EL DIEZMO ORDENANZA SAGRADA DE GRATITUD.


EL DIEZMO  ORDENANZA  SAGRADA

DE GRATITUD VOLUNTARIA

PARA QUE GERMINE EL TRIGO.

Zacarías Jelinek

26-7-21

El trigo depende del sol y la tierra para crecer. Nosotros también…

El trigo que sembramos entre la cizaña,  será cosechado por el propio JESUCRISTO.

El DIEZMO  es una ley menor que nos prepara para recibir, la ley de consagración, que es una ley mayor, que rige en otras moradas  habitadas por hijos de DIOS en el  universo. Siendo una ley celestial sagrada, no debe referirse o relacionarse con pago o deuda alguna, relacionada con dinero, siendo estos términos mundanos  e impuros.  Tampoco como el medio, esperando  recibir bendiciones terrenales temporales. Nuestra existencia es ETERNA,

El DIEZMO es un sentimiento puro de GRATITUD, que surge de nuestro corazón, por todo lo que somos y hemos recibido para edificarnos, ayudándonos los unos a los otros, PARA CRECER JUNTOS, ejerciendo  el amor  puro de JESUCRISTO a través de su EVANGELIO.

El diezmo   MINISTRADO, fortalece la  AYUDA HUMANITARIA,  ayuda al  BIENESTAR personal y familiar, atiende la EDUCACIÓN,   construye CENTROS DE REUNIÓN y  TEMPLOS,  mantiene los bienes de la iglesia, permite la   PUBLICACIÓN y DISTRIBUCIÓN  de la PALABRA DE DIOS  PREDICANDO  EL  EVANGELIO, permite la  investigación GENEALÓGICA   y contribuye  en  la HISTORIA FAMILIAR de cada persona,  entrelazando nuestros corazones como eslabones y redes familiares, ENTRE EL MUNDO ESPIRITUAL Y EL TERRENAL.

LAS VENTANAS DE LOS CIELOS SE ABRIRIAN, recibiendo bendiciones espirituales  prometidas antes de venir a la tierra. Su no cumplimiento,  retendrá las bendiciones prometidas, manteniendo  un estado de  condenación temporal y no de un castigo eterno. La CARIDAD que el AMOR PURO DE JESUCRISTO y la MISERICORDIA DEL PADRE ETERNO, están a nuestra disposición, cuando entendamos su verdadero significado. La tierra nuestro hogar, comenzará a santificarse y purificarse con el aporte de cada hijo de DIOS en esta tierra.

EL DIEZMO no es una cifra producto de un ajuste o cuadre de conceptos administrativos. Tampoco tiene que ver con cifras mayores o menores,  y mucho menos le asigna importancia a quienes producen y aportan  más…El diezmo es una ordenanza de un valor espiritual absolutamente personal, entre nosotros y nuestro PADRE CELESTIAL, Tiene el mismo valor,  cuando  la ofrenda surge del corazón, sin ser obligados, compelidos  o amonestados.

HISTORIA DEL DIEZMO.

·         Señala  la Biblia, desde  en los tiempos del Profeta Abraham,  este hizo entrega al Sumo Sacerdote Melquisedec  de su ofrenda como diezmo al SEÑOR, como agradecimiento,  por todo lo que  había logrado por su trabajo digno.

·         430 después,  Moisés en el Monte Sinaí, recibió para los sacerdotes Levitas, la Ley del diezmo obligatorio.

·         El diezmo desapareció, al ser  utilizado con fines  militares, por los reyes y gobernantes involucrados en las guerras santas entre musulmanes y cristianos.

·         En 1831 luego de la restauración de la Iglesia de Jesucristo de los SUD en 1830,  el SEÑOR estableció la ley de consagración, para organizar su iglesia.

·         Como la ley no fue entendida,  género divisiones y confusiones entre los miembros,  líderes  y apóstoles de la iglesia de Jesucristo. Por esta razón,  fue  suspendida.

·         Se  restauró  en  Julio de 1838  como una ley menor  de Diezmos preparatoria, que quedó registrado en Doctrinas y Convenios 119, reemplazando cualquier otra práctica  para ese momento.

·          Para  1838 la joven iglesia restaurada, estaba perseguida,  acosada, criticada. Los llamados a servir en el campo por el Profeta José Smith, dejaban a sus familias contando solo con su propio sustento o  con la ayuda de otras familias de la iglesia.  La iglesia tenía deudas importantes que pagar, ante la mora generada por las acciones destructivas de los que se habían declarado enemigos protegidos por la ley. La predicación y el fortalecimiento de la Iglesia era un mandamiento a cumplir y  una necesidad. El profeta requería del trabajo de hombres leales, convertidos al sacrificio y a la obra. jóvenes fuertes que salieran al campo misional, lejos de sus hogares aun estando casados y con hijos.  Tenía que fortalecer el quórum de los Doce debilitado y  consolidar la Iglesia restaurada. Ese era su llamamiento con unos 32 años de edad.

