Una simple verdad sobre la OBEDIENCIA.
UNA SIMPLE VERDAD.
SOBRE LA OBEDIENCIA.
Félix Jelinek Maldonado
11-5-2020
QUE PROMESA TAN BELLA Y PROFUNDA.
Debemos actuar por amor y conversión, no por obligación y menos por conveniencia.
Esta es otra virtud ligada solo a los seres humanos, que para obedecer, primero deben pensar, reflexionar y discernir ante un hecho evento o mandamiento, si LA DECISIÓN por TOMAR, implica algo bueno o malo, o Si la decisión viene acompañada por alguna bendición o por el contrario puede afectar, frenar o limitar nuestro crecimiento espiritual. La Obediencia implica siempre y necesariamente, SUMAR O RESTAR.
Espiritualmente obedecer, significa hacer la voluntad de DIOS, porque es nuestro sabio y amoroso padre justo, que desea enseñar y compartir con sus hijos su gloria y conocimiento. Nos ayuda y guía durante todo el proceso de nuestro aprendizaje, utilizando nuestro albedrio en el medio de una lucha de inteligencias con posiciones encontradas. Desde muy niño se nos enseña a obedecer a nuestros Padres terrenales temporales, pero poco se enseña en obedecer a nuestros Padres Celestiales eternos.
En la Biblia en el libro de Deuteronomio 30:20 en el antiguo testamento, se señala: El obedecer es mejor que los sacrificios. Esto se refería a que el pueblo, pecaba, desobedecía y luego para limpiar su desobediencia a Dios, le ofrecían sacrificios con lo mejor de sus animales, dependiendo su ofrenda del nivel de las faltas cometidas.
En el libro de mormón en Alma 3:26,27 encontramos que el hombre recibe su recompensa, de acuerdo con el Espíritu que quisieron obedecer. Esta escritura señala muy claramente, que la obediencia es una decisión absolutamente espiritual, con lo cual, si nos excusamos como una debilidad del cuerpo, estamos aceptando que no sabemos o no podemos gobernarnos a nosotros mismos, pero que otros si lo hacen usándonos.
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