Que sucede cuerpos cremados y la resurrección.

LA RESURRECCIÓN

 CUERPOS HUMANOS CREMADOS.     

O Los  que no fueron enterradas,  se desintegraron  o fragmentaron en varios lugares.    

Zacarías Jelinek

13-11-20



La cremación es el acto por el cual se reduce a cenizas un cuerpo, referido a un cadáver humano o animal, lo que se logra para los humanos, en un horno a unos 800 grados centígrados de temperatura, durante unas 3 o 4 horas. Este tiempo  permite que el cuerpo se convierta en cenizas. Estas,  luego son recogidas y vaciadas en una caja de madera, cerámica o recipiente, entregado a los familiares, para cumplir con los deseos del difunto o de la familia directa. Algunos desean conservar las cenizas, que sirva de abono para sembrar un árbol, otros que sean esparcidos en el viento, bosques, jardines, ríos mares o lagos, lo cual me parece que tienen un profundo simbolismo, más allá que los restos  permanezcan  en un cajón sin aportar por siglos  nada a la madre naturaleza, que ha sustentado la vida.  Los judíos solo cubren el cuerpo con una bata de tela sin el uso de ataúd, lo cual permite que el cuerpo se integre a la tierra del cual fue tomado, según la biblia. Ahora con el Coronavirus, los cuerpos de personas judías son lavados en un respetuoso  ritual, siguiendo un protocolo, donde  son  cubiertos con plástico para ser enterrados. Los que no lo sean deben ser incinerados por medidas sanitarias legales.

 

Si bien la Iglesia de JESUCRISTO DE LOS S.U.D. no promueve la cremación (siendo una   decisión familiar),  creemos que independientemente de lo que suceda, todas las personas resucitarán con un cuerpo perfecto durante el milenio,  como lo hizo Jesucristo, "que no fue reconocido"  al resucitar a primera vista por algunos de sus discípulos.

El PROFETA Brigham Young entre 1844-1877, enseñó, que en la resurrección, "las propias partículas fundamentales  que formaron nuestro cuerpo, siguiendo las leyes naturales,  aunque estén diluidas o depositadas en las profundidades del mar, de la tierra, o  que una partícula se encuentre en el norte, otra en el sur, otra en el este y otra en el oeste de nuestro planeta, serán reunidas otra vez, en un abrir y cerrar de ojos. Nuestro espíritu  tomará nuevamente posesión  de su cuerpo con el cual se manifestó o fue conocido, como su instrumento de trabajo,  de la misma manera como ocurrió, cuando se integraron   para ser creados los cuerpos que servirían de tabernáculos para los espíritus que van llegando a la tierra, para continuar su periodo de edificación como almas humanas.  

El mundo de las partículas cuánticas desde donde surge todo lo que existe, es totalmente desconocido por la ciencia actual. No sabemos cómo se relacionan entre sí y que hace posible que surjan los diseños, sistemas y formas moleculares organizadas, que hacen posible que la materia originalmente desordenada,  pueda ser organizada, visible,   observada y analizada por los humanos.

 

Para esa fecha  de la enseñanza del Profeta Young, el hombre no había salido al espacio y la información sobre el destino de los cuerpos de astronautas que pudieran morir.  Otros seguramente  fallecerán en viaje a  la Luna o Marte para colonizarlo.  Ello implicaría que  sus cuerpos  estarían fuera de la tierra o enterrados en otro planeta hasta su resurrección. Esto parece poco relevante al ser el cuerpo desincorporado, desintegrado y permanezca solo el espíritu, que lo ha dinamizado.   La   reunión de las partículas fundamentales con el espíritu, en mi opinión no están sujetas a la necesaria presencia de un cuerpo que dejo de cumplir su función, para la cual fue creado.  Con el incipiente conocimiento que tengo de la física cuántica, me es mucho más fácil entender  la resurrección del espíritu a un cuerpo, cuyo diseño originalmente fue perfecto y por lo tanto lo puede ser de nuevo por la voluntad de los mismos seres omniscientes que hicieron posible su existencia.

 

 ¿Esa reunión del cuerpo con el espíritu, no importa donde suceda, solo que ocurrirá en algún momento durante el milenio en este tierra.  Lo que importa es la fórmula  del género humano y no el lugar donde se encuentre el cuerpo completo, disperso, fragmentado quemado y disperso.

 

La sepultura en la tierra, obedece a una cultura de  respeto a la memoria del familiar,  amigos o personas  fallecidas, por sus  aportes, valores morales espirituales y no por el cuerpo inerte que se desintegra. La necesidad de mantener presente y recordar   a las personas, creó los cementerios, o campos santos, mausoleos y panteones familiares. Es el espíritu el que no muere, el cual debemos tener presente a la semejanza de un cuerpo físico perfecto al resucitar,  que nos recuerda su existencia en la tierra para aprender, ganar experiencia  e interactuar con sus semejantes. Los espíritus siguen las formas y características de los cuerpos que conformaron el alma humana en la tierra y por ello serán reconocidos en el mundo espiritual hasta y después de la resurrección. La identidad individual es algo fundamental en el plan del SEÑOR, hasta el momento en que podamos ser todos seres perfectos a la misma imagen de nuestros padres celestiales, como lo son nuestro Padre Celestial y su hijo nuestro hermano y también Padre por adopción  Jehová-Jesucristo.

 

Conclusión la cremación es una decisión personal, familiar o legal, que para nada, cambia afecta o disminuye el plan de inmortalidad y vida eterna de Dios y la doctrina de la resurrección con cuerpos perfectos durante el milenio, que enseño y practico Jesucristo.

El fuego tradicionalmente desde la antigüedad  ha sido un símbolo de purificación.



 

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