Fe incondicional a Jesucristo.
FE INCONDICIONAL A
JESUCRISTO.
ZACARIAS JELINEK
21-8-21
Al bautizarme y ser confirmado miembro en la Iglesia restaurada de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en 1973, lo hice seguro, que hacía lo correcto. El primer convenio que ratificaba ya bautizado a la edad de 30 años, fue que le sería fiel hasta la muerte. Así lo deje de manera manuscrita de mi puño y letra, siendo un niño de unos 10 años, en una hoja en blanca, de mi primer librito sobre la existencia, de Jesús de Nazaret, conocido como el catecismo, que recibí en la escuela, ya bautizado en el año de 1943 en la iglesia Católica.
La aparición del letal coronavirus 19 de supuesta creación en laboratorio del llamado en diciembre del 2019, que ha causado la muerte a millones de personas en todo el mundo, ha generado cambios radicales en nuestra sociedad. Gracias a estudios anteriores, se logró que en muy poco tiempo se desarrollaron vacunas experimentales para inmunizar a las personas. Esto ante la urgente necesidad de frenar el avance fuera de control que tenía el virus en algunas naciones más contaminadas que otras. Su aplicación sin cumplir todos los protocolos para garantizar su eficacia, ha generado gran polémica entre diferentes sectores del campo médico y religioso, principalmente.
El miedo a la temible enfermedad, generó un primer protocolo por la OMS, que resultó superado por la enfermedad diagnosticada originalmente como neumonía. Al comprobarse que no era cierto, sino que era una manifestación del virus, se generaron nuevos protocolos, hasta que se aprobó la fabricación y distribución de tres tipos de vacunas fundamentales. La de origen Chino, la Rusa y la Norteamericana. Todas ellas experimentales con permiso para ser utilizadas, a pesar de no haber completado el proceso que anteriormente tenían que seguir todas las vacunas a nivel mundial, antes de ser aplicadas. El ensayo con animales fue suspendido por la mortandad de los mismos, lo cual generó preocupación.
La Primera Presidencia de la Iglesia de Jesucristo de los SUD y otros miembros del Consejo de los Doce apóstoles, a la cual asisto como miembro activo, se vacunaron en enero del 2021, emitiendo una declaración en la cual se instaba a los miembros, a realizar sus consultas médicas antes de decidir vacunarse o no. Luego el 12 de agosto la Primera Presidencia, emitió un nuevo MENSAJE, INSTANDO A VACUNARSE. Ante la inseguridad y efectividad de vacunas disponibles experimentales, por mi edad avanzada y estado alérgico permanente, decidí orar y meditar, recibiendo la inspiración que me llevó a publicar en la internet las razones del porque no me vacunaría. La publicación la realice el 12 de agosto, que coincidió con la misma fecha del segundo mensaje de la Primera Presidencia de la Iglesia.
Ante esta declaración, con el respeto y amor que le tengo al Elder Russell Nelson como Profeta y Presidente de la Iglesia, que apoyó y sostengo, decidí orar nuevamente pidiendo entendimiento sobre este asunto. Como resultado de mis consultas buscando respuestas de lo alto, decidí no vacunarme. Escribí sobre ello y por eso comparto lo que he podido discernir.
Profeta, vidente y revelador SON TRES PALABRAS CLAVES, para aclarar mi entendimiento sobre este tema. Aunque pareciera estar las tres relacionadas, mantienen su independencia como palabras o acciones que las rigen. Existe una cuarta palabra INSPIRACIÓN, que está relacionada con las tres palabras claves.
PROFETA. Persona natural llamada por Dios, para que como mensajero, hable en su nombre. La comunicación del Presidente la entiendo, como una opinión personal, fundamentada en la condición de médico y científico, dedicado toda una vida a combatir enfermedades y salvar personas. Obviamente llamado para representarnos como pueblo de DIOS, su declaración debe ser tomada en cuenta, aunque no se menciona que es producto de una revelación, sino lo entiendo más como una sugerencia.
Videncia, es la capacidad que tenemos para sentir y percibir, bajo la influencia del Espíritu Santo observaciones y conocimientos externos, ocurridos bien sean en el pasado, el presente o el futuro.
Revelación, es la confirmación que recibimos bajo la actuación de los tres miembros de la Trinidad de Dioses, que nos permiten actuar sobre situaciones puntuales, que tengan un fin espiritual colectivo o personal.
Inspiración es un sentimiento personal que surge en nuestra mente, que obedece a la base conceptual que tengamos, producto de nuestra educación y escenarios en los cuales trabajamos o nos hemos desempeñado.
La FE es el primer principio del Evangelio, es la llave que nos abre la puerta para conocer al Padre, a su hijo Jesucristo y al Espíritu Santo. Por lo tanto es una gracia con todo el poder necesario, para afrontar la oposición y el aprendizaje en esta tierra. Solo así para podremos ser probados en TODAS LAS COSAS, incluida, la duda que pueda generar el vacunarse o no contra el Coronavirus, sin una certificación oficial reconocida a nivel mundial que garantice la salud sin consecuencias futuras para la humanidad.
