ENTRAMPADO EN CAURIMARE CAPITULO 5.

ENTRAMPADO EN CAURIMARE

CAPÍTULO 5

ZACARIAS JELINEK

16-4-24

IMPORTANTE REFLEXIÓN PREVIA.

Como  Representante Regional de Venezuela, asistí  a una conferencia general  en la sede de la  Corporación de la Iglesia de Jesucristo SUD  en Abril de 1991.  Un importante apóstol,  nos manifestó,  que la Iglesia se  había desviado ligeramente del rumbo.  Que nuestra misión primordial consistía en darle más importancia a la ministracion de personas, que a la administración de asuntos temporales. Esa oportuna advertencia,  me impactó  en ese momento, por la experiencia que conocía en Venezuela, desde mi  posición como líder eclesiástico   y empleado temporal  de la Corporación. En Enero de 1992, la Presidencia de nuestra  área  invitó a  los Representantes Regionales  a una capacitación en Quito-Ecuador. Nuevamente se alertaba que los líderes necesitaban estar más  centrados en el Señor y en el proceso de la conversión. Se había perdido algo en  el enfoque en lo  ministrativo (personas)  y se estaba más centrado en asuntos administrativos, informes y  procedimientos.

 

Ahora simplificaré los hechos ocurridos al poco tiempo de estas dos inspiradas  amonestaciones efectuadas por importantes líderes eclesiásticos  de la Corporación. Señalaré  los pasos administrativos que me llevaron inocentemente a entrar en una mega trampa, de la cual pude salir solo,  sin  recibir la ayuda de ningún líder, que de manera complaciente o por omisión,  evitaron opinar y actuar ante el poder y la autoridad administrativa ejercida, desde SLC-UTAH. Quede solo, entrampado con mi familia, que confiaba en la dignidad y responsabilidad de la Corporación. 

CARTA DE DESPEDIDA DEL PRESIDENTE SALIENTE DEL ÁREA SUDAMÉRICA NORTE.

Antes de recibir la propuesta de mi renuncia en marzo de 1991 por la Corporación,  le había escrito al Presidente del Área,  donde entre otras cosas le decía: "Estoy siendo atacado duramente. Nunca había tenido tantos ataques y presiones en mi contra. Existe una oposición externa a Venezuela dentro de la  misma corporación. No tengo duda de que mi Padre Celestial me ha protegido a través suyo.  Sigo en mi trabajo como empleado, gracias a usted, a pesar de la lucha por hacerme renunciar.  No sé qué pasará conmigo, cuando usted se vaya. …

Poco antes  de partir a su nueva asignación, recibí  respuesta mediante carta manuscrita del Presidente del área donde  dice:

Quisiera antes de salir, agradecerle por su colaboración, durante estos últimos 4 años y su excelente trabajo. No terminamos nuestra asociación por el cambio de asignación y espero tener otras oportunidades en el futuro de trabajar juntos y establecer el reino de nuestro Padre Celestial en Venezuela.

Curiosamente el Elder  termina su reconfortante carta agregando antes de su firma "Con amor y sostenimiento." Fue la despedida de un verdadero líder hacia el hermano en momentos que  necesitaba apoyo y aliento.

 Ante el ataque que surgiría en  mi contra por el Director de asuntos temporales, que permanecía en su cargo con mucho apoyo,  fui invitado con mi esposa y otros  dos líderes a una cita en Bogotá Colombia, con un apóstol de la Corporación. Desconocía el motivo, pero los otros dos líderes invitados de Venezuela,  fueron luego de la reunión,  llamados a servir una misión de tiempo completo por tres años en otros países.  Al no ser llamado, pensé que las irregularidades administrativas ocurridas en Venezuela,  habían trascendido a  los EEUU y la posible solicitud de ser considerado para salir a una misión, fue rechazada por el apóstol.  

Uno de los llamados a esa cita con el apóstol era quien era mi jefe en Caracas que dependía directamente del Director de asuntos temporales en Quito. Tiempo después lo pude confirmar en la propia sede de la Corporación en SLC-Utah,  cuando  me fue negado reunirme con el Presidente de la Corporación,  teniendo pruebas traducidas al inglés  en la mano.  Fui remitido a  ese mismo  día en febrero de 1997, a reunirme   con una Autoridad General, que conocía bien, en virtud de que el  Presidente de la Corporación  no podía atenderme o no fue avisado de mi presencia luego de un largo y costoso viaje,  previo al envío de cartas sin respuestas, solicitando ser escuchado. (Para esa fecha el templo de Caracas había sido anunciado  en 1995).  Tuve conocimiento durante la entrevista,  con una Autoridad General asignada para atenderme,  de  la existencia de un largo y difamatorio informe, donde se desacreditaba y deshonraba mi actividad moral, espiritual y  sobre todo profesional en construcciones como empleado de la Corporación en Venezuela. El informe  hacía mención a 17 acusaciones falsas y muy mal intencionadas, de las cuales solo se me permitió tomar nota de su contenido,  que respondí a la misma Autoridad General  tan pronto regresé a Caracas. Nunca   recibí respuesta alguna a mi defensa. Me fue negado conocer los nombres de  quienes firmaron y testificaron de ese  criminal  informe difamatorio. Los firmantes hasta hoy anónimos, son algunos de los que deben arrepentirse, por el grave daño hecho a mi persona y familia, en el lugar donde se encuentren.  Sin duda debe existir en los archivos de la Corporación en SLC, el original o copia del registro de ese falso y fatal informe para mi familia.   

