Parte 2 Ciclos de desarrollo como inteligencias del Alma Humana.
EXISTENCIA COMO INTELIGENCIAS ORGANIZADAS.
CICLOS DE DESARROLLO Y APRENDIZAJE DEL ALMA HUMANA.
Zacarías Jelinek
3-11-21
PARTE 2.
1. ESTADO CUÁNTICO. PARTÍCULAS INTELIGENTES CON ENERGÍA.
Nuestra existencia como INTELIGENCIA ORGANIZADA es como el valor numérico que se va expresando en las matemáticas, es INFINITA. Nuestra eternidad requiere pasemos por estados o dimensiones diferentes, sumando conocimiento. Este proceso constante genera experiencia, aprendemos a conocernos y controlarnos, para alcanzar la autosuficiencia y la omnisciencia, calificados, guiados y aprobados, por inteligencias mayores que conocemos como DIOSES. Podremos ministrar mundos como SERES RADIANTES DE LUZ en este Universo, que recién estamos descubriendo, para vivir, multiplicar la vida y sumarle Gloria al REINO DE NUESTRO PADRE ELOHIM.
2. ESTADO ESPIRITUAL PREEXISTENTE.
Como seres espirituales, luego de un largo proceso de existencia y aprendizaje en ese 1er estado, tuvimos conocimiento de nuestra existencia. Por ello fuimos convocados para conocer el proyecto para llegar a ser como nuestro Padre Celestial; un ser corporal perfecto, omnisciente, omnipotente, omnipresente, inmortal y eterno. Allí se nos ofreció compartir todo su conocimiento y poder alcanzado, hasta llegar a ser Dioses potencialmente organizadores de Universos y mundos, como ellos lo han logrado. Aceptamos libremente obedecer y seguir las instrucciones recibidas, que implicaba necesariamente, ser dotados de un cuerpo carnal, para poder seguir aprendiendo bajo condiciones y leyes diferentes. Nacimos con un cuerpo perfecto para poder sentir, experimentar y fijar el conocimiento espiritual, integrando ambas materias, la espiritual y la carnal. Este último tomado del mundo terrenal organizado para nuestra vida. Nuestros cuerpos nacieron perfectos a la semejanza de nuestro PADRE ESPIRITUAL. Fuimos integrados como almas humanas en el tiempo, lugar y grupo humanos, según convenios establecidos, de acuerdo al progreso y obediencia, alcanzada como espíritus. Por esa razón solo 2/3 partes de los espíritus convocados a ese gran concilio de espíritus y Dioses exaltados, en uso pleno de nuestra libertad como seres independientes, aceptamos venir a esta esfera organizada para continuar aprendiendo, prometiendo ser obedientes a los convenios que nos fueron propuestos y aceptados ante el mayor de todos los Dioses de este Universo, Elohim. 1/3 parte de su progenie espiritual, no aceptaron someter sus espíritus a un cuerpo desconocido, actuar sin tener memoria de su vida espiritual pasada y dejar de vivir sin la garantía de seguir viviendo. Por ello decidieron seguir otra propuesta presentada, que se oponía al Plan presentado por Elohim. Su propuesta fue debatida y aprobada por la mayoría de sus hijos. Finalmente su plan y ejecución fue aceptada por su hijo primogénito Jehová, llamado Jesús el Cristo así llamado en la tierra y Jehová en los cielos, significa, el que fue, es y será por siempre.
