¿QUE SON LOS MANDAMIENTOS?
¿QUE ENTENDEMOS POR MANDAMIENTOS
DE DIOS?
ZACARÍAS JELINEK
6-2-21
La palabra "mandamiento" es algo que personalmente desde niño, me incomodaba, en virtud del conocimiento que recibía en nuestra sociedad humana, como órdenes emanadas de personas que ejercen una autoridad superior, para imponer, leyes, reglamentos y principios. Por esta razón tenemos la inclinación de entender como seres naturales, que los mandamientos de la ley de DIOS, son impositivos, mandatorios, algunas veces acusatorios, reprendedores y hasta amenazadores. Estos sentimientos equivocados, contribuyen a que algunos ignoren y rechacen la doctrina del Evangelio, que realmente son normas para vivir mejor, tanto espiritualmente como físicamente. Podemos escuchar YO VIVO LA VIDA QUE QUIERO, NADIE DEBE METERSE EN MIS DECISIONES. Esta manera de pensar, se ciñe estrictamente al DON del libre albedrío, que nuestro Padre Celestial Omnisciente y sabio, nos permite utilizar, siguiendo el orden de la ley que lo rige.
Nuestro PADRE ETERNO respeta el albedrío de cada uno de sus hijos y sus mandamientos son instrucciones y guías, en virtud de la necesidad que tenemos de ser orientados para tomar las mejores decisiones, para poder mantenernos en el camino correcto y evitar tomar trochas, senderos o veredas, que nos desvíen de nuestro objetivo en esta tierra. La razón de nuestra existencia en este planeta, es obtener experiencia, fijar el conocimiento que recibimos antes de nacer en él, experimentar los sentimientos y aprender a gobernarnos a nosotros mismos en pleno uso de nuestra libertad.
En la Biblia, se refiere a esta palabra como el conjunto de principios o normas de conducta, para ser guiados. Desde el punto de la Teología es una palabra importante, que solo en el nuevo testamento se menciona más de 300 veces, siendo el apóstol Pablo quien más veces menciona la palabra en sus prédicas y enseñanzas, una vez convertido al evangelio de Jesucristo, luego de haber perseguido a sus seguidores.
EjemploS: la enseñanza de que seremos condenados por nuestros actos contrarios al orden de los cielos, por nuestra incapacidad personal de no vivir o entender sus mandamientos. Se refiere más bien, a que nuestro progreso se detiene o retrasa. De no reconocer o corregir mediante el arrepentimiento sincero, que debemos cambiar para ser mejores, seremos por voluntad propia remitidos a los lugares de gloria que correspondan. Esto quiere decir, que nos relacionamos con otros seres miembros de la familia de DIOS, con intereses comunes, afines a nuestra identidad y personalidad. Tampoco significa que los privilegios obtenidos, el conocimiento alcanzado y el nivel espiritual que logremos, se perderá o será destruido. De ocurrir ello terminaría el eterno progreso de avanzar de cualquier persona, por mala que haya sido, siendo un hijo de Dios, que aceptó en un momento seguir a Jesucristo y nacer en esta tierra.
El SEÑOR no se complace en castigar. Por el amor puro que nos tiene, nos permite construir nuestra propia vida, respetando la libertad para decidir lo que queramos ser. Solo nos ofrece compartir todo lo que tiene y ha alcanzado. Teniendo el conocimiento y la experiencia conoce muy bien cómo llegar a cada meta para alcanzar el objetivo deseado para todos sus hijos. Esta es la razón de los mandamientos, solo se nos señalan como la imagen al inicio, NO SE NOS IMPONEN.
Otra palabra que es necesario entender, que parece que el SEÑOR se complace también, en que sus hijos rebeldes, reciban un CASTIGO ETERNO. Algo que no tiene nada que ver con la conducta y deseos de una padre amoroso, que desea lo mejor para sus hijos. El SEÑOR no aniquila o destruye, nos cubre de bendiciones o recibiremos condenaciones, que es el cumplimiento opuesto de la ley cumplida o violada.
Su gran objetivo como nuestro Padre, es que regresemos a su presencia y para ello delegó en su hijo Jesucristo la misión de rescatarnos, conociendo por su propia experiencia, que la prueba no sería fácil y que muchos podrían perderse en el camino de regreso.
Castigo eterno o sin fin, se refiere a que las consecuencias emanan de su creación como DIOS ETERNO SIN FIN que vive y existe, pero ello no significa, que quienes participen de ese estado, tendrán que soportarlo por siempre. Sería algo totalmente injusto y sin ninguna sabiduría.
Excelende una exposicion magistral, todos los seres humanos somos sus hijos, y nos ama, pues emanamos de sus entrañas,de su luz Universal, cada quien se labra su progreso nada se desperdicia, se podra caerse cien veces, pero tiene la gracia de su Padre.
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