CAPITULO 15 ENTRAMPADO EN CAURIMARE. AUDITORIA SOLICITADA A SALT LAKE CITY-UTAH.

CAPITULO 15

PTE. VIÑAS SOLICITA AUDITORIA A SALT LAKE CITY-UTAH

Ante tanta contradicción, pruebas irrefutables y perdida de documentos vitales dentro de las oficinas de la Iglesia, el Presidente Viñas solicita la intervención del departamento de auditorias de la iglesia en Salt lake City.  El 9-4-99, recibo  carta enviada por el Presidente Viñas, donde expresa su demora  por no haberme informado antes de los resultados de la auditoria.

Por razones obvias, el  Presidente Viñas solo me envió una carta, anexando  una hoja resumen con  los resultados numéricos, de la auditoria realizada por los especialistas de la Iglesia en SALT lake City. En su carta el Presidente Viñas lamenta que no se haya encontrado toda la documentación en los archivos de la Iglesia y que esto es posible haya afectado en "algo" el desarrollo de la investigación. Yo diría que afecto todo el proceso de auditoria.  Como evidencia señalo:

A. No encontraron los originales de aproximadamente 20 ordenes de cambios generados por cambios en la obra por la iglesia y la inflación, todas ellas aprobadas durante la reunión con Kradolfel y su equipo el día de la firma del finiquito.

B. No encontraron los comprobantes de las mediciones de obra con lo cual se cancelaban las valuaciones de la obra ejecutada que era una importante suma que afectan de manera importante las cifras del proyecto.

 C.   No se encontraron los soportes y las últimas cuatro valuaciones de la obra, presentadas en su momento por F. Jelinek Construcciones. Poderosas razones llevaron a la desaparición de esos importantes documentos.  Además siempre me he preguntado ¿como se puede hacer una auditoria a tan enorme distancia Caracas-Salt lake City-Utah-USA, sin encontrarse soportes tan importantes, cotejar  información en el sitio y realizar entrevistas con los involucrados en el proyecto por parte del contratista y no tan solo con los funcionarios de la Iglesia padres de la criatura en medio de un tremendo conflicto de intereses?  ¿Qué se pretendía ocultar, a quien se protegía? Que ameritaba mentir, esconder información, no aceptar una auditoria externa?

D. La auditoría señalaba claramente al observar las cifras, que la Iglesia había retenido injustamente una fuerte cantidad de dinero, con lo cual demostraba lo falso del finiquito firmado y preparado por Kradolfel, lo falso de los resultados de las anteriores auditorias efectuadas por la Iglesia y nuevamente se cometía una falta, al considerar un monto importante como pagado por la Iglesia, lo cual era falso y seguramente ello fue producto, al no encontrar soportes que misteriosamente  desaparecieron de los archivos de las oficinas del PBO en Caracas. En ese informe los auditores se aventuraron a indicar que el 99.99% del contrato había sido cancelado por la iglesia, desconociendo al no encontrar los comprobantes, que las cuatro ultimas valuaciones de la obra fueron retenidas injustificadamente y que no existía documento alguno donde F. Jelinek Construcciones recibió el dinero que le había sido retenido por las diferentes garantías contractuales.  En la carta el Presidente Viñas nos pedía perdón, pero dejo entrever, la posibilidad increíble, proviniendo de una autoridad general y presidente de un área eclesiástica, que  el finiquito se mantuviera firme, pese a ser falso, mal intencionado, engañoso y manipulado, para descalificarme. Dolorosamente el Presidente Viñas, me recomienda, por segunda vez, que de ocurrir esa posibilidad, acudiera a la ley de los hombres en manos de los abogados del mundo, cuando, supuestamente nosotros tenemos la verdad y la autoridad de Dios para aplicar la verdadera justicia. Me he preguntado: ¿ Que poderosa fuerza interna impidió a un presidente de área, que actuara contra su espíritu y su deber de hacer justicia con el sacerdocio?

