ORIGEN ESCUDO ARMAS MALDONADOS.

ORIGEN   ESCUDO
DE ARMAS
DE LOS MAL DONADOS.


Este linaje  tiene su origen  en los PEREZ, uno de los apellidos hebreos más antiguos,  que se remonta a la época del Rey Ostrodogo descendiente de alemanes, educado en Italia, la cual  gobernó en el año 488.   Luego se establecieron en Galicia España, en el siglo VI. En el siglo XIII, surgió la figura  del caballero de la Corte de León y Castilla,  HERNAN PEREZ ALDANA, cuando este   decidió cambiarse el apellido por  el de MALDONADO.

 Este cambio de su apellido, ocurrió  tras  ganarle un duelo a muerte a un   caballero de la corte de Francia sobrino del REY, quien lo había ofendido estando enfermo,  postrado en un catre, durante una visita de peregrinación  para cumplir una promesa para sanarse en España. 
Tras los tramites entre las cortes de Francia y el Reino de Castlla, aL vencer  PEREZ,  tras el combate ganado en buena lid y estando  sobre la arena el caballero sobrino del Rey, este  negó la petición de ejecución y  ofreció al Caballero PEREZ  ALDANA, otorgarle la propiedad de importantes predios, para satisfacer sus deseos y para hacer justicia entre caballeros de ambas cortes. Pérez Aldana,   insistía en   honrar su honor, cobrando la ofensa  con la muerte de aquel  joven y atrevido adversario que tiempo antes le había ofendido públicamente.
Finalmente acordaron, que el REY de Francia le autorizaba el uso de la FLOR DE LIS de su escudo de armas del reino, en el escudo del caballero PEREZ ALDANA, como señal de su victoria lograda en contra de un caballero de la corte de Francia. Pérez  acepto y de regreso a la Corte de Castilla, informo de su victoria.   Solicito ante  REY Alfonso VI, autorización para cambiarse el Apellido por MALDONADO, como  constancia de haber  recuperado su honor ante la corte de Francia y  poder usar la Flor de Lis en su escudo. De esta manera quedaría afirmada su victoria en el Reino de CASTILLA y LEON y limpiado su honor, aunque NO   logro  que ocurriera la muerte de su adversario. Por eso utilizo como su nuevo apellido  las palabras MAL DONADOS, como  algo recibido de manera indebida, pero que demostraba entre los caballeros y las cortes de aquella época,  la sumisión en vida de  las armas del escudo de Francia,  al Rey de España, al incumplirse las leyes de honor entre los Reyes y sus cortes.
Parte de la descendencia de Pérez Aldana, ahora MALDONADOS, se establecieron en VISCAYA, el llamado país Vasco.
De allí son expulsados por los REYES CATOLICOS  de España entre  el 1492 y  1500, al estar involucrados  en la muerte de un importante  Obispo Católico, durante la época de la llamada Santa Inquisición. Son desterrados llegando a las Indias, perdiendo sus títulos de nobleza y el derecho de llamarse DON y DOÑAS. Previamente en el año 1353, los BOLIBAR del mismo lugar de VISCAYA,   también fueron  expulsados,  al verse involucrados en la muerte de otro obispo de apellido García. Luego de años de exilio, los Bolívar  regresaron a España.  Por razones que desconozco, la segunda B de los Bolívar se cambió por V. Esto también ocurrió  en los años de la persecución de los judíos por las Cortes de España en Europa. El lugar del conflicto con la Curia Católica fue en el pueblo de BOLIBAR en ESPAÑA y tal vez para evitar estar asociados con el   expediente abierto, le cambiaron la B por V al regresar perdonados a España.
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Descripción del combate