·         Por ello José Smith  le suplico  al SEÑOR, cómo ¿podía responder ante el difícil reto,   y la oposición del adversario  infiltrada,  para  poner en marcha su obra?  Recibió   la revelación que podemos leer: En D.C. sección 119.

·         Los santos han de dar sus bienes sobrantes y, después de eso, dar, como diezmo, la décima parte de su interés anualmente; 6–7, Tal procedimiento santificará la tierra de Sión.

1. De cierto, así dice el Señor, requiero que todos sus bienes asobrantes se pongan en manos del obispo de mi iglesia en Sion,

2. para la construcción de mi acasa, para poner el fundamento de Sion, para el sacerdocio y para las deudas de la Presidencia de mi iglesia.

3. Y esto será el principio del adiezmo de mi pueblo.

4. Y después de esto, todos aquellos que hayan entregado este diezmo pagarán la décima parte de todo su interés anualmente; y esta les será por ley fija para siempre, para mi santo sacerdocio, dice el Señor.

5. De cierto os digo, acontecerá que todos los que se reúnan en la tierra de aSion serán diezmados de todas sus propiedades sobrantes y observarán esta ley, o no serán considerados dignos de permanecer entre vosotros.

6. Y os digo que si mi pueblo no observa esta ley para guardarla santa, ni me santifica la tierra de aSion por esta ley, a fin de que en ella se guarden mis estatutos y juicios, para que sea la más santa, he aquí, de cierto os digo, no será para vosotros una tierra de Sión.

7. Y esto servirá de norma a todas las aestacas de Sion. Así sea. Amén.

 

Sobre esta escritura vigente realizo mi análisis.

·         La palabra diezmo señalada como el pago del 10% de los ingresos, no se aplica solamente sobre ingresos financieros, sino a toda ofrenda voluntaria, o donaciones a los fondos de la iglesia. El entregar al servicio de la iglesia cualquier talento, o actividad desarrollada, que produzca servicio al reino, es una manera de cumplir con el  diezmo para el crecimiento y fortalecimiento de la Iglesia en estos últimos días.

·         En el Versículo 1-5  el SEÑOR les habla a  los santos: Los santos  han de dar  sus bienes  sobrantes y, después de eso, dar, como diezmo, la décima parte de su interés anualmente.

·         Para ese momento,  los  sobrantes se refiere a los frutos de la tierra de las cosechas  y animales, que no cumplían con una función necesaria de sostén diario semanal o mensual al grupo familiar, muchos severamente afectados al ser perseguidos, acosados y hasta asesinados.  El diezmo como ofrenda o excedente, no  comprometía o ponía en riesgo,   el sostén diario del núcleo familiar padres, hijos o dependientes  como abuelos. Sobre todos aquellas familias mermadas, enfermas o en la ruina, padeciendo,  al perder propiedades y animales.  Todo lo contrario el SEÑOR mostro su preocupación al joven Profeta ante la necesidad de sembrar el concepto de ser autosuficientes.  Luego se señala ofrendar al Obispo  la décima parte del interés anualmente. En este caso  entiendo que se refiere al dividendo o  beneficio que se  puede percibir sobre el  patrimonio acumulado trabajado, bien sea en especies o  en dinero.

Bajo esta interpretación a la escritura vigente revelada personalmente por Jesucristo al Profeta José Smith en 1838,  bajo otras circunstancias actuales,  que  nos obligan a vivir como prisioneros eh ciudades,  no existiendo producción de sembradíos o reproducción de animales en la mayoría de los miembros que viven hacinados en pueblos y ciudades,  esta forma de cumplir con el diezmo  se hace difícil.  Se aplica entonces  el porcentaje del 10% sobre el ingreso percibido. "Si no hay ingreso, no hay que diezmar". La gratitud siempre estará en nuestras oraciones conscientes que el SEÑOR conoce el corazón de cada quien.  No se  puede ahorrar y sostener a una familia, viviendo en estado de  pobreza o necesidad extrema, llamada miseria.  PIENSO,  que El SEÑOR nunca le exigirá al necesitado que pague diezmo, para medir la obediencia o el corazón de esa persona. El conoce a cada uno de nosotros y sabe cómo actuaremos de  existir otras formas de trabajo que no sean las que impone un mundo cruel, contaminado bajo el yugo de Satanás.  Todo lo contrario debemos velar por todos ellos y orar para que el entendimiento de lo que  se debe hacer, fluya como revelación al profeta y el Consejo de los doce.  La verdadera caridad, se debe aplicar en nuestras vidas.  Siento que estamos entrampados en un sistema que no es el que el SEÑOR desea, pero la solución debe surgir bajo súplica como lo hizo José Smith en su momento y el Presidente Lorenzo Snow en 1899 en Saint George. Utah.

