NIÑOS DISCAPACITADOS CON EL SINDROME DE DOWN
NIÑOS DISCAPACITADOS CON EL
SÍNDROME DE DOWN.
ZACARIAS JELINEK
11-5-22
¿DÓNDE SE ORIGINA? Algunos interpretan leyendo la Biblia en el libro del génesis, que siendo ADÁN creación a la imagen y semejanza de un DIOS PERFECTO, todos los cambios físicos y biológicos que le han ocurrido a los seres humanos, son producto del pecado o la transgresión cometida por Adán, al ser heredada sus consecuencias por desobedecer el mandamiento de no comer del fruto prohibido, aceptando la muerte. "Más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás porque el día que de él comieres, ciertamente morirás" (Génesis 2:17). La imperfección, el dolor, la tristeza, y el sufrimiento se originaron cuando Adán y Eva, decidieron haciendo uso de su albedrío, estar sujetos a la muerte (Génesis 3:7-24). Sin duda las enfermedades surgen en el genoma humano, que se vio modificado para que existiera la muerte. En estos momentos los científicos trabajan, manipulando el genoma humano para modificarlo y lograr un nuevo ser humano según su conocimiento, pretendiendo modificar el diseño, plan y propósito de nuestro PADRE CELESTIAL.
No fue el propósito de Dios, que sus hijos espirituales crecieran bajo circunstancias de sufrimientos y dolores, incluidos los originados en nuestros seres queridos con discapacidades. Siendo Dios un PADRE SABIO OMNISCIENTE, que nos ha permitido el uso pleno de la libertad para decidir y escoger, no tengo duda, que en su proyecto de vida, considero y diseño un medio para que su propósito de ofrecernos la felicidad inmortalidad y la vida eterna, viviendo a su lado como seres perfectos, se cumpliera. Para ello utilizó las imperfecciones humanas productos de decisiones carnales, convirtiéndolas en oportunidades para amar, servir y proteger a otros, lo cual se transforman en bendiciones en la eternidad que nos toca vivir a cada humano.
He observado y comprobado, que los niños con discapacidad sobre todo con el llamado SÍNDROME DE DOWN, son amorosos, cariñosos, mansos, humildes apacibles, de gran transparencia espiritual y muy dados a ser serviciales. Como se conoce, esta deficiencia es producto de un trastorno genético, ocasionado cuando una división celular anormal produce material genético adicional del cromosoma 21. Curiosamente para el desarrollo de este artículo, me parece interesante señalar, que los animales también tienen cromosomas. Por lo tanto, es posible que experimenten triso mías cromosómicas de algún tipo, que den lugar a dificultades cognitivas, fisiológicas o anomalías anatómicas, pero no el síndrome de Down, que parece ser que solo afecta a los seres humanos. Esto me hace pensar que somos los humanos seres de un orden superior a otros animales con vida o reinos como lo son las plantas.
Por años me he preguntado, ¿cómo puedo entender esta realidad humana, conociendo el plan de DIOS para sus hijos y la organización de este planeta para ejecutar su proyecto de vida? ¿Cómo podría interpretar que esos seres maravillosos que nacen con limitaciones, no tuvieran las mismas oportunidades que tenemos los humanos, al tomar un cuerpo carnal para desarrollarnos y ser probados en todas las cosas. Teniendo un sólido testimonio de la existencia real de un PADRE AMOROSO, OMNISCIENTE Y SABIO?. Me he preguntado por años ¿Porque un PADRE AMOROSO, permite que exista esta limitante entre niños que tienen tantas características hermosas, que no se manifiestan con mayor frecuencia, entre la gran mayoría de las personas?
La respuesta que he recibido se centra, en que nuestro sabio PADRE CELESTIAL desea que esas verdades celestiales, difíciles de ser manifestadas o ejercitadas se conozcan, siendo que están dentro de las características genéticas espirituales perfectas del GENOMA HUMANO. Nuestro PADRE CELESTIAL en su sabiduría y ante el velo existente entre nuestro primer estado de vida espiritual y la carnal, presumo que aceptó en el mundo espiritual, que muchos de sus hijos espirituales, se ofrecieran voluntariamente, para que sus hermanos espirituales pudieran observar, conocer y recordar estas manifestaciones divinas para su progreso y edificación espiritual. Considero que estos seres espirituales con estas limitantes, hicieron convenios con nuestro PADRE CELESTIAL, para motivar el amor, el servicio, el sacrificio, la humildad y la mansedumbre. Esto los convierte en generadores de oportunidades de servicio para otros, contribuyendo a la santificación y purificación de sus hermanos espirituales, que ya ellos han alcanzado, durante su primer estado espiritual. Solo necesitan tomar cuerpos para resucitar durante la primera resurrección en el milenio. Por lo tanto los niños con discapacidades, son una bendición maravillosa que les ofrece la oportunidad a la familia humana en especial a los padres, de poner en acción el AMOR PURO de JESUCRISTO, que conocemos como la CARIDAD. Este es el sentimiento o actitud de amor más grande que existe entre los humanos, que nos impulsa voluntariamente a interesarnos por las demás personas, con el deseo de querer ayudarlas, especialmente a las más necesitadas.
La caridad es "el amor puro de Cristo" o "amor eterno" (Moroni 7:47; 8:17). El profeta Mormón en la tierra de promisión o de la abundancia hoy llamada las américas enseñó: "La caridad es sufrida y es benigna, y no tiene envidia, ni se envanece, no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa el mal, no se regocija en la iniquidad, sino se regocija en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta" (Moroni 7:45; véase también 1 Corintios 13:4–7). Esta maravillosa enseñanza se puede ejercitar plenamente atendiendo a los niños con el síndrome de Down.
Jesucristo es el ejemplo perfecto de la caridad. En Su ministerio terrenal, siempre "anduvo haciendo bienes", enseñaba el Evangelio y demostraba tierna compasión por los pobres y afligidos.
Por esta razón tal vez no operan los milagros de sanación, que esperamos ocurran sobre todo entre nuestros niños con este síndrome. Porque no tenemos la visión hacia el futuro, ni el conocimiento de conocer el gozo y la felicidad de esos seres especiales, cuando se reúnan con sus cuerpos resucitados perfectos, con sus familias y sobre todo con sus sacrificadas madres abnegadas y justas, luego de su reencuentro durante la primera resurrección al inicio del próximo milenio.
Estos niños de gran ternura, nos brindan oportunidades variadas para conocer el amor del Padre y de su hijo Jesucristo, permitiendo que nos conectemos con ellos. Los niños pequeños hasta la edad de 8 años son inocentes y estos niños también lo están, por ello no se requiere de ellos arrepentimiento o bautismo alguno por su pureza e inocencia.
Las palabras de Jesús se aplican muy bien cuando atendemos y asistimos a esos niños, cuando recordamos sus palabras: "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí" (Mateo 25:35,36).
Es mi deseo sincero, que este escrito contribuya a que muchas personas puedan recuperar su fe menguada, al entender que esos niños SON VERDADERAS BENDICIONES, que nos brinda la maravillosa oportunidad de auto edificarnos y santificarnos, amando y sirviendo a JESUCRISTO y a nuestro PADRE CELESTIAL.
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