Diezmos y Satanas devorador Fe y testimonios.
LOS DIEZMOS
Y EL DEVORADOR DE FE Y TESTIMONIOS.
Félix Jelinek Maldonado
9-2-20
El SEÑOR cuando restauro su Iglesia, estableció la ley de consagración basado en un principio divino mayor, propio de su sistema de vida. Consistía voluntariamente en dedicar, nuestro tiempo, talento, habilidades y bienes materiales para establecer el reino de Dios sobre esta tierra. Este principio igualaba a las personas, no existiendo ricos ni pobres. Su aplicación no fue entendida por una mayoría de miembros en momentos muy difíciles, en los cuales sobrevivían en medio de persecuciones y necesidades extremas en un territorio inhóspito, donde el estar protegidos y trabajar la tierra, era muy duro. La cultura europea traída por lo pioneros, la influencia del sistema económico imperante, que poco a poco penetraba a los colonos mormones genero contenciones y el afán de lucro por acumular riquezas y bienes materiales aun entre líderes. Esto demostró que el pueblo de Sión no estaba preparado para vivir esa maravillosa ley de amor, servicio Y JUSTICIA. Fue sustituida por una ley inferior que conocemos como la ley de diezmos, que consiste en contribuir con la décima parte de nuestros ingresos totales para la obra del SEÑOR. Sabiamente el SEÑOR "que no necesita de pago alguno de nuestra parte y tampoco cobra por los servicios gratis con los cuales doto esta planeta para nuestra vida y bienestar", nos prueba como seres naturales individuales y conoce cuan convertidos estamos en seguirle y contribuir a la edificación de su obra, cuando simbólicamente nos metemos la mano en el bolsillo o la cartera, para compartir tomando una de las diez monedas que le pertenecen al SEÑOR, creador de todo lo que somos y tenemos…
La palabra diezmos, siempre la asociamos con dinero, pago, contribución, donación, obligación económica, mandamiento, beneficio, obligación, obediencia, mandamiento pagar la décima parte, multiplicación, abundancia. Pero aunque tiene mucho de esos conceptos, durante la pasada devocional a Venezuela el Apóstol Todd Cristofferson, que acompañaba al Presidente Russell Nelson, se refirió a la importancia para los miembros de la Iglesia en Venezuela de cumplir con la ley de diezmos. Enseño que estaríamos protegiéndonos en contra del devorador, refiriéndose a Satanás. Devorar significa comer hasta saciarse y para que ello ocurra, el devorador requiere conseguir su alimento en nuestra Fe y testimonios que tengamos de nuestro Salvador Jesucristo.
No se trata pues de un castigo de los cielos por ser morosos en pagar por los servicios y bendiciones recibidas, que realmente NO TIENEN valor espiritual alguno, se trata de las consecuencias por vivir ante la presencia y alimentar con nuestros actos indignos, cada vez con más poder el plan de MISERIA DEL ABVERSARIO.
Viviendo Venezuela una crisis severa por la falta de alimentos, donde existe separación de familias, desesperanza, testimonios que se enfrían, individuos y familias que se alejan de la Iglesia, apagando sus velas, no reponiendo el aceite de sus lámparas y colocando la luz de Cristo bajo un almut, no solo disminuyen su FE, sino que no aportan nada por ayudar a mejorar la situación de nuestros hermanos venezolanos. Dejar de participar de la Santa Cena, debilita nuestra coraza espiritual protectora, quedando algunos a merced de los dardos encendidos que envía el adversario, cuando dejamos de invitar a el espíritu de Jesucristo, que este todas las semanas en nuestras vidas. El hambre, la escases, la falta de medicinas e insumos y de trabajo, no solo destruyen, sino que astutamente satanás en su ignorancia, ansias de poder y gloria, intenta quebrar o socavar nuestra lealtad ante el SEÑOR, que es un Dios de milagros, cuando lo mantenemos en nuestras casas, una vez que le abrimos la puerta cuando toco en ella.
Pasar hambre, no tener que comer, representa el quiebre de la fortaleza espiritual de muchos, que no pueden alimentar a sus familias y niños, causando desasosiego, desesperanza y alejamiento de DIOS. Otros comienzan a poner en duda, sus creencias como personas naturales que somos, porque han edificado su Fe sobre la arena y no sobre la roca que es Cristo. Venezuela descansa sobre la fortaleza de nuestra fe y conversión, por esa razón el Profeta en su mensaje nos bendijo e invito para ser verdaderos discípulos y predicar el evangelio con nuestros ejemplos. Dejar de asistir, no tomar la Santa Cena y buscar siempre justificaciones ante nuestros retos y desafíos, es sencillamente dejarnos vencer y servir de alimento para hacer crecer el plan del adversario.
El apóstol agrego, que esta condición de extrema necesidad de los venezolanos, la conoce muy bien el SEÑOR y él nunca nos abandonara si luchamos y permanecemos fieles a los convenios que hemos realizado desde la prexistencia.
Cuando Satanás tentó a Jesús en el desierto, donde permaneció por 40 días con sus noches, tuvo hambre y Satanás le recordó que con su poder podía convertir las piedras en pan y alimentarse. Ponía a prueba la fortaleza espiritual y la Fe de Jesús por su Padre ante la debilidad de la carne. También puso a prueba su lealtad y orgullo al recordarle quien era y lo que Él podía hacer por el mismo. Pero Jesús salió vencedor y fortalecido para cumplir su sacrificio por todos nosotros. TRATEMOS DE EMULARLO Y SEGUIRLE NO SOLO CON PALABRAS SINO CON HECHOS.
Finalmente debo reconocer ante mis hermanos, que durante estos 47 años que llevo de miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con toda seguridad no puedo considerarme un pagador de diezmo completo. Como administradores de nuestros propios ingresos, nos auditamos a nosotros mismos y realizamos ajustes para conciliar, justificar conceptos, las cuentas y los números. Mientras estamos a cargo como sacerdotes de nuestra familia, nuestras propias evaluaciones afectan a todos….. Aunque no me gusta el termino robar a DIOS, simbólicamente lo hacemos y ello merma nuestras bendiciones sobre nosotros y Venezuela.
GRACIAS ELDERES NELSON Y CRISTTOFERSON EN NOMBRE DE VENEZUELA POR SU MENSAJE TAN SABIO QUE INVITO A LA REFLEXIÓN A QUIENES SEGUIMOS A
JESUCRISTO.
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