La FE tal vez, es la palabra más mencionada y enseñada en la Biblia y en todos los libros del mundo, donde nos referimos a la existencia de DIOS con sus diferentes nombres para identificarlo.
Deseo dejar claro, que no estoy en contra de las vacunas. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ha apoyado las vacunas durante generaciones. La Iglesia ha financiado, distribuido y administrado vacunas que salvan vidas en todo el mundo y estas han ayudado a frenar o eliminar enfermedades transmisibles devastadoras como la poliomielitis, la difteria, el tétanos, la viruela y el sarampión. He recibido las vacunas del pasado y han cumplido con su razón de ser. Las vacunas antiguas han sido confiables. La duda se ha presentado en las nuevas vacunas experimentales utilizando tecnología moderna entre científicos controlados por el Estado promotor.
El sentido de lucro y todo el negocio que se ha generado con los protocolos aprobados, han dejado de lado el sentido caritativo, descuidando a los más débiles y necesitados. Sin duda los profesionales médicos, paramédicos y enfermeras, han dedicado su mayor esfuerzo, para proteger la salud, preservando vidas a riesgo en las suyas. Contar con ese espíritu de servicio y lograr una vacuna confiable, es una bendición y sabemos que ello procede de DIOS.
Estas vacunas aún experimentales contra el COVID19 obedecen a circunstancias muy relacionadas con las plagas y enfermedades asoladoras anunciadas en los últimos días en las escrituras modernas. (D.C.45) El entrampado astutamente armado por las inteligencias del mal, han generado angustia, desolación, impotencia, desasosiego, conflictos, separaciones familiares y lo peor de todo, millones de muertes. Aún más, ha intentado afectar la obra de Jesucristo en la tierra En la medida que esta pandemia se extendió por todo el mundo, la Iglesia canceló inmediatamente las reuniones, cerró los templos y restringió otras actividades debido a nuestro deseo de ser buenos ciudadanos del mundo y hacer nuestra parte para combatir la pandemia.
En mi opinión, esto no puede ser razón para dejar de lado nuestra confianza y FE en JESUCRISTO, sino todo lo contrario debemos buscarlo para que cada quien pueda recibir su propia confirmación, con la ayuda y asistencia espiritual y médica.
La sabiduría de nuestro PADRE CELESTIAL, permite que existan estos retos originados por el albedrío que tenemos todos los humanos, para poder ser probados en todas las cosas, en estos momentos en que estamos esperando la llegada de JESUCRISTO. El único camino para ser probados, es ejerciendo la FE, bajo circunstancias tan adversas. La separación del trigo de la cizaña es una realidad en este tiempo.
No podemos tener más FE y confianza en la ciencia de los hombres, en los médicos por expertos que sean y en los líderes gubernamentales, cuando estos últimos han osado indicarle al SEÑOR como dirigir su planeta, con todo lo que se ha creado y legalizado últimamente en nombre de una libertad, que nos conduce verdaderamente a la esclavitud y a la muerte, tanto física como espiritual.
LA FE es un principio de poder para ascender a la verdad
La FE es un principio universal de progreso para sanar y salvar al hombre.
La FE tiene todo el poder de la Trinidad de Dioses para ayudarnos a vencer.
Existen muchas escrituras que ilustran el poder de la FE mediante hechos y obras reales.
La Iglesia insta a sus miembros, empleados y misioneros a ser buenos ciudadanos del mundo y ayudar a sofocar la pandemia protegiéndose a sí mismos, para evitar la expansión del letal virus, siguiendo los protocolos ajustados al comportamiento ya conocido lo suficiente, del virus. Los individuos son responsables de tomar sus propias decisiones sobre la vacunación. En la medida que esta pandemia se extendió por todo el mundo, la Iglesia canceló inmediatamente las reuniones, cerró los templos y restringió otras actividades debido a nuestro deseo de ser buenos ciudadanos del mundo y hacer nuestra parte para combatir la pandemia. Pero en mi opinión esto no significa o puede ser razón para dejar de lado nuestra confianza y FE en JESUCRISTO.
JESUCRISTO fue el ejemplo más sublime de FE y obediencia a nuestro Padre Celestial. Él dijo: "Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 6:38). ... Gracias a que Jesucristo como hombre terrenal tuvo FE y obedeció la voluntad del Padre en todas las cosas, hizo posible la salvación para todos nosotros. Cómo lo sabemos, eso no agrada a otros…
El Profeta JOSÉ SMITH tuvo FE en Jesucristo de tal manera que fue consciente del peligro de perder su vida. Al depositar nuestra fe en Jesucristo, también la tenemos en nuestro PADRE CELESTIAL y en el ESPÍRITU SANTO. Tres poderes unidos en un mismo y único propósito: sanar a la humanidad para llegar a ser salvos, siendo probados en todas las cosas.
Es mi conclusión que la decisión de vacunarse es algo muy personal y que nuestra decisión debe estar fundamentada en nuestra FE EN JESUCRISTO, y en la respuesta que debemos buscar, aún ante el riesgo de perder la vida.
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