NUESTRA CIVILIZACIÓN A LA DERIVA.

¿HACIA DÓNDE MARCHAMOS COMO

CIVILIZACIÓN?

VAMOS CAMINO A DESTRUIR   NUESTRA PROPIA  EXISTENCIA

Zacarias Jelinek

4-2-21

 

EL  MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO, EL DIVORCIO Y EL ABORTO  ESTAN EN CONTRA DEL ORDEN DE UN PADRE OMNISCIENTE, ORGANIZADOR DEL UNIVERSO Y MUNDOS SIN FIN, CREADOR DE LA VIDA.

REFLEXIONEMOS:

1.    EL MATRIMONIO, fue instituido luego de organizar  la vida en nuestra esfera tierra,  uniendo  al hombre y a la mujer como pareja en el jardín del Edén. Este evento, ocurrió antes de que los seres humanos asignados a esta tierra,  decidieron emanciparse usando su libre albedrío, dejando de lado   su inmortalidad. Solo así   servirían como instrumentos multiplicadores de la vida, para que sus hermanos espirituales también recibieran cuerpos de  carne y huesos a su semejanza. El matrimonio nos organiza como familias y nos enseña a ser padres, hijos y hermanos. De manera, que la vida es solo posible entre sexos opuestos y nunca entre sexos iguales, porque desaparecería la vida humana y la  razón de ser de la familia para el progreso eterno.

2.    EL DIVORCIO, es una práctica egoísta que  no está contemplado en el desarrollo en nuestro Universo, porque rompe o quiebra  la unidad y el plan para poblar otros mundos con familias funcionales.  Genera un estado de inseguridad e incertidumbre, que impide que las parejas afectadas puedan lograr los sagrados propósitos crecer juntos por las eternidades, compartiendo el gozo y la felicidad que suministra el seguir el camino del Padre, para regresar a su presencia como seres exaltados.   El divorcio nunca construye, por el contrario destruye.

3.    EL ABORTO, pone pausa al derecho que tienen  de  nacer todos los  hijos espirituales de DIOS de cumplir con sus convenios espirituales asumidos antes de venir a la tierra, para tomar cuerpos carnales y así poder continuar con su experiencia de vida  y desarrollar su  espiritualidad. Los motivos y excusas para implantar este crimen de manera legal, consciente y voluntaria, se debe  a la enfermedad social y a nuestro cambio genético de cuerpos perfectos a imperfectos. A la ignorancia acumulada por seguir falsos maestros y guías temporales de muy  escaso conocimiento y experiencia, que solo persiguen la vida como una  casualidad, competencia o un accidente biológico sin propósito alguno.

El aborto  elimina y manipula el  buen uso del albedrio, mantiene cautivos o presos a los espiritus que aceptaron nacer, sin poder lograrlo, porque sus propios hermanos se lo impiden. Atenta contra  la libertad de conciencia. Es un crimen egoísta a la vida, que le pone pausa y frena el necesario aprendizaje y experiencia a los hijos de DIOS PARA VIVIR EL PLAN  DE SALVACIÓN, PARA  ALCANZAR LA EXALTACIÓN Y LA VIDA ETERNA.

El aborto es enemigo del plan de  salvación,   sabio proceso que JESUCRISTO diseño, para que todos sus hermanos espirituales, que heredamos la muerte de nuestros primeros padres terrenales como consecuencia de activar su albedrio en el estado terrenal,  nos pudiéramos emancipar de la esclavitud de la muerte.  Su evangelio nos permite retomar el camino correcto para regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial, probados en todas las cosas para ser merecedores de la EXALTACIÓN.

LA EXALTACIÓN,  significa la posibilidad de alcanzar el mayor estado o nivel de Gloria posible en el Reino Celestial, que tenemos  todos  los hijos espirituales de nuestro PADRE ETERNO ELOHIM, completado nuestro ciclo en el estado terrenal. Este será logrado  por nuestro propio deseo,  esfuerzo y decisiones,  utilizando el  conocimiento aprendido,   cualidades y méritos que hayamos logrado   durante nuestro tiempo de auto edificación y aprendizaje desarrollo personal. La experiencia espiritual y terrenal  donde hayamos nacido para tomar un cuerpo físico carnal, se unirán para nuestra evaluación frente a nuestro Salvador Jesucristo y nuestro Padre, donde también comparecerán todos los que han estado relacionados o formado parte de nuestro entorno y proceso de aprendizaje, como  justos testigos.

El profeta José Smith, enseñó  que para poder entender realmente quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, debemos saber con certeza que  Dios en un tiempo, fue humano como nosotros somos y  habitó sobre una tierra, como Jesucristo mismo lo hizo. También pasó por sus pruebas y  sacrificio expiatorio, para la salvación de otros  hijos espirituales con  otros padres universales, completando círculos de eternidades que se repiten en ciclos sin fin, al no existir principio ni fin en la existencia de la materia y las partículas cuánticas inteligentes.

Elohim se convirtió en el Padre espiritual de todos nosotros en nuestra eternidad, producto del desarrollo de su auto-conocimiento alcanzado sobre las inteligencias cuánticas eternas. Su manifestación y presencia originó el génesis de los sistemas planetarios,  donde surgió  la vida y se formó el ser con la potencialidad  originaria heredada de esa esencia, para organizar los elementos y multiplicar la vida. Para ello es necesario conocer la materia cuántica y las  partículas que conforman las inteligencias, medio en el cual existimos que recién estamos descubriendo e investigando.

