Especial para lideres.

SALVADORES DE ALMAS NO JUZGADORES.

Félix Jelinek.

A quien pueda interesarle.

PROFUNDA REFLEXIÓN.

5-12-19

Toda persona que al bautizarse  decide  seguir a Jesucristo, quien nos libra de la cautividad de la muerte física y espiritual, nos rescata de la caída, ayudando en el recogimiento de nuestros hermanos espirituales hijos de un PADRE CELESTIAL común,  se comprometen en  predicar el evangelio del arrepentimiento, para abrirles el camino mediante el bautismo, para que  así puedan  continuar individualmente,  buscando su   edificación espiritual, sanación y  purificación en el Templo o la casa del SEÑOR. Por ello  NO deben prejuzgar, presumir, o cerrar las puertas, sobre hechos falsos o presumiendo errores no ocurridos u olvidados por el propio Jesucristo, mediante la promesa de su  perdón y el de no recordar más los pecados de los arrepentidos.

Más aun, cuando recibimos y actuamos con la autoridad del sagrado Sacerdocio de DIOS el PADRE,  en el nombre de JESUCRISTO  y somos llamados  por ambos,  para presidir  en su iglesia.

Para comprender y recordarnos la forma como debemos actuar, EL SEÑOR nos ha enseñado con su ejemplo  la caridad, como la manifestación más pura de su amor, que va acompañada de la  misericordia y la compasión. Las parábolas son claras sobre ello.

ENSEÑO: Si  hablásemos lenguas humanas o  angelicales y no tenemos caridad, somos como el címbalo que resuena. De nada vale tener mucho conocimiento sino tenemos caridad.  La caridad es sufrida, benigna, no tiene envidia, no se jacta, no se envanece no busca lo suyo, no se irrita fácilmente, no piensa en lo  malo, no se regocija en la maldad por el contrario,  se regocija en la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera.   La caridad nunca deja de ser.

Ahora como seres naturales imperfectos,  vemos por espejo oscuramente,  la dignidad y el corazón de cada persona, que el SEÑOR  SI CONOCE Y AMA.

La   verdadera caridad no se comporta nunca indebidamente. Nuestra mira debe estar puesta en la Gloria de DIOS, (su conocimiento y sabiduría) siendo humildes, mansos y obedientes.

Las políticas normas y procedimientos solo son FRIAS guías ADMINISTRATIVAS, que  no reemplazan la voz  y la calidez del Espíritu Santo, por medio del cual recibimos guía e inspiración para MINISTRAR sobre las almas humanas QUE ES LA RAZÓN FUNDAMENTAL DE LA IGLESIA RESTAURADA de JESUCRISTO.