Agregó al final de su carta, que para efectos de la   Presidencia del Area,  el caso F.Jelinek Construcciones C.A. se daba   por cerrado. Expresaba  sus disculpas, por los inconvenientes, frustraciones y molestias que hayan podido causarnos  como familia, "si consideramos" que habíamos  sido perjudicados u ofendidos. Así de sencillo un adiós, un  simple  y fácil perdón por carta, si habíamos sufrido daños, que parecían no existir. Los daños morales, materiales, espirituales eran enormes, nuestra situación económica era terrible, se confirmaba lo que habíamos sostenido por años, pero continuaba un manto de duda y oscuridad en torno al actuar como lo enseña y predica la Iglesia y simplemente se actuaba  como una empresa transnacional del mundo, donde el dinero y las imágenes de las instituciones son más importante que las personas. Quedaba demostrado con la auditoria de SLC, el fraude cometido en mi contra. Pero seguía existiendo  una gran diferencia entre lo que debe la empresa de Jesucristo y una empresa del mundo… La primera mostraba estar más contaminada y alejada de lo que era justo y correcto.

Finalizaba la carta el Presidente Viñas, agregando algo  que me afecto aún más, viniendo de un líder en el cual confiaba y que además tenía las llaves para resolver todos los asuntos en su área eclesiástica, por lo menos eso era lo que creía en ese momento. .

Concluye, solicitando que el Señor nos bendiga como familia. Una manera que considere muy protocolar     esperando que sea el Señor quien bendiga, y actúe en  los problemas difíciles, cuando somos nosotros, lo que hemos venido a aprender y a tomar decisiones justas y correctas para ejercitar sacerdocio y el evangelio que pregonamos vivir. Una vez más las Iglesia actuaba como una Corporación con fines mercantiles, pero delegaba las soluciones al Señor que representaban. El 12 de Abril 99 contesto su carta indicando mí desacuerdo  y señalo que, ó existe una gran incapacidad técnica para llegar a la verdad ó no existe ningún interés de los involucrados con poder y autoridad, para destapar la olla.  Esta ultima carta, del presidente Viñas, enferma tanto a mi esposa como a mí,  pues teníamos grandes esperanzas que al salir de la región y del área, el manejo de la investigación,  pudiera ponerse en evidencia todo el funesto y maquiavélico plan en mi contra. El Presidente Viñas con gran esfuerzo había levantado  la alfombra, se asomo tímidamente  y  se dio cuenta que algo sucio e indebido existía, pero la volvía a colocar en su sitio.  Alguna poderosa razón, exceso de respeto, prohibición, obediencia debida etc., se imponía y limitaba su autoridad como Presidente de área, sobre un asunto, donde tenía las llaves para actuar y decidir.  Sentí que en  su carta, una vez más, que la política o doctrina de los hombres, los números, las cifras, los montos, el dinero, lo "legal", estaban por encima de lo espiritual en la Iglesia de Jesucristo.  Reconocía el elder Viñas muy sutilmente, algo de  la verdad oculta, mediante el envió de un nuevo y frió papel a la distancia, escrito tras un escritorio ejecutivo, sin que ello, significara un compromiso para la iglesia. Una entrevista personal, hubiese sido lo mas correcto y necesario.

Le recordé al presidente Viñas, , que el orgullo fue la principal causa de la destrucción de la civilización y   nación Nefita antiguos habitantes de las Américas 600 años AC, luego de vivir durante 166 anos en una verdadera Sion o sociedad igualitaria, justa, productiva, feliz y trabajadora por el bienestar colectivo, siguiendo las enseñanzas de Cristo.  También le recordé que el Señor, nos alerta en D.C. 38:39 "Cuidaos del orgullo no ser que llegues a ser como los Nefitas de la antigüedad".  El Presidente Benson en una oportunidad señaló, que diariamente nos vemos tentados a elevarnos por encima de los demás para disminuirlos. En otro mensaje habló del tratar de recibir honores sacrificando a los demás. Finalmente este sabio profeta dijo: "La voz del mundo resuena más fuerte que los susurros del espíritu santo. El razonamiento de los hombres triunfa sobre las revelaciones de Dios". Grandes mensajes, pensamientos hermosos y profundos, de gran reflexión, que me fueron ensenados y expresados por los profetas  de la Iglesia, que escuchamos. La iglesia había decidido increíblemente, seguir ese camino equivocado, del cual alertaba uno de sus últimos profetas.