La desigualdad entre humanos.

TODOS tenemos  
Un padre espiritual Y  otro POR ADOPCIÓN.
ZACARIAS JELINEK MALDONADO
14-7-2020


La cifra estimada  del total de nacimientos  ocurridos en la tierra desde los tiempos anteriores a   la presencia de los primeros seres racionales que conocemos como Adán y Eva, fue  calculada  por matemáticos y estadistas, en  110.000.000 millones de personas. Esta cifra está basada en cálculos, considerando las diferentes índices de natalidad y muertes, estadísticas por  motivos de guerras, epidemias, cataclismos, terremotos huracanes, tsunamis, considerando censos de  poblaciones, registros de bautismos y muertes, migraciones, exterminios y ejecuciones  masivas y muchos otros factores históricos que consideran los estudiosos del tema. Esta cifra  nos puede parecer   sorprendente, al   sumarle  aún más,  la  mayoría de cuerpos    en el vientre de  madres,  que fueron  abortados. Todos sin excepción  son  hijos de un Padre Eterno que originó nuestra existencia espiritual.  Luego Jesucristo al redimirnos del estado caído en el cual nos encontrábamos y  regresarnos a la vida mediante su muerte, resurrección,   naciendo nuevamente del agua  al bautizarnos, nos recibe como  Padre adoptivo, maestro, protector y guía,  para  llevarnos de nuevo a la presencia del Padre Eterno del cual nos alejamos voluntariamente.
Que maravilloso  conocer nuestro origen e identidad Y ACEPTARLO COMO PADRE
Esta cifra nos señala la gran importancia de la obra vicaria  la predicación del evangelio en el mundo de los espíritus que han nacido en la tierra y la construcción de templos por todo el mundo, para sellar y efectuar los registros correspondientes por nuestros antepasados muertos.
La diversidad de humanos,  de personalidades,  razas, conductas, CALIDAD  y tipo de VIDA, niveles de conocimiento, de inteligencia, cultura, espiritualidad, los lugares donde se nace, los buenos y malos padres biológicos, las   condiciones de nacimiento, experiencias vividas, propósitos, tipos de muertes y momento de las mismas, todo ello  sucediendo ante una realidad que observamos y compartimos, me ha llevado  a reflexionar buscando  respuesta para identificar: Las razones de  la presencia de tantas diferencias y  desigualdades entre los humanos, siendo todos, prole espiritual de un  mismo Padre.
La  vida,  la rutina y la misma actuación  en este planeta, nos ayudan analizar, "que puede originar esa marcada diferencia que hace dudar a muchos  de la existencia de  un PADRE, cuando realmente tenemos dos".
Nuestro comportamiento no es algo nuevo, viene del aprendizaje espiritual de nuestra vida anterior y  de la genética terrestre,  aunque tengamos un velo que impide conocer nuestra vinculación  de la vida pasada con  la actual.  Ese conocimiento atesorado y registrado durante el proceso de nuestra existencia en el tiempo de DIOS que desconocemos, lo mejoramos y fijamos  con información nueva en este segundo plano de existencia. Nuestra conducta  y realidad, está  estrechamente entrelazada con el poder cuántico creativo que tiene nuestra poderosa mente  cuántica con poco uso, aunque existe un velo de  olvido sabiamente establecido con el propósito de no recordar quienes éramos antes de nacer. Esta condición  permite  igualarnos a todos al mismo nivel de aprendizaje. Sabía decisión divina, que practicamos en la tierra con nuestros niños. En las escuelas. Recordemos cuando el apóstol Pablo  nos enseñó, que éramos como niños   que teníamos que tomar leche, para luego comer carne. El SEÑOR nos enseña  el ejemplo de los árboles y plantas que crecen lentamente  para dar frutos a su debido tiempo.

