Nivel de espiritualidad y santidad en VENEZUELA.
SITUACION ESPIRITUAL
NECESARIO ARREPENTIMIENTO NACIONAL Y
NUEVA VISIÓN.
DE VENEZUELA.
Zacarías Jelinek Maldonado.
8-6-23
LA DESINTEGRACIÓN DE VENEZUELA Y SU FAMILIA ES UNA REALIDAD.
La incertidumbre, inestabilidad, inseguridad, desasosiego y frustraciones, mantienen la paz y nuestra libertad de conciencia comprada y atadas a la política, basada en el orgullo, la soberbia, el interés personal y la corrupción. Bajo estas condiciones el espíritu de Dios, se aleja, no se siente y por ello se nos hace muy difícil sin su ayuda, enfrentar la astucia y el poder del adversario. Lo podemos observar en una nación dividida, rica, empobrecida, triste, conviviendo en un ambiente de confrontación, CONTENCIÓN, conflictos, reclamos, ofensas e insultos mutuos.
¿Qué DEBEMOS HACER?
Debemos entender que el SEÑOR no va a la derecha o a la izquierda. No podemos adaptar su plan sagrado, al humano enfermo y contaminado de odio. El sigue una vía recta y nos alerta de los avisos a lo largo del camino para desviarnos, alejarnos, confundirnos y que finalmente no lleguemos al objetivo y convenios realizados.
Se nos ha enseñado de manera reiterada que la mejor manera de estar protegidos como familias y ciudadanos ante este plan de miseria, es ARREPENTIRNOS y acercarnos más a Jesucristo E INVITARLO más en nuestros hogares. No es algo fácil de lograr, se requiere de FE, ESPERANZA, arrepentimiento, esfuerzo y sincero deseo de SER PACIFICADORES y AMAR A VENEZUELA.
El espíritu del Señor no se puede ver, pero si se puede sentir. Entre los dardos envenenados que usa el adversario, están el orgullo, la falta de humildad y mansedumbre. El orgullo siempre quiere estar primero, figurar y llamar la atención. Trae de la mano por lo general a su amigo inseparable la contención, las peleas, disputas y luchas. Busca siempre la discordia, el enfrentamiento verbal, las agresiones físicas, y las descalificaciones. Utiliza otros dardos astutamente disfrazados, como la mentira, el engaño, los pecados escondidos, la mala conducta, la corrupción y las combinaciones secretas, buscando cada quien lo suyo.
Los buenos padres y dirigentes, son los responsables de evitar que estos elementos se conviertan en virus permanentes en nuestros hogares. Un apóstol en este tiempo, nos aconseja desarrollar la FE y la esperanza en Jesucristo, conociéndolo cada vez más. Estudiando en familia su ejemplo de amor, servicio, caridad, su EXPIACIÓN y su gran misericordia. Podremos sin duda sentir su amor y presencia. Cuando fallamos, podemos acudir al ARREPENTIMIENTO, cuando nuestras actuaciones afecten o ofendan su santidad. El arrepentimiento nos permite deshacernos de lo que nos molesta, ensucia y contamina, reconociendo lo que no está bien en nuestra preciosa vida.
La nación venezolana toda debe arrepentirse ante DIOS y orar para que su espíritu permanezca en nuestra amada tierra, bendecida y reservada para nosotros.
Para invitar el amor y recibir la guía del espíritu en nuestros hogares, es necesario limpiar la casa y el vaso de cada quien por dentro. El efecto SANADOR en nuestra AMADA TI Y HOSPITALARIA TIERRA será multiplicador. Cuando lo hagamos, es importante perseverar, manifestar amor, evitando la contención, la práctica del destructivo odio, rechazando la idolatría, la adoración de dioses falsos y la hechicería, que solo atrae a los secuaces del opositor.
Luego que Jesucristo ya resucitado predicó a la nación Nefita en las Américas, por 200 años, su espíritu moro entre el pueblo. Sus hogares y toda la nación progresaron, se fortalecieron espiritualmente. Tenían todos los bienes en común, no había pobres, tampoco hambre, mucho menos peleas y guerras entre hermanos. Construyeron nuevas ciudades y construyeron otras que habían sido afectadas por las destrucciones ocurridas, antes de su visita a las Américas. La autodestrucción de este pueblo comenzó, 2 siglos después de dicha y felicidad, cuando el orgullo hizo acto de presencia, generando clases sociales, disputas, ostensión de la riqueza lograda, corrupción, inmoralidad y ejerciendo injusto dominio sobre los más débiles para que trabajaran para grupos de privilegiados. El Libro de Mormón nos enseña, que para salir de la oscuridad y regresar a la prosperidad, es necesario como nación, reconciliarnos con nuestro PADRE CELESTIAL y con JESUCRISTO, los creadores de nuestra esfera azul.
La Iglesia de Jesucristo es real en estos tiempos tormentosos, ante las acusaciones y demandas, por oponerse a realizar matrimonios entre parejas del mismo sexo y a la adopción de niños por parejas del mismo sexo, cambiando y manipulando el uso de los conceptos padre y madre.
No podemos pretender que nuestro Padre Celestial modifique su plan centrado en la importancia de la familia, "atendiendo y aceptando declaraciones imperfectas, de hombres que ejercen poder e injusto dominio en nombre de la Libertad.
El SEÑOR no enseño el matrimonio o la unión de parejas de un mismo sexo. Esto se puede leer claramente en la Biblia, Génesis. 1:27,28. 2:18-24).
Recuperar el espíritu del SEÑOR en nuestra nación es vital para nuestro progreso.
Las escrituras reseñan casos de pueblos y naciones que por alejarse de DIOS e ignorarlo han perdido sus bendiciones y han sufrido las consecuencias de sus malas decisiones.
La presencia de la cizaña, ha reemplazado el trigo, debemos comenzar a cortarla y recogerla y atarla, cada uno en nuestros propios hogares antes de que sea muy tarde.
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