3. INTEGRACIÓN DE LA MATERIA ESPIRITUAL Y CARNAL.
Quienes si aceptamos integrar ambas materias, para conformar el ALMA HUMANA, ejerciendo nuestro albedrío sin recordar nuestro pasado, aceptando un cuerpo para experimentar y ser probados en todas las cosas, con absoluta fe y confianza en JESUCRISTO, nacemos en esta tierra. Durante esta vida terrenal temporal pero necesaria para actuar libremente, aprendemos a decidir, para edificarnos individual y colectivamente. Practicando la obediencia, ejercitando las leyes que rigen nuestro estado espiritual y carnal, dependemos de nuestra individualidad, de las acciones y actuaciones de nuestros hermanos espirituales que nos acompañan. Recibimos ayuda, guía y orientación permanente para avanzar entre muchos obstáculos, en esta aventura, enfrentando la necesaria oposición para decidir y actuar. Conocíamos que seríamos probados en todas las cosas y que nuestra obediencia sería puesta a prueba muchas veces, así como nuestra lealtad y amor a Jehová, en quien Elohim delegó toda su confianza. Como su hijo primogénito espiritual fue ungido en la carne para vivir la experiencia terrenal y poder ser el salvador y redentor de sus hermanos espirituales. Durante esta etapa de aprendizaje y desarrollo, JESUCRISTO nos visitó, murió, se sacrificó por nosotros, asumió nuestros pecados y faltas, por ser el llamado para ejecutar el plan de nuestro Padre. Por ello para rescatarnos de la muerte tanto física como espiritual, perdida al inicio de nuestra existencia como almas humanas, por la transgresión de nuestros padres biológicos Adán y Eva, entregó su vida, como ofrenda, para poder retomar la nuestra, al resucitar. De esta manera regresamos al camino correcto para continuar avanzando hacia la presencia de nuestro Padre Elohim como seres exaltados, que fue el convenio y compromiso contraído, que todos contrajimos con nuestro Padre, cuando apoyamos seguir a Jehová antes de venir a la tierra.
4. MUERTE FÍSICA. REGRESO AL MUNDO ESPIRITUAL.
Luego de nuestra muerte corporal por causas y en momentos diferentes, nuestro espíritu regresa al mundo espiritual, teniendo memoria de nuestras obras y registro de vida en la tierra. Ambas memorias, la espiritual y la material se integran, tan pronto cambiamos de estado. Somos recibidos por familiares y ángeles ministrantes, que nos asignan a estados de espera, trabajando en el conocimiento terrenal y espiritual atesorado durante nuestro ciclo de vida en la tierra. Unos disfrutan de paz, gozo, alegría y felicidad, compartiendo el conocimiento alcanzado y de las buenas obras y servicios alcanzados. Otros en estado de espera permanecerán bajo dolor, sufrimiento y frustración, por haber desaprovechado el tiempo de su aprendizaje. Será un reencuentro con millones de espíritus unidos por nuestros linajes como descendencia de nuestros primeros padres terrenales Adán y Eva. Estos dos lugares o estados en el mundo espiritual cuántico, son conocidos como el Paraíso y la prisión. Este último llamado así, por ser un lugar limitado o restringido para actuar por nuestras obras y registro de vida en la tierra. No se puede avanzar sin aprobar los niveles anteriores de conocimiento. Allí esperaremos el momento de nuestra resurrección, relacionándonos con grupos y equipos de trabajo que siguen reconociendo y uniendo familias, predicando el evangelio, trabajando en la edificación del reino de Dios en la tierra y en otros lugares del Universo.
Es una promesa que completado el ciclo y el tiempo de vida temporal, que puede ser truncada o suspendida temporalmente, al convivir con hermanos espirituales que ejercen su libertad para actuar, nuestra vida se completará la vida durante el milenio durante la resurrección. Allí permanecemos en el mundo espiritual esperando ser llamados en momentos diferentes para resucitar durante el Milenio, para retomar nuestros cuerpos físicos, que nuevamente se integrará a su espíritu, para ser reunidos en un estado perfecto. Cada quien resucitará en el momento establecido, o bien al principio, durante o al fin del milenio, según su desarrollo y nivel alcanzado como almas humanas. En este ciclo de existencia como seres ya resucitados, todos tendremos la oportunidad de continuar nuestro progreso, completar nuestros ciclos de trabajo como familias, preparándonos para el momento en que seremos llamados para nuestra presentación de nuestro registro de vida, ante quien dirige la misión de rescate y salvación Jesucristo, al final del milenio
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