NO ESTAMOS SOLOS. REVELACIÓN PERSONAL

 NO ESTAMOS SOLOS

TENEMOS LA REVELACIÓN PERSONAL

PARA SABER ACTUAR EN TIEMPOS DIFÍCILES.

Zacarías Jelinek.

26-1-21

ANTE LAS OPINIONES    ENCONTRADAS ENTRE HOMBRES DE CIENCIA, POLÍTICOS Y RELIGIOSOS, LA RESPUESTA CORRECTA ENTRE VACUNARSE O NO EN CONTRA DEL COVID-19, LA TIENE UN PADRE CELESTIAL  QUE NOS  AMA Y RESPETA NUESTRA LIBERTAD PARA DECIDIR.

 

Todos los hijos de Dios, que decidimos durante nuestro estado anterior  nacer en esta tierra, fuimos instruidos y dotados de dones,  talentos y ordenanzas,  para enfrentar  y vencer la necesaria oposición en todas las cosas.  Todos tenemos la necesidad como seres en  desarrollo, de ser ayudados por nuestros padres espirituales, recibiendo revelación personal como respuesta a nuestras consultas mediante oraciones. La revelación ante el sabio olvido  temporal programado de nuestra memoria espiritual, para nacer en igualdad de condiciones e iniciar nuestro proceso de aprendizaje  obteniendo experiencia,  nos inspira y guía para tomar decisiones correctas aclarando nuestras ideas y confirmándose en nuestra mente y  corazón en el  pecho con  buenos sentimientos.

El SEÑOR no nos obliga a seguir su plan de Vida Eterna para alcanzar la EXALTACIÓN, por lo tanto la REVELACIÓN es la comunicación espiritual personal, que   nuestro Padre Celestial  ofrece a sus hijos, que  deseen recibir  ayuda  para lograr sus metas y el objetivo deseado de llegar a ser como su hijo primogénito lo es.

Los resultados muy negativos de índole muy variada que observamos en nuestra sociedad terrenal, señalan claramente, que la inmensa mayoría desconocen la manera de utilizar esta bendición, que podemos solicitar, si realmente demostramos humildad, mansedumbre y sinceros  deseos de recibir ayuda de un Padre que nos ama; que ha puesto todo lo creado y organizado a nuestro alcance, para poder auto edificarnos apropiadamente. Por lo general nuestras necesidades se expresan con rezos repetitivos o con oraciones un tanto protocolares para ser escuchadas, cuyos contenidos son una cadena de pedidos o reflejan la vanidad humana, sin haber pensado primero en las acciones que debemos tomar para poner en marcha de manera autosuficiente,  la solución a los conflictos que se nos presentan, por difíciles que estos sean de resolver. La deficiencia en bienes materiales que es el tema mayor de nuestras necesidades cotidianas, depende del nivel de autosuficiencia espiritual que hayamos cultivado y atesorado. El balance negativo que observamos, nos indica que no somos una sociedad que cultiva la espiritualidad para recibir revelación. Aunque la mayoría cree en ello, no practicamos la caridad, el amor, la justicia y la igualdad. Somos profundamente egoístas, vanidosos, orgullosos, soberbios y serviciales por interés, para recibir más, que por dar. Esta enfermedad espiritual requiere ser reconocida por cada  quien y luego acudir a nuestro Padre Celestial por intermedio de Jesucristo nuestro redentor y salvador, solicitando sus consejos para cambiar como personas, que queremos ser mejores y aspiramos  a seguir el ejemplo de nuestro hermano mayor  Jesucristo.

La revelación personal se puede recibir de:

·       Palabra, como le sucedió al joven José Smith en 1820, luego de orar.

·       Visitas personales de mensajeros ministrantes autorizados, como a María la madre de Jesús, María Magdalena,  apóstoles, profetas y otros llamados al servicio o para ser reprendidos por sus malas acciones como lo fue Pablo de Tarso.

·       Mediante sueños y visiones, como el caso de David cuando joven y el profeta Lehi.

·       Por la manifestación de la compañía permanente del Espíritu Santo  a miles desde la restauración del evangelio en 1830.

La última  manera es las más frecuente, recibiendo la persona el bautismo en el agua por inmersión y habiendo recibido por imposición de manos, la confirmación de haber aceptado ser un seguidor de Jesucristo con  la promesa de recibir el Don del Espíritu Santo. Promesa que se cumple, dependiendo de nosotros mismos,  si permanecemos dignos y guardamos los principios y mandamientos. No es algo excluyente, sino que se respeta el albedrío y la libertad que tenemos y el  interés manifestado al aceptar cambiar, para vivir los principios del evangelio, orar y recibir la revelación prometida de acuerdo al orden y leyes de los cielos. Perdemos la sintonía espiritual, cuando hacemos lo contrario a las bendiciones prometidas, nos perdemos y desorientamos  en las tinieblas del mundo y sufrimos las consecuencias por nuestras propias decisiones.

Para lograrlo es necesario que nuestro espíritu se encuentre  adecuadamente ejercitado para poder mantener el vínculo con el mundo espiritual, tanto en nuestra mente y corazón. Debemos  entender, en que consiste el discernimiento para identificar  la revelación, sentimiento y  la fuente de la respuesta   que recibimos.

El DISCERNIMIENTO  es la capacidad con la cual todos hemos sido dotados al nacer, para poder determinar y evaluar, las situaciones que debemos analizar, reflexionar o tomar en cuenta, para actuar de la manera correcta, justa y buena, que es él debe ser, de los hijos de DIOS.                

                                  No busquemos luces artificiales sino la LUZ DE CRISTO.