SIGNIFICADO DE VIVIR EN EL REPOSO DEL SEÑOR.

Qué SIGNIFICA

ENTRAR Y VIVIR  EN EL REPOSO DEL SEÑOR.

Zacarías Jelinek Maldonado

 1-8-23

Buscar  el reposo del señor, lo podemos iniciar, al conocerle durante nuestro estado mortal, estando sujetos en este mundo de prueba y aprendizaje, al sufrimiento,  la miseria espiritual y las enfermedades físicas y espirituales, que nos  atormentan y hacen sufrir. El entrar en el reposo del SEÑOR, es una condición espiritual, complementaria  al descanso del alma humana. Para millones, es una maravillosa bendición, cuando siguiendo el evangelio de nuestro  maestro, actuamos con caridad,  amor, un  corazón quebrantado, un espíritu conscripto  y sincero.  Cuando leemos la promesa de  entrar en el REPOSO  del SEÑOR, entendemos la  necesidad de  comenzar a  vivirlo en nuestro estado mortal con tranquilidad, paz, armonía,  recibiendo la gracia y la  bondad de nuestro PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO. Podemos vivir  en ese estado de reposo terrenal, hasta el día de nuestra resurrección, cuando nos  encontraremos como discípulos, fieles y leales,  bajo el  orden,   santa presencia e investidura de JESUCRISTO como nuestro salvador y redentor.  Nuestros ojos espirituales se abrirán y comenzaremos a sentir la   seguridad y la  confianza de ser amados  protegidos y estar preparados para recibir   el reposo supremo, al ser llevados a la presencia de nuestro Padre Celestial por su hijo amado Jesucristo,  que entrego su vida para recuperarnos de la muerte física y espiritual.

Confirmaremos y reconoceremos en ese momento   todo lo que nuestro gran maestro, JESÚS EL CRISTO,  nos ha enseñado, con el propósito,  de que conozcamos  a nuestro Padre Celestial, toda su gloria y verdad, que conocemos  solo por Fe.   

¿Cómo somos merecedores de recibir esa bendición  tan especial?

1- El primer principio para lograr esa bendición  es ser obediente a la palabra de Dios en nuestro estado terrenal.

El  SEÑOR nos promete que llevará nuestras cargas y nos hará descansar. Que debemos llevar su yugo para poder aprender a ser mansos y humildes de corazón, como él lo es.  Que esa es la manera de encontrar el descanso de nuestra alma .Para entrar en ese reposo  tan esperado, es necesario  ser obedientes a sus enseñanzas y guías para poder sentir y recibir los beneficios por las leyes cumplidas y poder mantenernos ante la oposición e iniquidad,  asidos a la barra de hierro, que es el evangelio.

En Hebreos 4:11, se nos  anima a hacer todo lo posible para entrar en ese reposo, y no perderlo   ignorando y  desobedeciendo  las enseñanzas de JESUCRISTO.

De la misma manera, en Salmos 95:7-11, se enseña que la  generación que salía de la larga  esclavitud de Egipto,  que no practicaba la obediencia, ante quien los había liberado de su  cautiverio y protegido luego  en su viaje por el desierto, llevo a Jehová a revelar, que nunca entrarían en su reposo, por desobedientes, luego de ser  llamados varias veces al arrepentimiento por  Moisés en el valle  del Sinaí. Esta realidad se aplica en nuestros días.

2.  El segundo principio es tener FE en JESUCRISTO.

Tener FE, es necesaria para   nuestra  entrada  al reposo de Dios. (Hebreos 4:1-3). Dios desea compartir  ese maravilloso reposo prometido, pero  para alcanzarlo, debemos edificarnos conociendo al SEÑOR, teniendo seguridad y confianza permanente, en ÉL viviendo  sus leyes y principios.

El reposo del SEÑOR, es algo maravilloso que nos lleva a  aceptar y comprender el  plan de inmortalidad y vida eterna. El  amor y la sabiduría  de Dios,  nos invita a regresar a su presencia, donde nos relacionamos como inteligencias espirituales.  Tendremos la seguridad que  no existirán  otras doctrinas de hombres, ni artificios de maldad,  para engañarnos y desviarnos del camino  hacia  la exaltación  con nuestra gran familia humana, luego de haber superado nuestra prueba en la tierra.

Lo contrario de vivir en el REPOSO  del SEÑOR es  vivir EN EL LLORAR Y CRUJIR DE DIENTES, el cual hemos sembrado utilizando nuestro libre albedrío.  Recordaremos nuestras malas acciones en la tierra,  la pérdida de oportunidades de hacer el bien y amar a nuestros hermanos espirituales  sirviendo ante sus necesidades. Comprender y tener que aceptar que compartimos nuestra  existencia   con personas injustas que no se arrepintieron, pecadores, inicuos, ladrones, asesinos, criminales, engañadores, vengativos,  sádicos, pedófilos, viciosos, que ejercieron injusto poder y dominio sobre los hijos  de DIOS. Ese lúgubre lugar o estado mental, se asocia con una prisión terrenal, al estar limitados para actuar, teniendo   plena conciencia de haber hecho mal uso  del conocimiento, generando odio,  venganza, orgullo y todo tipo de estrategias y acciones  malsanas,  para sacar provecho de manera injusta e interesada  entre los hijos  de DIOS EL PADRE, que son nuestros hermanos espirituales.

 

Finalmente,tuve el privilegio de acompañar al Obispo de nuestro barrio, para darle una bendición de salud y fortaleza a una muy querida y casi centenaria  hermana, hoy separada de su compañero luego de  toda una larga vida, cumpliendo cabalmente como esposa y ayuda idónea de su compañero. Él ahora trabaja en el mundo espiritual continuando con la  obra del SEÑOR de recoger y unir a su pueblo.    Pude escuchar sus sentidas palabras  con  gran amor y recuerdo por sus hermanos y líderes de su barrio y su deseo de asistir pese a su limitación, a las reuniones sacramentales. También su preocupación sincera de estar lista y tener  todo en orden cuando culmine su tiempo de  abandonar y seguir viviendo en el  REPOSO del SEÑOR, esperada por su gran amor a Jesucristo. Por  su largo servicio  como una miembro muy activa,  caritativa y pionera  en la SOCIEDAD DE SOCORRO de la IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS en Caracas Venezuela.