El color de nuestra piel en este estado terrenal.
VERDADES OCULTAS.
RAZÓN COLOR DE LA PIEL ENTRE LOS HIJOS DE DIOS
EN LA TIERRA.
Zacarías Jelinek.
6-9-21
A parte de la razón científica de orden genético, biológico y geográfico, los seres humanos son los únicos mamíferos de piel desnuda, que tienen color de piel diferente. Los simios mantienen sus características, lo cual hace al ser humano, un ser especial y diferente, en el proyecto de vida en este planeta.
Si bien la diversidad del color de la piel es un rasgo característico de los humanos, sus causas genéticas aún son poco conocidas. El color de la piel es determinada primariamente por la cantidad y tipo de melanina, el pigmento que da a la piel su color. La variación del color de la piel ocurre debido a la genética de un cuerpo físico que fue modificado por decisión del propio hombre al aceptar la muerte y existe bajo condiciones de leyes terrenales.
LA EXPLICACIÓN TEOLÓGICA.
Por casi 200 años desde la restauración oficial de la iglesia de Jesucristo en 1830, la Iglesia ha sido duramente criticada por doctrinas puntuales, que se refieren al origen del color de la piel diferente entre los hijos de DIOS, lo cual está señalado en las escrituras. Este hecho indica claramente, que las revelaciones del SEÑOR a lo largo de los siglos son sagradas, tienen una explicación y no pueden ser alteradas o modificadas por los hombres en su ignorancia, salvo para recibir luz y entendimiento en su largo proceso de aprendizaje.
Ningún ser humano puede variar este hecho al nacer, sin violar el diseño divino del cuerpo humano. Obedecemos a nuestro código genético y esto está, bajo el diseño, conocimiento y dominio de DIOS, hasta que aprendamos a dirigir nuestra existencia regido por leyes superiores, que estamos tratando de entender con la experiencia.
La falta de conocimiento no lleva con frecuencia a emitir opiniones o comentarios que no se ciñen a la verdad de los hechos ocurridos, antes y durante algunos eventos relacionados con la vida espiritual preexistente. La libertad para actuar en la tierra, que tuvieron nuestros ancestros que desconocemos o no podemos recordar, influyen en nuestras características humanas. No podemos desprendernos de nuestro registro e historial genético y esta es la razón que se repitan en la vida de las personas. Para corregir estos hechos existe el proceso de la sanación y la purificación espiritual, que nos regresara a la condición original de almas perfectas, que tenían nuestros padres terrenales en el JARDÍN DEL EDÉN. Los cambios ocurrieron por desobedecer a DIOS con plena libertad, al escoger el hombre morir, lo cual significo un cambio y un límite en su vida terrenal.
Los habitantes negros del África.
Antes de Junio de 1978, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, no otorgaba el Sacerdocio a los hombres de ascendencia Africana. En Junio 9 de 1978, el Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los SUD., Spencer W. Kimball, anunció una revelación divina concediéndole a todas las razas humanas los poderes, derechos y deberes del sacerdocio. Se ha entendido y criticado este impedimento, mantenido por casi 150 años. Se le ha calificado como racismo, al considerarse como una prohibición por inferioridad moral y espiritual de la gente de piel oscura. Esta afirmación es totalmente incierta. Todos los humanos somos hijos de un Padre Celestial y una Madre Celestial perfectos. De ellos heredamos sus características humanas y espirituales. Nacimos todos en igualdad de condiciones espirituales y físicas para continuar nuestro desarrollo en la tierra. Fuimos creados con cuerpos carnales perfectos a su imagen y semejanza. Por lo tanto en el mundo espiritual preexistente, no existían colores de piel, pero si niveles de conocimiento, obediencia y deseos de servir al Gran Jehová. Se señala como una maldición, el color negro o más oscuro de la piel de algunos al nacer o vivir en la tierra. Esto se refiere a que perdemos por nuestras propias decisiones terrenales, alguna bendición, don o gracia espiritual adquirida y aceptada por nuestra actuación en la preexistencia. Si actuamos siguiendo un orden distinto al establecido en una sociedad celestial donde inter actuábamos, se producen cambios en nuestra alma humana. Tenemos que entender que nuestra relación como hijos espirituales, es con seres omniscientes, que solo desean y persiguen nuestro bien y progreso, para lo cual debe existir un orden superior que se debe seguir y respetar. Lo conocemos como bendiciones y condenaciones. Es su forma de diseño en la organización del plan de vida para todos nosotros. No podemos avanzar más de lo que nos es permitido entender. De hecho, mucho conocimiento de un origen bueno y espiritual, ha sido tergiversado y acomodado al interés temporal de los hombres.
El crimen contra Abel el hijo de Adán y Eva, introdujo un hecho voluntario, contrario al amor de DIOS y a su sagrado propósito de darnos la vida para auto edificarnos. Cortar ese proceso de manera egoísta género la perdida de bendiciones, como tener la autoridad y el poder de Dios para representarlo en la tierra. Aunque fue un hecho indigno, de odio y de venganza contra un hermano, lo grave fue, el hecho de que fue aceptado por otros, que hasta realizaron juramento y convenios secretos para mantener oculto el hecho aún ante DIOS. Por lo tanto Dios no pudo ser burlado y que el tiempo olvidara la afrenta contra DIOS. El problema lo generamos los humanos, esa fue la razón en mi opinión, de la marca en el piel en la descendencia de CAIN el hijo de Adán, que se mantuvo luego del diluvio por CAM, el hijo de Noé. Es la ley de causa y efecto.
