Bendiciones de salud y la energía cuántica.

LAS BENDICIONES DE SALUD  Y  LA ENERGÍA  CUÁNTICA. Zacarías Jelinek 30-8-23                                                                                 BENDICIÓN  DE SALUD, ES EL DESEO QUE SE EXPRESA  MEDIANTE LA FE, PARA RESTAURAR O MANTENER   EL BIENESTAR  FÍSICO Y ESPIRITUAL  DE  CUALQUIER  PERSONA, QUE DESEA SER BENDECIDA  POR INTERMEDIO DEL SACERDOCIO DE  JESUCRISTO. JESUCRISTO SANABA A LOS ENFERMOS IMPONIENDOLES LAS  MANOS SOBRE LA CABEZA. TAMBIÉN   RESTITUYE  LA VIDA A LOS QUE HABÍAN FALLECIDO, COMO A  LÁZARO Y LA HIJA DE JAIRO. El SEÑOR utiliza  nuestra FE en JESUCRISTO,  con  la autoridad  recibida de ElOHIM su Padre, para actuar con su poder y  amor para  la salvación y sanación de sus hijos espirituales.  Las bendiciones son mucho más que palabras con buenos  deseos. Se requiere  de la FE  de la persona que la recibe. La bendición debe ser solicitada como testimonio para fortalecer  la espiritualidad propia y animar la vitalidad  del alma  tanto física como espiritualmente.   Durante la segunda mitad del siglo XX, Herbert Fröhlich y Fritz Popp estudiaron el patrón energético en los seres vivos. Se descubrió  que las moléculas vibran al unísono y se comportan como una sola súper molécula, estableciendo un patrón energético coherente y único. Así se pudo detectar,  una emisión lumínica (AURA)  por parte de los átomos que conforman todo cuerpo vivo. La misma fue conocida con el nombre de "radiación o energía mito genética" y constituye la clave para asegurar, que el ser humano es un complejo cuántico que posee la capacidad de conexión e interacción con el universo por ser parte de su energía. Su equilibrio, bienestar y salud dependen de la calidad de recepción y emisión  de esa energía cuántica que existe en el Universo para alimentar nuestros cuerpos. Por eso la importancia de cuidar y preservar la salud,  viviendo la llamada ley de la salud o palabra de sabiduría. Esta práctica diaria,  mantiene la vitalidad del cuerpo físico; Cuando se  debilita, se puede retroalimentar con la imposición de manos sobre la cabeza de los enfermos, donde se halla el centro que regula, distribuye y controla la energía de cada quien. Para que opere de manera apropiada, se requiere de la FE y dignidad, entre quienes reciben, ejercen   la ordenanza y  expresan  espiritualmente lo que perciben durante el pronunciamiento de la bendición. Esta es la manera apropiada para que la bendición solicitada,  actué de acuerdo a la ley y condiciones, que  rige la ordenanza de manera individual y la voluntad de DIOS.

 Los científicos modernos aseguran que existe un  campo energético  holográfico, con  toda la información del Universo. Esto hace posible  que  exista una conectividad instantánea, que  se manifiesta cuánticamente,  cuando se practica en este caso la ordenanza solicitando la sanación del enfermo o necesitado.   Entendemos entonces porque Dios es omnisciente, que todo lo puede y todo lo conoce, porque es el creador de ese sistema u  holograma que conoce y  une todo el  Universo.  Podemos encontrar la verdad por  nosotros mismos, de acuerdo con  esta  teoría del Holograma cuántico, pero para lograrlo, debemos trabajar para reconocer  y comprender esa verdad.  Los miembros de la Iglesia de Jesucristo SUD,  conocen que el medio para contactarse utilizando ese medio de comunicación  aun incomprensible para la ciencia humana,  es mediante la oración.  De esta manera las millones de oraciones que se generan en todo el mundo en un segundo, serian registradas y escuchadas, si se cumple con los requisitos de la ley que  regula la comunicación con DIOS EL PADRE CREADOR.  

Se concluye científicamente,  que nuestro Universo sería un gigantesco almacén de información al que puede accederse desde cualquier otro lugar del universo en cualquier momento que se desee. Al igual que un ordenador central de una red informática, toda la información está  allí unida y almacenada. De allí que digamos que DIOS es un ser omnipresente, es decir, que está en todas partes teniendo un cuerpo, porque tiene el conocimiento  y opera en ese Holograma cuántico, que él mismo utiliza para que su poder e influencia,  pueda estar en todas partes  en nuestro Universo.

Podemos entender, que nuestro cuerpo forma parte de ese patrón holográfico de energía,  que trasciende el marco conceptual de la energía física, ya que sería energía generada de manera consciente de acuerdo a nuestra voluntad y condición espiritual. A niveles cuánticos, la conciencia es parte integrante de este sistema, esto significa que la realidad cuántica no es objetiva sino que  el observador y el sujeto forman parte de la realidad de un momento, cuando convergen con un mismo propósito.

Para que las bendiciones de salud cumplan con los requisitos de la ordenanza debe haber tres actores. Quien unge al enfermo o necesitado, que sirve de instrumento como sacerdote autorizado  para preparar  la  bendición de salud. Esta  parte de la bendición  activa la voluntad y los  convenios realizados por el receptor de la bendición entre Él y su PADRE  espiritual.Podrá  sanar o no a los enfermos y afligidos de acuerdo a su estado espiritual, cumplimiento de los mandamientos,  la palabra de sabiduría, su fe para  ser sanado. El arrepentimiento del enfermo o afligido por sus  equivocaciones y malas acciones, ayuda al propósito de la bendición, siendo  la ordenanza sagrada y el propio DIOS con su santidad quien actúa.

 Somos partícipes de un mundo cuántico que cambia de estado de acuerdo a los observadores-participantes de la realidad. La dinámica cuántica es un pilar clave en la unión entre la materia y la conciencia espiritual. La dualidad de la existencia onda-partícula (o bien energía-materia) está determinada por nuestra condición, espiritual y la fe que tengamos. A esto habría que agregarle que el receptor (sujeto) y la fuente de emisión de la bendición,  están en una interrelación, que permite que la información para ser sanados,  sea adecuadamente recibida. Esto puede simplificarse asegurando que cada individuo recibe la información que merece o puede entender, de acuerdo a su nivel de comprensión, asimilación y recepción, estando  conscientes de la respuesta espiritual solicitada.