El Señor promete bendecirnos si ofrendamos fielmente nuestros diezmos  agradecidos de compartir, para ayudar al crecimiento del reino, por todo lo que recibimos y disponemos.  Enseño:

"Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa.  Malaquías 3:10. Alfolí es un silo o granero, su fin era estrictamente social y alimenticio.

Los que teniendo talentos, vida y conocimiento, encontrándose incapacitados de producir, por edad o enfermedad, bien pueden diezmar al SEÑOR para el crecimiento de su obra, trabajándole  a la iglesia,  en granjas productivas, hospitales, escuelas  o en otras actividades bajo la  dirección y supervisión  de la iglesia u otras organizaciones.

Un  DIEZMO íntegro y digno, es cuando le entregamos al Obispo el fruto de nuestro esfuerzo ganado sanamente, sin debilitar nuestro propio bienestar y el de nuestra familia. No se trata de determinar una cifra para cuadrar otras, evitar castigos por parte del SEÑOR.  Estas son maneras que utiliza el mundo bajo la influencia del adversario para lograr sus propósitos indignos.    Para muchos puede ser un sacrificio compartido cuando la necesidad apremia sobre el núcleo familiar, pero  la forma de ofrecer gratitud, puede buscarse  bajo oración compartida por todos.  Debemos tener mucho cuidado de no contaminar una ley  u ordenanza tan sagrada, utilizando hábitos, palabras,  costumbres  o  sistemas mundanos que nos mantienen desviados y distraídos  del camino  para reponer la ley de Consagración.

CREO QUE EL NO ENTENDER   LA LEY DEL DIEZMO,  SE REFLEJA EN EL PROBLEMA QUE TENEMOS EN EL MUNDO Y MUY ACTUALMENTE EN VENEZUELA.

No estamos santificando la tierra donde se encuentra el pueblo de SIÖN, cuando   entendemos los diezmos, como una especie de  recaudación tributaria, dándole especial importancia familiar a los conceptos mundanos para cuadrar cifras, justificando la ofrenda del diezmo  adecuando nuestro corazón, a los conceptos y costumbres terrenales,  hechura de hombres de carácter temporal. Todo lo que se edifica sobre la arena y no sobre la roca que es Jesucristo, podrá ser destruido ante los  eventos naturales  y conflictos anunciados para los próximos años.

 La revelación del  SEÑOR en ese momento  1838 era: para 1. Construir el templo, 2.  Poner los fundamentos de SION. 3. Para el sacerdocio 4. Pagar las deudas de la Iglesia. Todo se ha estado cumpliendo.  La visión administrativa 200 años después, está llegando a su fin y se ha cumplido con eficiencia. La Visión en estos últimos segundos en el tiempo del SEÑOR, debe concentrarse  en ayudar a los afligidos, pobres y necesitados, generando fuentes de trabajo en cada Estaca, "para que al desaparecer el dinero como  elemento en que rige la  economía mundial,"  las Estacas puedan permanecer de manera autosuficiente.  

En ese momento debemos llevar todos los diezmos y ofrendas al almacén del obispo y este decidirá cómo  reproducirlo, para proteger y darles un mejor bienestar a todos los santos que  están buscando la verdad   en Jesucristo.

Las formas y maneras deben ser consultadas para que surja la respuesta mediante revelación,  de la misma manera como lo suplico José Smith,  en la arboleda en 1820 y  luego en 1838 cuando la  iglesia se encontraba sumergida en excomuniones de líderes,  peleas conflictos sobre bienes y propiedades.   D.C. 119.

 

Conclusión.

El diezmo es una  ordenanza  que nos permite,  mostrar nuestra  gratitud, ayudando con amor  a construir  una obra maravillosa. Compartir nuestra abundancia con los demás nos hace más,  felices y menos sufridos, cuando lo hacemos obligados, compelidos o mandados  careciendo de alimentos, medicinas y salud.

La gratitud a través de la ofrenda de los diezmos,  no es algo para sufrir, dudar, despejar incógnitas,  sentirse cohibido, vigilado, contabilizado o restringido,  para permanecer en llamamientos, cargos asalariados, temerosos de perder bendiciones  y sufrir consecuencias

Pagar,  esta palabra  está muy relacionada con el dinero mundano y no deberíamos usarla.  La obediencia y la gratitud  no se compran ni se venden, es algo voluntario que debe generar gozo y felicidad al practicarla.

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