ORDEN EN EL REINO PADRE ETERNO.
EL ORDEN PARA LA EDIFICACIÓN DEL REINO
EN SU UNIVERSO.
10 Pasos que debemos aprender.
Zacarías Jelinek
2-2-21
SENCILLA Y RESUMIDA EXPLICACIÓN.
DIMENSIÓN ESTIMADA DEL UNIVERSO CUÁNTICO CONOCIDO.
Se entiende como el reino, a todo el Universo, que está organizado en nebulosas, galaxias, estrellas, sistemas planetarios y cientos de planetas habitados por seres vivos de diferentes órdenes, que obedecen leyes y siguen principios universales. Los seres surgidos de las inteligencias cuánticas más desarrolladas, aceptan y respetan seguir un orden CELESTIAL. Es decir vivir y actuar, en una sociedad en completa libertad, bajo la autoridad de nuestro PADRE CREADOR y de su hijo primogénito, como los diseñadores, creadores del aliento de vida y organizadores de la materia de la cual formamos parte. Se sigue un sistema de dirección o equipo de gobierno único, que Preside el primer DIOS ETERNO ELOHIM, omnisciente, omnipoderoso y omnipresente, lo cual lo habilita y le confiere la autoridad para ejercer su mayordomía, basado en su amoroso deseo de compartir todo lo que ha logrado con sus hijos espirituales. Para llevar adelante este inteligente y sabio propósito, delegó la responsabilidad de ejecutar su proyecto de vida, en su hijo primogénito nacido en la carne, conocido como JESÚS EL CRISTO, al cual MUCHOS RECONOCEMOS Y APOYAMOS SEGUIRLE, completado nuestro primer estado como espíritus. Otro hijo espiritual conocido como LUZBEL, (lucero de la mañana) manifestó su desacuerdo con el plan de inmortalidad y Vida Eterna, que ofreció compartir ELOHIM con todos sus hijos espirituales. Ofreció otra alternativa, que representa en el Universo lo opuesto a seguir ejerciendo la libertad para decidir por nosotros mismos, consciente que muchos de sus hermanos espirituales, no superarían las pruebas y que el logro que proponía para evitarlo, le fuera reconocido o sumado a su gloria. Sabiamente su propuesta libremente fue considerada, la cual no fue aceptada por las tres terceras partes presentes. Ante este resultado, fue autorizado para que intentara edificar su propio reino entre todos los hijos de DIOS, que aceptaron seguir a Jehová su hijo, quien organizó la tierra para este propósito.
La naturaleza de estos dos Reinos, de Luz y tinieblas, es espiritual. En el primero es necesario que el corazón, la mente y el uso del conocimiento aprendido, sea utilizado y compartido sabiamente, para avanzar, entre todos los seres espirituales, que decidieron tomar cuerpos carnales, para permanecer en él y lograr vivir en la sociedad celestial entre los hijos de DIOS, que han deseado llegar a ser como él y su Hijo Jesucristo son.
En un sistema de libertad, quienes no siguen el orden establecido para su propio progreso y bienestar eterno, pierden bendiciones y son relevados. Mediante el arrepentimiento sincero, son aceptados a continuar viviendo en su eternidad, con el compromiso de seguir a Jesucristo para ser mejores personas, siendo sus propios agentes.
Obviamente entre miles de millones de seres espirituales con potencialidad divina para recibir mayordomías, se debe seguir un sabio orden disciplinadamente en este estado planetario terrestre, que resumo muy brevemente a continuación
1. ESCOGIDOS. Son aquellos hijos que lo respetan y reconocen como al Padre ELOHIM aceptado su plan y autoridad de vida, manifestando su deseo de seguirle.
2. SELECCIONADOS. Entre los escogidos debe existir un previo nivel de preparación espiritual, que los facultad o habilita para recibir libremente mayordomías con sus respectivas responsabilidades, en el estado planetario o terrenal, para ejecutar el trabajo que les corresponda asumir voluntariamente.
3. LLAMADOS. Los invitados a trabajar en la obra, que son presentados ante sus hermanos planetarios cercanos a su mayordomía, para ser reconocidos e incorporados a los diferentes equipos tanto ministrativos como administrativos.
4. SOSTENIDOS. Los llamados a servir, son presentados ante los presentes involucrados en sus diferentes niveles de trabajo para edificar la obra. Como señal de apoyo, sostén y acuerdo levantan su mano derecha como manifestación de solidaridad con el hermano espiritual llamado a servir.
5. APARTADOS. Luego mediante el poder de la autoridad responsable y la imposición de manos sobre la cabeza, como el centro de la conexión entre lo espiritual y lo terrestre, son apartados recibiendo el llamamiento y las llaves que los habilita para dar inicio al trabajo, de acuerdo a los convenios establecidos.
6. INSTRUIDOS. Por delegación de la autoridad responsable, reciben las llaves para ejercer su trabajo, siendo instruidos, recibiendo los instrumentos, monitoreo y los controles necesarios de su gestión, necesarios para lograr el éxito de su trabajo.
7. PROBADOS. Durante su trabajo, enfrentarán retos, desafíos y la necesaria oposición para ejercer su libertad, tomando las decisiones que surjan, producto de su conocimiento, fidelidad y lealtad, en mantener el orden para edificar el Reino de DIOS el PADRE, aceptando humildemente y mansamente ser siervos útiles.
8. CERTIFICADOS. Luego de este proceso, los frutos de su trabajo, serán considerados y evaluados, donde estarán presentes, los que hayan sido llamados, participado y tenido responsabilidades, para mantener el orden y los resultados esperados. Este proceso final en un periodo establecido, permitirá continuar con la edificación y los propósitos de DIOS el PADRE en otros niveles o moradas de existencia en el Universo, con sus correspondientes grados de gloria.
9. APROBADOS. Son merecedores de recibir la GLORIA de nuestro PADRE ELOHIM Y DE SU HIJO JESUCRISTO. Viven y comparten en la presencia de seres de luz, ángeles ministrantes y seres exaltados, con la capacidad de organizar mundos y vida, con el pleno conocimiento de las leyes de DIOS y su justicia.
10. NO APROBADOS. Comenzarán de nuevo en un ciclo sin fin en su eternidad, asumiendo el conocimiento de acuerdo a su interés y perseverancia, con lo cual existirá una limitación voluntaria entre los hijos de DIOS de obtener bendiciones y nuevos conocimientos, hasta que de manera AUTOSUFICIENTE, puedan superarse.
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