LA EUTANASIA SUICIDIO ASISTIDO O MUERTE DIGNA.
LA EUTANASIA
SUICIDIO ASISTIDO o MUERTE DIGNA.
ZACARIAS JELINEK
17-7-21
22-4-22
SIMBOLISMO DEL DESPRENDIMIENTO DE PARTÍCULAS ORGANIZADAS.
CESE DE LA ENERGÍA VINCULANTE ENTRE EL CUERPO ESPIRITUAL Y EL FÍSICO.
Suicidio asistido o muerte digna, son calificativos buscando la manera entre los vivos, de justificar la muerte voluntaria o no de nuestros semejantes. Una manera de abandonar la vida y los convenios preexistentes, que no podemos recordar. Salimos de este planeta de prueba y aprendizaje, dejando sin despejar muchas incógnitas.
Se puede ver como una oportunidad para fortalecernos y seguir adquiriendo experiencias, expresando amor a través de su manifestación más preciada, que es practicar la CARIDAD, que es el AMOR PURO DE JESUCRISTO. Lo hacemos sirviendo, prestando atención y cuidado al enfermo, necesitado o afligido, sintiendo ternura, practicando la paciencia y el sacrificio hacia los seres amados o más cercanos, en estado de postración por muerte cerebral, enfermos en estado de necesidad o de ayuda extrema. Mientras el corazón mantenga su función de irrigar el cuerpo, el soplo de vida está activo y mantiene la energía vinculante con el alma humana (espíritu más cuerpo físico) que continúa vivificado. Es decir, mientras lata el corazón el cuerpo físico tiene vida. El espíritu preexistente, sigue viviendo, aunque el cuerpo no pueda manifestarse y pierda su condición para sentir y responder. El espíritu no se separará del cuerpo asignado como algo sagrado, hasta que muera naturalmente o esta sea inducida o generada por el hombre. ¿Qué hará, dónde estará en los períodos de muerte cerebral? No lo sé. Pero ese cuerpo inerte separado temporalmente del espíritu, sigue siendo parte del ALMA, y tenemos la promesa de su reencuentro.
No existiendo la incertidumbre y la casualidad en la organización de la vida, "que fue primero que la muerte" el cuerpo imperfecto se enferma y puede ser afectado. De hecho al morir comienza su desintegración, regresando al estado de partículas cuánticas desorganizadas. Nuestro PADRE CELESTIAL, el gran científico y sabio que todo lo conoce, nos ha prometido que ni un solo pelo se perderá o caerá sin que él lo conozca. Una respuesta cuántica que apenas comenzamos a entender. Nos promete además el reencuentro del espíritu con el cuerpo, que habitó durante su vida terrestre en un estado perfecto al resucitar. Conocimiento o ciencia pura, que permite controlar la materia.
Los diferentes estados de la materia, incluido el cuerpo humano, refleja la sabiduría de DIOS para darnos oportunidades de aprendizaje y progreso teniendo experiencias, para edificarnos como almas humanas, por difíciles, incomprensibles e injustas que nos parezcan, a nuestro nivel de entendimiento.
LA SEGUNDA realidad, representa las acciones y frutos propios del hombre natural imperfecto, al darle mayor importancia a lo material, cuando se piensa que el uso del tiempo no genera beneficios sino gastos financieros y conflictos familiares. La falta de tiempo, se convierte en la falta de amor para compartir con alguien que depende de nuestra atención o cuidado. Todo esto y más, como sentimientos de culpabilidad, conflictos religiosos por creencias diferentes, al no ser una muerte natural, representan lo contrario a la CARIDAD, que impide conocer más a Jesucristo en su amor y sacrificio incondicional. También dejamos de lado, la sabia razón de nuestro Padre Celestial, para que estos hechos ocurran dentro de su diseño y ejecución de su plan de inmortalidad y vida eterna. por esta razón existe en el plan de DIOS LA CARIDAD.
