Energía Espiritual, Glándula Pineal comunicación cuántica.
LA ENERGIA ESPIRITUAL LA GLANDULA PINEAL Y LA COMUNICACIÓN CUANTICA.
Zacarías Jelinek
18-7-2020
DEFINICIONES:
LA ENERGÍA ESPIRITUAL.
Todas las partículas atómicas subatómicas o cuánticas que conforman nuestros cuerpos tanto físico como espiritual, tienen su propia carga de energía, están organizados y conformados por polvo de estrellas y por ello estamos conectados los creadores del Universo. Somos seres de energía y luz en proceso de auto mejoramiento, en permanente vibración, relacionados con toda otra materia que exista en nuestro Universo. La alimentación de esa energía es muy poco conocida y es la razón de seres grises, oscuros, enfermos que manifiestan su nivel de inteligencia al no cultivar su propia esencia.
LA Glándula Pineal. Es un pequeño órgano del tamaño de una lenteja, ubicada en el centro del cerebro en la parte posterior, que cumple funciones de elaboración y segregación de sustancias para el funcionamiento del cuerpo. Es responsable de la producción de la melatonina, que afecta la modulación de los patrones del sueño, También es conocida como la hormona de la juventud porque elimina los radicales libres de nuestras células, es decir, es un antioxidante natural que retrasa el envejecimiento, además de su gran poder inmunológico frente a la mayoría de las enfermedades..
Para los que aceptamos que somos hijos espirituales de Padres Celestiales, es un dispositivo biológico diseñado para recibir energía del exterior, que nos permite vincularnos y comunicarnos entre la Tierra y el mundo espiritual.
La glándula pineal activa la energía, la luz y el entendimiento, que necesita nuestra mente espiritual para decidir. Ello es posible en la medida que la ejercitamos mediante la oración, sea pensada o expresada, que nos comunica con nuestra fuente originaria espiritual, de donde se desprende nuestra individualidad como seres espirituales. Esto se logra con la concentración y la meditación profunda que muy poco o nada se practica en el mundo occidental. Las oraciones por lo general se convierten en expresiones verbales de palabras, solo pidiendo y exigiendo bendiciones y soluciones, sin que realmente surjan de nuestra propia interioridad espiritual, que gobierna nuestro cuerpo físico.
LA COMUNICACIÓN CUÁNTICA.
Requiere de un emisor y un receptor de partículas sub-atómicas. Es instantánea, vibra y está siempre presente por lo cual supera el concepto de la velocidad de los fotones que originan la luz, considerados por la física clásica.
Se origina en forma de vibraciones, ondas de frecuencia oscilatorias con cargas tanto positivas como negativas, en los diferentes planos dimensionales. La glándula Pineal filtra el tipo de energía que recibe del exterior y la distribuye a nuestra memoria natural, o espiritual a través de su red de sensores procesadores.
La Glándula Pineal activa una cadena de dispositivos tanto en nuestra memoria natural como en la espiritual. Ambas encienden la comunicación entre el plano físico y el espiritual. Penetra e ilumina nuestra mente espiritual, eleva y mejora la calidad y el entendimiento de nuestros pensamientos. No penetra la buena vibración en nuestra memoria natural cuando esta invadida de pensamientos o registros impuros que gobiernan y contaminan nuestro templo o cuerpo donde mora nuestro espíritu. Logramos conectarnos con un plano superior de existencia, donde nos comunicamos no con palabras o sonidos, sino mediante la visualización de las ideas. Para ello es necesario practicar la concentración, orando y meditando, dado a que estamos educados, para recibir respuestas mediante palabras y ondas o frecuencias de sonidos lo cual no existe en el mundo cuántico.
Plutarco historiador griego, luego romano, expresó, una excelente definición sin conocer nada de la Física Cuántica: el cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender. Agrego a ese pensamiento, que para que ello ocurra debe ser alimentado por energía limpia.
La comunicación del futuro estará basada en la identificación de imágenes geométricas, de luz o sonidos y no con el sistema convencional de captar palabras con diferentes sonidos y letras que representan objetos. Esto lo ejercito Jesucristo con nosotros cuando estuvo por primera vez en la tierra, predicando su evangelio, usando parábolas e imágenes conocidas para igualar el aprendizaje entre los más interesados en escuchar su palabra.
El uso de la Nueva Energía cuántica, hará posible que pasemos de un esquema basado en el predominio del cerebro en el cálculo y la memoria, a un modelo basado en el predominio de la intuición-asociación, imaginación utilizando la realidad cuántica.
Avanzamos a convertirnos en seres cuánticos. Experimentaremos nuevos conocimientos y continuaremos en nuestro ascenso hacia niveles superiores de existencia, camino a la perfección
El universo está lleno de civilizaciones inteligentes de diferentes niveles, donde el conocimiento del mundo de las partículas cuánticas es una realidad. Allí existen poderosas mentes creativas, diseñando sabiamente pensamientos, para transformarlos en realidades en funciones de las necesidades de esa esfera donde moran, previamente organizadas por seres superiores de luz, que han alcanzado niveles de Exaltación.
Nuestro cerebro y mente natural que apenas conocemos, es analítico y es una herramienta para aprender, razonar y experimentar. Procesa información, la almacena o memoriza y nos indica cómo actuar, basado en la información que recibe nuestra glándula Pineal y la experiencia o tipo de vida que llevamos en función del predominio de nuestra mente natural o espiritual.
Nuestro mente natural o biológica, funciona de manera lineal, no tiene acceso a nuestra conciencia o memoria espiritual que está en estado cuántico. Tampoco conoce nuestro futuro porque no tiene acceso a nuestros potenciales procesadores cuánticos, que tenemos apagados. Estos requieren ser activados y ejercitados continuamente. Esta es la razón de las oraciones diarias, las idas a los templos y la participación en actividades espirituales sanas y edificantes.
Podemos activar nuestra memoria cuántica, mediante el mejor uso y alimentación de nuestro espíritu a través de la glándula pineal. Todo el circuito o red neuronal que la conforma, es estimulada por el fluido de la energía cuántica que proviene del exterior. Por ello se nos enseña que debemos captar y recibir información en forma de susurros cuánticos que genera el Espíritu Santo como emisor y portador de información. Ese poder de energía espiritual cuántica, activa el poder del Yo Soy, la inteligencia, el conocimiento, la sabiduría, potencializa y dinamiza nuestra memoria cuántica espiritual infinita, hasta que brillemos con energía radiante, como seres de luz.
El fortalecimiento de estas memorias tanto la física como la espiritual nos convierte en seres autosuficientes y con pleno dominio de nuestra alma humana. Nos lleva al pleno conocimiento de quien somos, nos permite identificar la verdad de todo lo que existe, nos transforma en seres perfectos cuánticamente, llegando a la omnisciencia, al dominio y poder sobre todas las realidades que existan en el Universo.
Cuando tenemos el control de nuestra mente natural y la memoria o conciencia cuántica, cultivamos nuestra eternidad y podemos actuar mentalmente sobre los elementos que existen en forma organizada en la materia física que observamos.
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