Recordando nuestra preexistencia espiritual.
RECORDANDO NUESTRA PREEXISTENCIA ESPIRITUAL
ANTES DE VENIR A LA TIERRA
Zacarías Jelinek
10-7-21
1. Interactuamos como seres inteligentes antes y durante la presentación del PLAN DE NUESTRO PADRE CELESTIAL, en el mundo preexistente, para alcanzar su Inmortalidad y vida Eterna, que aceptamos vivir en el gran concilio de los cielos.
2. Supimos que una esfera sin forma y vacía, se organizaría y prepararía para la vida, similar a millones de mundos ya creados, como el hogar de nuestro aprendizaje, que sería llamada tierra.
3. Llegaríamos como espíritus con nuestra materia más refinada y pura, de origen cuántico, para tomar cuerpos de carne y hueso, igual al de nuestros padres espirituales.
4. Nos relacionamos con otras almas vivientes como plantas y animales.
5. Dispondremos de recursos para mantenernos en contacto con nuestro lugar de origen en los cielos, como la oración, el ayuno, mensajes, ordenanzas y mensajeros, todo indicado en el Evangelio.
6. Seríamos probados en todas las cosas, para adquirir experiencia, consolidar nuestro conocimiento espiritual y continuar recibiendo misiones de servicio para edificar el reino de DIOS nuestro PADRE.
7. Enfrentaremos retos, desafíos, contención y una oposición permanente, para aprender a autogobernarnos, ser probados, tomar decisiones y edificarnos sin ser obligados, compelidos o mandados.
8. Aceptamos que uno de nuestros hermanos espirituales más avanzados, sería escogido para ser la primera ALMA VIVIENTE en la tierra. Sería llamado ADÁN, como el primer hombre, con la misión de poblar la tierra abriéndonos la puerta para poblar otros mundos.
9. Sería creado a la imagen y semejanza de nuestro Padre Celestial, recibiendo todos los atributos espirituales y el poder, para multiplicar la vida y enfrentar el reto como ser humano.
10. Ese primer hombre, sería entrenado y habilitado para gobernar la tierra, ser su propio mayordomo y agente, con plena libertad para actuar y edificar un reino para nosotros.
11. El plan diseñado por nuestro Padre Celestial sería ejecutado bajo su soberanía y autoridad, por su hijo primogénito, Jehová nuestro hermano mayor conocido como Jesucristo en la tierra.
12. Aceptamos obedecer, seguir su guía y orientación como nuestro maestro y tutor, para mantenernos en el camino del progreso, que convenimos transitar al tomar un cuerpo carnal en la tierra.
13. Como maestro nos enseñaría, capacitará y estaría atento por cada uno de nosotros, siempre que lo sigamos con humildad mansedumbre y Fe, durante su ausencia.
14. El resultado de nuestros actos, quedarán registrados en nuestro libro de vida, como los autores y será abierto el día de rendir de cuentas.
15. Naceríamos con un velo entre nuestra memoria espiritual y terrenal, para igualarnos en el aprendizaje sin ventaja el uno sobre el otro.
16. Dispondremos de un enlace constante, para quien lo acepte, con el PADRE Y EL HIJO que regentan este sistema donde hemos nacido y creceremos, llamada la Trinidad de Dioses. El símbolo de la paloma, representa la esperanza y la salvación de la vida en la tierra, luego del Diluvio.
17. Ese miembro será conocido como el ESPÍRITU SANTO.
18. No tendrá un cuerpo carnal para poder actuar sobre los espíritus nacidos de la misma materia, que al nacer se integran al cuerpo físico, conformando el alma humana.
19. Se le llama SANTO, por su condición de ser purificado, para brindar toda la ayuda ESPIRITUAL a quienes lo deseen, oren al Padre a través de Jesucristo, acepten seguir el plan de SALVACIÓN, para alcanzar la INMORTALIDAD Y LA VIDA ETERNA.
20. Será un apoyo autorizado y confiable en la ministración del Plan de Salvación de JESUCRISTO en la tierra, velando para que el rescate, se implemente y se cumpla tal y como fue diseñado en el Evangelio.
COMO RECONOCER LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO.
ü Podremos sentir y discernir su presencia, si nos ejercitamos y preparamos espiritualmente, buscando el arrepentimiento para sanarnos y poner en orden de manera apropiada nuestra vida.
ü Si deseamos conocer la verdad, para seguir el camino correcto, para cumplir con los convenios hechos antes de venir a la tierra.
ü Podemos disponer de su presencia espiritual de manera constante, si aceptamos a Jesucristo como nuestro salvador y redentor y recibimos el don del Espíritu Santo como nuestra luz en la oscuridad.
ü Recibimos conocimiento, orientaciones y revelaciones personales, si las solicitamos, tenemos Fe, estamos atentos para recibirlas, reconocerlas y ponerlas en práctica.
ü Reconoceremos la comunicación del Espíritu Santo, cuando recibimos en nuestra mente espiritual, una acción buena de servicio, seguido de un sentimiento de paz y gozo en nuestro corazón. Si por el contrario, tenemos una sensación de estupor, duda o incertidumbre, sabremos que nuestro espíritu no está recibiendo la ayuda, guía o inspiración por el medio autorizado. Existirá confusión, duda incertidumbre y desconcierto, la idea carecerá de sentido para nuestro espíritu y será olvidada.
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