EL DIEZMO UNA LEY DE GRATITUD Y AMOR DE LOS CIELOS.
EL DIEZMO.
Ley de AGRADECIMIENTO al PADRE CELESTIAL y a su hijo JESUCRISTO por su infinito amor. Al cumplirla, nutrimos y abonamos el árbol del olivo, donando el 10% de lo que recibimos, para ayudar a EDIFICAR EL REINO DE DIOS su justicia y la calidad de vida prometida.
Zacarías Jelinek
17-12-22
Justificación muy frecuente….
Yo no PAGO diezmo ni ofrendo, porque DIOS no necesita DE MI DINERO.
A fines del siglo XIX, la Iglesia de Jesucristo de los SUD, enfrentaba una cuantiosa deuda, producto de persecuciones, ataques a familias, granjas, asentamientos, robos, saqueos e incendios de propiedades. En la conferencia general de octubre de 1899, el Profeta señaló: "Hemos recibido instrucciones de gran valor concerniente a nuestros deberes como Santos de los Últimos Días, no sólo en lo que respecta a la ley de diezmos, sino también con otros asuntos, que son importantes. Sin embargo, no hay nada de mayor importancia para el beneficio de la Iglesia en este momento, que el tomar en cuenta esta ley, por medio de la cual se pondrán en el almacén del Señor los recursos para poder seguir avanzando, en la edificación del reino de Dios sobre esta tierra de aprendizaje.
El cumplimiento de la ley de diezmos es voluntario, pero siendo fieles a los convenios que hemos hecho al bautizarnos para seguir a Jesucristo, debemos practicar la obediencia de esta ley. Así aportando de nuestro esfuerzo, ayudamos con amor sincero, sin egoísmos o excusas a cumplir con los propósitos del Señor, para construir las bases de la felicidad y la Vida Eterna.
El diezmo es la sabia manera que el SEÑOR utiliza, para el recogimiento de su pueblo que le sigue, para la predicación del Evangelio a las naciones de la tierra, para la manutención de aquellos que requieren atención constante, proporcionando asistencia humanitaria y otros recursos. Sin el diezmo, no podría hacerse, no se podrían edificar ni mantener los templos, y centros de reunión, no se podría vestir ni alimentar a los necesitados que existen por millones en todo el mundo.
El Señor ha revelado la manera sabia de administrar y ministrar los diezmos, delegando esa sagrada responsabilidad en la Presidencia de la Iglesia, al Sumo Consejo de los Doce Apóstoles y al Obispado presidente de la Iglesia. Esa responsabilidad recae sobre dieciocho líderes, prudentes, con fe, y solidos testimonios que tienen de JESUCRISTO y de su obra.
En la actualidad, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, está sólidamente establecida en casi todos los países del mundo, siendo ejemplo de autosuficiencia en medio de una grave crisis financiera mundial. Ello es posible, porque los Santos de los Últimos Días guardan la ley de diezmos y tienen plena confianza en que es la manera de ser autosuficientes, evitando las deudas y los entrampados del mundo financiero mundial.
Llegará el momento en que el almacén del SEÑOR, que administra su Iglesia, tendrá recursos suficientes, para proveer lo que requieran sus hermanos fieles al reino de Dios, edificando el bienestar, la felicidad y el gozo al cual todos tenemos derecho. El devorador y líder de la miseria, será atado y la tierra será fructífera, para el agricultor, para el labrador y para el pastor de rebaños. Seremos una sociedad llena de amor, de gozo, felicidad y prosperidad, al cumplirse de manera colectiva las bendiciones prometidas en Malaquías 3:10.
El SEÑOR cumplirá con Su palabra y con la promesa que ha hecho…
Es más bendecido el que da que el que recibe.
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