Todos los humanos existimos como espíritus en el cielo antes de entrar a nuestros cuerpos terrenales. Hemos nacido a un Padre Celestial y una Madre Celestial. Vivimos con ellos en la pre-existencia antes de conocer nuestros padres terrenales.
Aquellos seres espirituales que aceptaron seguir o no otro plan contrario los cielos, se les respeto du decisión de tomar cuerpos físicos a conciencia que se verían restringidos y perderían bendiciones por logros obtenidos. Aquellos que pelearon valientemente con el gran Jehová, fueron bendecidos y mantuvieron sus convenios y bendiciones. Uno de ellos era conservar su apariencia espiritual al tomar cuerpos terrenales a la semejanza de nuestros padres espirituales Aquellos que pelearon en contra de Jehová, fueron fríos o indiferentes, pero decidieron nacer para tomar cuerpos físicos, sufrieron restricciones. No recibieron las bendiciones prometidas, siendo identificados por sus hechos con una piel diferente a sus hermanos espirituales. A estos se fueron incorporando el grupo de espíritus desobedientes a Jehová en la tierra que fueron naciendo. Como sabemos se radicaron y expandieron en el conocido continente africano.
Los colores de la piel, se basa sobre fundamentos y convenios acordados antes de venir a la tierra. Entiendo que al no reconocer a Dios y a su hijo Jehová, nos hace ser diferentes por voluntad propia y no por mandato de Dios.
Este proceso de decidir por nosotros mismos, continúa en esta tierra y en el mundo venidero. No existe borrón y cuenta nueva, sino consecuencias por los hechos aceptados y vividos. Todos tenemos la promesa de llegar a ser seres de luz radiante y brillante en la medida que cultivemos nuestra espiritualidad. Ese potencial interno lo heredados, lo podemos discernir mirando los ojos de las personas, que se conocen como el espejo o la luz del alma. La diversidad de razas es un asunto terrenal personal, producto de la manera como actuamos ante nuestro Padre creador.
PIEL OSCURA EN LOS NATIVOS AMERICANOS.
Observar el hecho, que la piel oscura, se repite en el caso de los Nativos americanos, por tomar caminos diferentes a los señalados por Dios el Padre. El Libro de Mormón enseña, que Dios cambió el color de la piel de los Lamanitas de blanco a oscuro, al vivir principios y doctrinas contrarias a las que sus padres habían aceptado y traído al nuevo mundo. En el Libro de Mormón, 2 de Nefi 5:21 encontramos lo siguiente: Y él había hecho caer la maldición sobre ellos, sí, una penosa maldición, a causa de su iniquidad. Porque he aquí, habían endurecido sus corazones contra EL, de modo que se habían vuelto como un pedernal una especie de roca de gran dureza; por tanto, ya que eran blancos y sumamente bellos y deleitables, el Señor Dios hizo que los cubriese una piel de color obscuro, para que no atrajeran a los de mi pueblo. Una manera de disciplinar y alertar a otros, sobre el rumbo equivocado que seguían como pueblo del SEÑOR. Duro al leerlo, pero es una manera de mantener el orden de los cielos en la tierra. Podemos ver que esta condición no fue impuesta sino recibida por la conducta inicua alejada de DIOS de sus hijos espirituales. Los lamanitas una vez más se habían enfrentado a sus hermanos Nefi, Jacob, José y Sam, que fueron hombres justos y santos.... Y aconteció que quien mezclaba su simiente con la de los lamanitas traía la misma maldición genética sobre sus descendientes. (Libro de Mormón, Alma 3:6,9). La maldición no implicaba solo sufrir un cambio en su piel, sino en convertirse en un pueblo ocioso, lleno de maldad, astuto, que pasaron de agricultores y pastores a cazadores de animales. Todo un cambio que generaba rechazo entre hermanos de un mismo linaje. Esta maldición incluyó a los Indígenas americanos descendientes de los Lamanitas, por Laman el hijo del Profeta LEHI. La escritura agrega, que ese pueblo sería dispersado, y llegaría a ser una gente de color obscuro, "inmunda o sucia en su interioridad" que los haría repulsivos y rechazados. Esto a causa de su incredulidad y su idolatría. Libro de Mormón, Mormón 5:15, por haberse alejado de CRISTO.
El espíritu si no es cultivado con hechos y palabras edificantes, no logra generar la energía limpia y pura, para poder vernos como seres radiantes y esplendorosos de luz. Seguiremos siendo seres opacos o grises sin brillo o resplandor alguno. A esto el mundo actual lo llama TENER O NO QUIMICA.
En el Libro de Mormón, hay una predicción de que el indígena se convertiría y se arrepentiría. Esto resultaría en el cambio del color de su piel de negra a blanca. Y entonces se regocijarán, porque sabrán que es una bendición para ellos de la mano de Dios. Las tinieblas empezarán a caer ante sus ojos y antes que pasen muchas generaciones entre ellos, se convertirán en una gente blanca y a deleitable. Libro de Mormón, 2 Nephi 30:6. Como vemos depende de nosotros que las bendiciones retiradas o suspendidas sean restituidas. No se trata de colores sino de lograr la pureza espiritual para irradiar luz o energía Propia.
CONCLUSIÓN.
La diferencia física y espiritual entre el género humano siempre va a existir. Avanzaremos hasta que lleguemos al mayor estado de la perfección como almas humanas, cuando seamos UNO a la entera e integral semejanza de DIOS y de su HIJO JESUCRISTO. Como lo ha expresado, ya lo ha logrado con méritos y esfuerzo propio, cuando señalo que EL Y EL PADRE SON UNO SOLO. Por lo tanto las diferencias y la diversidad son naturales mientras vivamos en mundos o dimensiones transitorias en nuestro camino y encuentro con la luz
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