Por lo tanto ese proceso, la experiencia y el aprendizaje le permite a nuestro Padre Celestial,  conocer las pruebas por las que pasamos, nuestras debilidades, fortalezas  y  pecados. Él aprendió y experimentó   el amor, la compasión y la misericordia, y desea compartir todos sus logros con nosotros, para que lleguemos a alcanzar el estado de Gloria y la calidad de vida que Él ha edificado. Si entendemos esto, nuestra existencia no estaría sumergida en los tres elementos mencionados en este artículo para destruir en lugar de edificar y  construir.

 

La exaltación es el don más grande que nuestro Padre Celestial puede dar a Sus hijos (véase D. y C. 14:7). Los que reciban la exaltación en el reino celestial por medio de la fe en Jesucristo, recibirán bendiciones especiales. El Señor nos ha prometido: "que todas las cosas pueden ser nuestras" (D. y C. 76:59). Esta promesa implica un alto grado de responsabilidad al entregar y delegar autoridad para aprender a actuar  en su reino y sistema de gobierno; por eso el orden a seguir debe ser cumplido y respetado de acuerdo a las leyes que rigen en este Universo, que recién estamos observando para escapar de la tierra que destruimos y tan mal administramos y ministramos.

 Algunas  bendiciones que recibirán las personas que logren la exaltación, mediante el  SEMPITERNO CONVENIO DEL  MATRIMONIO CELESTIAL    SELLADO EN LOS CIELOS.

1.    Llegaremos  a ser Dioses (véase D. y C. 132:20–23).

2.    Estaremos unidos eternamente con los miembros justos de la familia y podrán tener progenie  espiritual eterna, conformando equipos afines para organizar y poblar mundos.

3.    Recibiremos  una plenitud de gozo y creceremos de gloria en gloria por el trabajo alcanzado.

4.    Tendremos todo lo que nuestro Padre Celestial y Jesucristo  desean compartir: poder, gloria, dominio y conocimiento (véase D. y C. 132:19–20).

5.     Creceremos en conocimiento y sabiduría  de gracia en gracia.

 

Requisitos para la exaltación

ü Debemos aceptar el Evangelio y todos sus convenios para edificarnos.

ü Asumir las obligaciones  y responsabilidades de trabajo que ofrece el Señor, mediante mayordomías para servir.

ü Andar en la luz, comprendiendo la verdad y las leyes que las rigen.

ü  Vivir  cada palabra  o instrucción para nuestro beneficio eterno nos enseñan nuestros padres espirituales.

ü Cultivar nuestra fe en Jesucristo,   hasta el fin de nuestra prueba.

ü  Nuestra fe en Él, debe ser tal que nos motive a arrepentirnos,  viviendo y obedeciendo sus  consejos, guías o mandamientos.

ü Ser bautizados por inmersión como símbolo de nacer de nuevo del agua, para iniciar nuestro proceso de santificación y purificación.

ü Recibir la imposición de manos para ser confirmados miembros de su orden y organización celestial, recibiendo el don del Espíritu Santo.

ü Los varones deben recibir  la autoridad de Dios   mediante el sagrado sacerdocio para actuar en su nombre.

ü Debemos recibir la investidura del templo. Don necesario para ser instruidos de conocimiento sagrado como templos vivos de Dios.

ü Debemos contraer matrimonio por la eternidad, ya sea durante esta vida o en la venidera, mediante la obra vicaria realizada en la tierra por los vivos.

ü  El Señor nos manda Amar a Dios,  a nuestro prójimo y a nosotros mismos.

ü Guardar los mandamientos, para mantenernos en el camino correcto.

ü Arrepentirnos de nuestras faltas y errores, para santificarnos.

ü Buscar los datos necesarios de nuestros familiares que han fallecido y recibir las ordenanzas salvadoras del Evangelio por ellos.

ü Asistir a  la Iglesia para  renovar los convenios bautismales, participar de la Santa Cena y recordar el sacrificio expiatorio de Jesucristo.

ü Amar a los miembros de nuestra familia y fortalecerlos para que se mantengan en los caminos del Señor.

ü  Orar tanto familiar como individualmente, para mantener nuestro contacto espiritual, para   recibir guía e inspiración.

ü Compartir el Evangelio  por medio de la palabra y del ejemplo.

ü Estudiar y escudriñar  las Escrituras, para alimentarnos de la verdad.

ü Escuchar y obedecer las palabras inspiradas de los profetas del Señor.

ü  Recibir al Espíritu Santo y aprender a seguir Su guía en nuestra vida.

 

El profeta José Smith enseñó: "Cuando subimos por una escalera, tenemos que empezar desde abajo y ascender peldaño por peldaño, hasta  llegar a la cima. Debemos empezar  y seguir adelante  aprendiendo y ejercitando estos principios para alcanzar la  exaltación. NO SERÁ ALGO FÁCIL. Requiere aprender a gobernarnos a nosotros mismos, paso a paso precepto a precepto. No todo se va a entender en este mundo. Moriremos y continuaremos  la obra de aprender acerca de nuestra salvación y exaltación  más allá de la tumba al resucitar en el milenio. Aún tenemos que consumir leche en lugar de carne como lo  señaló el apóstol  Pablo.

Regresar a casa será algo maravilloso y glorioso. Nos sentiremos gozosos y felices. Podremos escuchar el recibimiento de nuestros padres y familias escuchando  que  "sobre poco hemos sido fieles y sobre mucho más aprenderemos. Es la manera  de entrar en el gozo de nuestro señor" (Mateo 25:23). Nunca dejaremos de aprender y crear. El tiempo de aprendizaje siempre será AHORA.