SUGERENCIA A  RENUNCIAR.

Tan pronto el Presidente saliente del área   viajó a Utah a su nueva asignación, en 1992-93, fui llamado   a la oficina del gerente regional de Venezuela, quien muy compungido me informa: siguiendo instrucciones del Director de Asuntos Temporales,  debo renunciar a la Corporación. Mi respuesta inmediata fue que no había razón alguna de mi parte para renunciar.  Insistió  firmara la carta  "membretada con el nombre de Jesucristo". Agregó Que lo hacía  presionado bajo expresas instrucciones del Director de asuntos temporales, quien por sus actuaciones  poder, autoridad y miedo que generaba en su equipo,  lo señalan como responsable de la planificación  de mi despido a como diera lugar.

DESPIDO NEGOCIADO.

EL QUESO EN LA TRAMPA PARA CAZAR RATONES.

Ante mi negativa de firmar la carta de renuncia presentada, acude a Caracas el nuevo Presidente del Área eclesiástica estadounidense,   quien me sugiere que "mejor sería renunciar". A cambio,  me ofrece que trabaje como contratista  de construcciones para la Corporación". Que sería más útil y provechoso para mi trabajar de manera independiente. Que tenía la suficiente capacidad y experiencia para manejar dos o más proyectos. Agrego   que recibiría un pago como indemnización por mi trabajo temporal  y que con ese dinero podría organizar la empresa y entrar en la próxima licitación que estaba en proceso. Viniendo esa oferta de una Autoridad General  descendiente de pioneros como  el  nuevo presidente  del área, que respetaba, acepté su oferta con un sentimiento de rechazo espiritual.   

Poco tiempo después  del despido negociado, en la Corporación, en Diciembre de 1992,  recibí un relevo honorable como Representante Regional, mediante carta firmada por  el entonces Presidente  de la Corporación.  Dos cartas con contenidos contradictorios, dentro de la misma Corporación, que recibí en muy corto tiempo. La primera apoyada por un líder eclesiástico administrativo mediante un despido negociado y la segunda del  Presidente de la Corporación. El problema de fondo, es que a lo largo de este lamentable proceso, lo más importante no fue mi imagen  y su familia, sino el dinero,  el poder y la influencia.  Ambos líderes actuaron con el mismo Sacerdocio mayor, uno con visión puramente terrenal administrativa y el otro espiritual- Ministrativa. El uso de dos sombreros, se refiere al  acordar  posiciones  distintas en determinados momentos, de acuerdo a la autoridad ejercida  y  la función que se ejerce.

En Junio del 92,    bajo la dirección del asesor legal de  área,    recibo una primera carta,   donde se me limita el poder legal  para actuar como comprador de propiedades de la Iglesia. Textualmente decía "Para evitar complicaciones en su calendario (Que nunca las hubo), estimamos conveniente, delegue ese poder, al  Presidente de la Estaca Caracas. Con apenas 5 días de diferencia, recibo la segunda carta firmada igualmente por el abogado del área, donde dice: "sería conveniente para las operaciones de la Asociación o Corporación, agregar que el nuevo seleccionado firme los contratos. Estas dos cartas indicaban que el plan del DTA,  se ponía en marcha de manera acelerada, ante el inicio urgente del nuevo   multi-proyecto  Caurimare. El Director temporal,   también  ordena se me retire la asignación de trabajar con las visas de los misioneros asignada por el Presidente del Área saliente.  Al poco tiempo se despide al tramitador que trabajaba conmigo,  ante la Dirección de  Cultos del Ministerio de Justicia.  La prohibición del ingreso   de misioneros norteamericanos  se había eliminado  totalmente y todo marchaba bien. Sin tener que pagar muy altos honorarios a un bufete internacional que cobraba sin generar  resultados. Los misioneros  ingresaban con una visa temporal renovable,  contraria a los artículos de Fe.  

Finalmente el 14 de diciembre del mismo año se completa el plan del DTA cuando recibo el "relevo honorable" del llamamiento de Representante Regional que había ejercido por unos 7 años. Relevo firmado por el Presidente de la Corporación que estoy seguro estaba ajeno  a los antecedentes difamatorios  prefabricados  en mi contra.

