somos descendientes espirituales de un Padre y una Madre Celestial, que nos aman. Esta comprensión se basa en las enseñanzas proféticas y las Escrituras modernas, acerca de la naturaleza corporal e identidad de Dios y nuestra relación como sus hijos, con el potencial divino que tenemos tanto los hombres como las mujeres. La doctrina de una Madre Celestial es una creencia preciosa y distintiva entre los Santos de los Últimos Días. Es un gozo no ser huérfanos espirituales de madre y saber que tenemos PADRES en los cielos que nos esperan y aman.
Aunque no hay registro de una revelación oficial de José Smith de esta doctrina, algunas de las primeras mujeres Santos de los Últimos Días, luego de la restauración de la Iglesia, indicaron que él profeta, les enseñó personalmente acerca de una Madre Celestial. Las referencias publicadas más antiguas de la doctrina, aparecieron poco tiempo después de la muerte de José Smith en 1844, en documentos escritos por sus colaboradores cercanos. La expresión más notable de la idea se encuentra en un poema de la Pionera mormona Eliza R. Snow, titulado "My Father in Heaven" [Mi Padre Celestial] y ahora conocido como el himno "Oh mi Padre". Este texto declara: ¿Hay en los cielos padres solos? Clara la verdad está; la verdad eterna muestra: madre hay también allá".
Las llaves y la autoridad para PRESIDIR y gobernar sobre este reino cuando la tierra fue organizada, le fueron entregadas al hombre, pero ello no desmerece para nada a la mujer, cuando el Padre Celestial le activo su poder como sacerdotisa, cuando le entrego la llave y el OFICIO para traer a sus hijos espirituales a la tierra, alimentarlos y cuidarlos en su desarrollo.
En "La Familia: Una Proclamación para el Mundo", emitida en 1995, la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles declararon: "Cada persona es un amado hijo o hija procreado (descendiente) como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos.".
Los profetas han enseñado que nuestros Padres Celestiales obran juntos para lograr la salvación de la familia humana. El Elder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: "Somos parte de un plan divino, diseñado por Padres Celestiales que nos aman". Probablemente, están incluso más preocupados por nosotros que nuestro padre y madre terrenal, y esa influencia del cielo está obrando constantemente para tratar de ayudarnos cuando hacemos todo lo que podemos".
Los Santos de los Últimos Días dirigen su adoración al Padre Celestial, porque él preside en el Universo. Jesucristo, enseñó a Sus discípulos que, "siempre debéis orar al Padre en mi nombre. Sabemos que tenemos una amorosa MADRE ESPIRITUAL que también nos espera y que ella también tiene el oficio de DIOSA MADRE, COMO EL padre tiene el suyo como DIOS padre, AMBOS EJERCIENDO SUS OFICIOS EN EL SACERDOCIO.
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