"Y la caridad es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Pero la caridad es el amor puro de Cristo, y permanece para siempre; y a quien la posea en el postrer día, le irá bien. Por consiguiente, amados hermanos míos, pedid al Padre con toda la energía de vuestros corazones, que seáis llenos de este amor que él ha otorgado a todos los que son discípulos verdaderos de su Hijo Jesucristo; para que lleguéis a ser hijos de Dios; para que cuando él aparezca, seamos semejantes a él, porque lo veremos tal como es; para que tengamos esta esperanza; para que seamos purificados así como él es puro.
QUE PROMESA TAN HERMOSA, LLEGAR A SER COMO EL ES.
La preciada vida, por mucha ciencia que analicemos, debe extinguirse por sí misma. Es el diseño original de seres perfectos. Todo el sufrimiento de los humanos, lo experimentó y asumió Jesucristo en el monte Getsemaní y en la Cruz del Gólgota. Por lo tanto ningún ser humano, podrá sufrir por uno o varios semejantes aun siendo familias directas, más de lo que sufrió JESUCRISTO en Jerusalén por toda la humanidad, compuesta de miles de millones de seres que han nacido en este planeta tierra. Algo que no podemos aún comprender, con nuestro limitado conocimiento, pero que es una realidad que nos demuestra el inmenso corazón, ternura y compasión que tiene Jesucristo por sus hermanos espirituales que adoptó como Padre al reintegrarnos a la vida al resucitar.
La vida puede existir sin la muerte, pero esta no existe sin que exista primero la vida, por lo cual la vida puede ser eterna, como nos ha sido prometida. La muerte no es eterna al existir igualmente la promesa de la resurrección. Ambos estados forman parte del plan de DIOS, por esta razón quitarse la vida voluntariamente, es un acto contrario al plan de los cielos. Se puede ejecutar en base a la plena libertad que tenemos para tomar nuestras propias decisiones. La muerte física nos separa del espíritu, pero la muerte espiritual nos separa de Dios. Esa fue la decisión que tomó Adán cuando decidió abandonar su estado de inmortalidad y vida perfecta, aceptando la muerte. Un semejante con plena conciencia de su estado terminal no debería solicitar se le ponga fin a su vida, porque no conocemos los convenios que hicimos antes de venir a la tierra y el plan de progreso por las eternidades, que escogimos con nuestro Padre Celestial. Sabemos que sabiamente, existe la oposición en esta vida terrenal, para poder decidir y avanzar apropiadamente. De allí que Pablo se refiera en la biblia al suicidio como la falta de valor, de Fe y de conocimiento de DIOS, al no enfrentar la realidad y el futuro espiritual, cuando esta nos es adversa, para luchar y vencerla. En 2 Timoteo 1:7 Pablo enseñó: Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por ello es tan importante fortalecernos mediante el arrepentimiento y el bautismo, para recibir el DON DEL ESPÍRITU SANTO, como compañero y guía permanente. Otra sabía promesa para ser asistidos y orientados en los momentos de soledad, conflictos, angustias y sufrimiento.
Para los que tienen mayor conocimiento de nuestra existencia y propósito en la tierra, el SUICIDIO nos priva de la maravillosa oportunidad que todos tenemos de haber al haber recibido un maravilloso cuerpo, para que sirva de morada a nuestro espíritu. Es la forma para continuar desarrollándonos como inteligencias organizadas. Una pausa en el camino, sin duda puede llegar a ser algo real no planificado para los humanos en aprendizaje. Sabemos que el cuerpo físico y el espíritu están unidos y conforman el Alma humana para continuar avanzando, cumpliendo con procesos sabiamente pensados. Paso a paso vamos abriendo puertas para alcanzar estados de gloria, gozo y felicidad superiores en la búsqueda de la presencia de nuestro amoroso Padre Celestial. Al separar voluntariamente el cuerpo del espíritu, estamos desintegrando el ALMA. Esto es algo para reflexionar, pues no hemos recibido autoridad para hacerlo. EL SEÑOR espera por cada uno de nosotros para que construyamos nuestros propios reinos y moradas y su gloria continúe expandiendo en nuestro Universo con la gran familia humana de eternidad en eternidad. Dejar de lado el cuerpo terrenal de manera consciente, es una clara debilidad, bien por ignorancia o por deseo de no enfrentar los retos para salir de ellos fortalecidos.
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