 ¿Cómo podía seguir siendo un líder eclesiástico confiable, quien había sido despedido de las oficinas administrativas y posteriormente acusado sin opción a su defensa de incapaz,  chantajista, mal administrador por sus propios hermanos espirituales  compañeros de trabajo ¿Cómo se podía justificar mi ausencia intempestiva  de las oficinas, y del departamento de construcciones, donde se manejaban importantes cifras construyendo costosos  proyectos, donde se administrava dinero? Los malos comentarios  y dudas comenzaron a surgir y extenderse entre las personas que me conocían, afectando seriamente a mi familia, que decidió dejar de asistir a la Iglesia.

Siendo que mi persona   tenía importantes responsabilidades eclesiásticas, se trató de hacerlo de  manera que   mi nombre pero principalmente el de la "Corporación", no se vieran  afectados. Los abogados del mundo contratados por el Área legal, utilizaban términos contrarios e indignos de ser mencionados  en documentos que utilizaban  el nombre de Jesucristo. Lo cual rechacé y  protesté varias veces. El documento finalmente se firmó sin reconocimiento alguno por parte de la Corporación  de un importante monto retenido indebidamente  por años por trabajo ejecutado, pese a las trabas y a la falta de recursos retenidos alegando atraso e incumplimiento del contrato, cuando las pruebas indicaban la mala Fe existente para alejarme y descalificarme.    

Al poco tiempo, el  nuevo  Presidente del Área,  convocó a una reunión con todo el personal de empleados, para informar que cesaba en mis actividades en las oficinas temporales, explicando que sería muy útil por mi experiencia, continuar trabajando para la Iglesia como contratista, construyendo capillas. Guarde silencio. Esa no era la verdad de los hechos. El DTA había logrado despejar el camino y luego pondría en marcha su maquiavélico plan para destruir mi imagen, tomar el control sobre  el gran multi-proyecto  Caurimare,   edificando su orgullo, buscando valorizar  su imagen ante las Autoridades Generales.   Sus siguientes  e importantes  asignaciones  que obtuvo,   así lo demostraron.

EL PRIMER  TEMPLO de Venezuela en  CAURIMARE-CARACAS se había anunciado  en 1995. La primera palada se realizó en 1999.  Se  concluyó y dedicó en agosto 2000. Durante todo ese tiempo de casi dos años de construcción  la gran trampa estuvo montada y nadie hacía nada por desmontarla, pese a mis múltiples intentos e informes técnicos enviados, respaldados por profesionales en la materia. Incluso que todo el terreno había sido un relleno sanitario mal compactado y había sido la causa de la demolición de una capilla grande modelo cascada.

Poco antes del  devastador deslave de Vargas en diciembre 1999, luego de copiosas lluvias durante 15 días fuera de la temporada seca en Venezuela y con miles de víctimas y damnificados  calificado como un desastre natural, que afectó al 70 % de la población de ese estado, muy cercano por cierto linealmente con la construcción del templo, separado del mar por el cerro Ávila,   la Corporación bajo la presión de un juicio legal con abogados del mundo, sugerido por la propia Corporación, que rechazaba todos mis informes y argumentos,  asumió el compromiso de reintegrar  todo el dinero retenido ilegal y arbitrariamente  durante años a la empresa JELINEK CONSTRUCCIONES  C.A. Empresa  INACTIVA Y QUEBRADA  que había  sido  organizada por recomendación de la propia Corporación en 1993-94. La empresa con ayuda de amigos y recursos propios,  pudo concluir la construcción del proyecto Guatire, pese a la retención del 100% de  pagos muy importantes  y mantener  el 50% del monto del contrato mediante argumentos contables y multa millonaria, actuando  de  mala fe para evitar terminara la obra y así demostrar mi incapacidad.   Sin embargo en el falso informe, se señala que la obra me fue retirada por incumplimiento y mala calidad.  Ante una auditoria acordada con  el  nuevo Presidente de Área asignado, se determinó,  que muchos soportes de la obra habían desaparecido y no había evidencia de ellos en los archivos del proyecto.

NOTA.  EN EL PRÓXIMO CAPITULO 6, concluirá este lamentable relato de la vida real, identificando los elementos utilizados para  generar iliquez y atraso premeditado, para completar el armado de la gran trampa, donde quede ENTRAMPADO  con mi familia, sin dinero y quebrado durante   10 años,  cuando un abogado  CONTRATADO  por mi persona  sugerencia de la Corporación,  les informo estudiado el caso, que iniciaría un juicio penal en su  contra  por retención  indebida de fondos, incumplimiento de contrato,  daños morales y espirituales a un miembro de esa corporación,  cuya dignidad era reconocida por sus gestiones exitosas  como líder eclesiástico. ALGO INCREÍBLE PERO CIERTO, que ocurrió y seguirá ocurriendo en medio de la gran lucha de las inteligencias  entre las fuerzas del bien y del mal.