ELEMENTOS COMUNES AL NACER:
·         Todos tenemos un mismo  código genético espiritual, que nos identifica como seres  humanos hijos de un Padre Eterno INTELIGENTE y Universal, con un poder ilimitado de desarrollo. Podemos  darnos cuenta del potencial de nuestra inteligencia, observar el espíritu manifestado en nuestro cuerpo y la naturaleza que vibra,  pero no podemos tocarlos, ubicarlos, por nuestra composición cuántica, que requiere seguir una previa preparación, santificación y purificación del alma humana, para poder actuar en base al desarrollo de  ese nuevo conocimiento.
·         Todos tomamos cuerpos terrenales, por ahora mortales e imperfectos, compartiendo una cadena de cromosomas, que nos  identifica como el género humano, hijos de  padres biológicos comunes en la tierra. Nuestro sistema biológico es el mismo para poder vivir, adecuarnos  y auto-sustentarnos  a las leyes de esta  esfera organizada para la vida.
·         Todos tenemos el mismo Don del albedrío, que nos faculta para pensar, razonar, crecer, decidir y actuar libremente, siendo actores de nuestra propia vida. De esta manera somos nuestros propios agentes edificadores  y aprendemos  mediante las pruebas, la oposición y las  experiencias.
QUE HACE LA DIFERENCIA ENTRE LOS HIJOS DE DIOS.
·         Nuestra actitud y aceptación de DIOS, nuestro progreso  espiritual las oportunidades,  el deseo y la disposición de aprender y atesorar conocimiento, conscientes que existen  niveles superiores de  inteligencias y seres de  luz.
·          Las circunstancias y escenarios donde nos toque nacer y crecer. Existen seres que  como padres deciden traer espíritus a la tierra por deseos, otros lo hacen sin saberlo y lo definen como accidentes o casualidades.  Otros  no tienen ningún interés ni asumen responsabilidad alguna  de sus actos  entre parejas de diferente sexo. Todos son potencialmente dadores de vida,  dotados  y llamados a ser padres ante Dios  aunque no  acepten y nieguen vivir la experiencia  eludiendo responsabilidades espirituales por ello.
·          Existen espíritus cuyos cuerpos físicos por diferentes razones no terminan de formarse, mueren antes durante o después del parto o  en edades prematuras. Todos estos eventos que no entendemos  me han llevado a pensar  "cómo encajan en el plan de vida del Padre de los espíritus, si todos decidimos en la preexistencia nacer para continuar progresando mediante la experiencia personal y el cuerpo  que es absolutamente necesario para ello".
¿Cuál SERÍA LA RAZÓN y los orígenes de tanta diferencia y la presencia de la muerte de manera prematura, que corta el ciclo de progreso previamente acordado en los cielos, diseño de nuestro propio Padre Eterno?
DEDUCCIÓN:
ü  Somos individualidades con POTENCIALES INIMAGINABLES  de crecimiento  pero somos diferentes como consecuencia del conocimiento que vamos atesorando en nuestro aprendizaje  según la existencia vivida, nuestro propio plan de vida y el plan de nuestro Padre Eterno.
ü  Somos consecuencia de NUESTRAS PROPIAS ACTUACIONES Y DECISIONES   en el mundo pre existente,  que nos acompañan  en este estado de existencia, que   trascienden a la familia, a las generaciones, a nuestro planeta y todo lo que tenga que ver con el medio y la naturaleza en la cual vivimos.
ü  Sembramos y cosechamos experiencias  como humanos mortales, en base al  ALBEDRÍO PARA DECIDIR  entre lo bueno o lo malo.
ü  Obtendremos el fruto de lo que hayamos vivido y atesorado durante nuestro tiempo de aprendizaje en el mundo pre-existente espiritual.
ü  Nuestra disposición, convenios, trabajo relaciones, afinidades, experiencias vividas que hayamos cultivado antes de nacer, nos relacionan en la tierra y generan reencuentros que algunos llaman química o atracciones recíprocas.
ü  Existe un tiempo inagotable y el  suficiente espacio en el Universo  para  aprender y seguir progresando de eternidad en eternidad. El límite, las pausas  y el avance, las ponemos nosotros mismos. Todos tenemos la misma  oportunidad  de mejorar llegar a ser seres perfectos y seguir progresando de gloria en gloria. Y de eternidad en eternidad. Estos son ciclos en el tiempo del SEÑOR para continuar avanzando.
ü   Existen incontables moradas para ser pobladas en nuestro Universo, con diferentes niveles de luz y de inteligencias. Esos planetas son habitados cuando  las almas humanas  cumplan el ciclo de vida, muerte y resurrección en su esfera.  Antes  seremos juzgados, auto evaluados y asignados a esos llamados reinos, donde  existen  regentes que siguen   el orden de Jesucristo.
CONCLUSIÓN.
La población actual  para Julio  del 2020, se estima en 7.500 millones de habitantes que representa  un 7%  sobre el total de nacimientos de toda la existencia humana.  El 40%  son nacidos en China y la India, con una tradición religiosa no cristiana. Todas estas cifras mil millonarias,  indican que el plan de Dios es infinito, que el tiempo, las matemáticas,  distribuciones demográficas y las conclusiones de nuestros actos son producto de seres mortales, todavía a nivel de niños.  Por ello no podemos imaginar el tamaño del Universo y mucho menos los estados de gloria que ha alcanzado nuestro Padre espiritual. Pretender encapsular enseñar y hasta dudar de Dios con un incipiente conocimiento como el que tenemos en este momento, lo limitaría en su omnisciencia y sabiduría  para diseñar, planificar y esperar los resultados de sus acciones que están fuera de nuestra imaginación.
En Eclesiastés  3:1-15 encontramos que todo tiene su tiempo y su hora debajo del cielo. Tiempo de nacer y tiempo de morir. Tiempo de plantar y tiempo de cosechar. Tiempo de destruir y tiempo de edificar.
Todo lo hizo hermoso el SEÑOR, en su tiempo y ha puesto eternidad en el corazón de nosotros, sin que alcance el hombre a entender la obra que DIOS  hecho desde el principio hasta el fin.

ESTA ES LA MANERA COMO ESTAMOS POBLANDO LA TIERRA A LA MANERA DEL HOMBRE.


CON SOLO AMAR A LAS PLANTAS ESTARÍAMOS AMANDO A DIOS Y HA NUESTRO PLANETA



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