LA HISTORIA
TOMADA DE LOS REGISTROS.
"Don Hernán Pérez de Aldana estaba gravemente enfermo, se encomendó a nuestra señora la virgen, prometiendo visitarla si le devolvía la salud, y apenas mejoró un tanto, se puso en camino desde Galicia hacia las ásperas montañas de Cataluña. Con el cansancio y las molestias de tan largo viaje se recrudeció su dolencia, de modo que fue preciso ponerle una cama en uno de los ángulos de la iglesia para que pudiera hacer la novena que había ofrecido. Llegada la fiesta de la Natividad de la Virgen, el 8 de Septiembre, se llenó por completo el templo de fieles deseosos de presenciar las ceremonias litúrgicas.
Uno de los peregrinos, llamado Guillermo, Duque de Normandía, sobrino del Rey Felipe de Francia, no hallando otro lugar más despejado de gentes en toda la iglesia que aquel donde estaba la cama del mencionado D. Hernán o Nuño Pérez de Aldana, se permitió la libertad de ponerse de pie en ella para ver mejor las ceremonias;  agraviado D. Hernán, tanto por la molestia que le causaba el Duque como por su falta de atención, le dijo:
Ruégoos, en cortesía, caballero, busquéis otro sitio en que mejor podáis estar,  vuestros pies en la cama  me incomodan
A lo que contestó el Duque Guillermo con altanería:
- No te incomodarian si supieses quien soy. Replicándole el enfermo:
- Tú también, si me conocieses, me hicieras más cortesía.
Pero, lejos de ceder, volvió a contestarle el Duque:
-No me des ocasión para que ponga los pies de modo que los sientas.
Estas palabras acabaron de agraviar a Aldana, y lleno de indignación, replicó al Duque:
-Prometeos que si esta Señora, a cuya devoción vine, me escapa de lo que padezco, iré a tomar enmienda de la injuria recibida en su casa.
Pero escarneciendo el Duque la amenaza, la desechó riéndose.
Sanó  Aldana y convocó a sus más principales parientes, manifestándoles su desafío y queja. Todos ofrecieron asistirle, arriesgando sus vidas y gastando sus haciendas, y acordaron dar cuenta al Rey Don Alonso, que se hallaba en Burgos, a donde fueron a pedir amparo. Enterada aquella Majestad ofreció su favor, enviando como embajador al Rey de Francia para que le asegurase que Hernán Pérez de Aldana era tan principal caballero, que podía desafiar a otro cualquiera de los de Francia, sin exceptuar ninguno por preeminente que fuese, y que bajo su amparo no permitiese se le hiciera superchería.
Puesto todo por obra, fue recibido Hernán y sus parientes con benigno agrado del Rey Felipe, y reunidos los Grandes de Francia se refirió el suceso. El Duque Guillermo pidió perdón; mas Hernán propuso se postrase en castigo de su ignorancia y consintiera le pusiese los pies encima; el Duque no consintió, y Hernán suplicó al Rey terminase su querella por desafío, señalando armas y día y asegurando el campo, pues era extranjero y estaba en su reino; el Rey guardó justicia.
Llegó el día señalado, y ambos caballeros concurrieron en sus caballos a la brida, con arneses blancos, lanzas de armas, porras, espadas y dagas, usando por timbre Hernán Pérez de Aldana el lema Ave María, y llevando en su escudo las armas de Aldana, que eran dos lobos de púrpura en campo dorado. Puestos así en la estacada, se arremetieron rompiendo lanzas, por lo que usaron las porras, dándose recios golpes, de los que salió herido en la cabeza el Duque, que cayó al suelo.
Saltó entonces Hernán de su caballo, a desenlazarle el yelmo para cortarle la cabeza, a cuyo tiempo el Rey arrojó el cetro, y los fieles del campo se interpusieron para estorbarlo, de lo que dio Hernán quejas a su Majestad, que le dijo bastaba lo hecho; que si el Duque moría quedaba vengado y si escapaba se obligaba como Rey a darle satisfacción a su agrado. Mejorado el duque pidió Hernán el cumplimiento de lo prometido, y se le dijo pidiese lo que quería; y juntos los altos hombres de la Corte y ratificado el Rey en su ofrecimiento por tres veces, dijo Hernán:
Señor; te pido que como traes tres flores de lis por armas, me otorgues que yo pueda traer cinco.
Disgustóle al Rey Felipe la pretensión, y ofrecióle en cambio riquezas y otras mercedes, pero el de Aldana contestó que no había ido a Francia a por riquezas, sino a por su honor, y que de no cumplir el Rey su promesa, se volvería quejoso, no ya del Duque, sino del mismo Monarca. El Rey entonces le contestó:
Yo te las doy, si bien maldonadas; es decir, contra mi voluntad."
Desde entonces Hernán Pérez de Aldana cambio su último apellido por el de Maldonado, tomándolo de la frase del Rey Felipe, maldonadas, y comenzó a lucir por armas las flores de lis. Sus descendientes directos conservaron el apellido Maldonado; pero los parientes laterales continuaron apellidándose Aldana y usando el escudo del linaje Aldana.
Los Maldonados han usado en su escudo de armas las Flores de Lis  que el Rey de Francia concedió a Pérez Aldana tras ganar el duelo a muerte con su sobrino el caballero  Duque Guillermo de Lombardia

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