EL ORGULLO.
EL ORGULLO
Félix A. Jelinek.M
Actualizado 20-4-20
El Profeta y Presidente de la IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS ULTIMOS DIAS, ELDER RUSELL NELSON, ha estado sugiriendo estos dos últimos años, que leamos el LIBRO DE MORMÓN, donde con mucha claridad los profetas del pasado, han dejado registrado que la causa mayor por la cual los pueblos originarios de América, desaparecieron en luchas entre hermanos, fue el ORGULLO con su hermana la SOBERBIA. El Profeta Benson poco antes de morir, también se refirió a ello, agregando que era la gran piedra de tropiezo, aun dentro de quienes lo hemos identificado en nuestras propias vidas. Ello implica un desafío diario mayor, para los que aceptamos llamarnos Santos de los últimos días, que voluntariamente y con plena conciencia, aceptamos seguir a JESUCRISTO como nuestro guía, maestro y Salvador.
Esta es una característica solamente humana. No existe este comportamiento en el resto del mundo animal. Se define como: Exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos, por los cuales la persona se cree superior a los demás.
Algunos lo consideran como algo valioso para vencer los obstáculos y los desafíos, pero .solo los resultados y el uso pleno de la libertad para tomar nuestras propias decisiones, nos permiten evaluar, sobre qué tipo de bases hemos edificado nuestras vidas como individuos y familias.
El orgullo frena nuestro progreso universal, al limitarnos poder comprender y aprobar nuestro pensum espiritual, para poder avanzar a niveles superiores de conocimiento y existencia. Un profeta moderno lo señalo como la gran piedra de tropiezo del género humano donde se encuentre.
Se define esta característica humana, como la manera de sentir y de actuar, contraria a la humildad y la mansedumbre. Quien tiene orgullo, no es moldeable, le cuesta reconocer la culpa y las equivocaciones, dejarse enseñar o aprender de otros. No reconoce sus limitaciones y se CONCENTRA EN SI MISMO. Convive con otros amigos, como el EGOÍSMO, la ENVIDIA Y LA INDIFERENCIA. El orgulloso por lo general se aísla, trata de pasar desapercibido pensando en no dejar huellas a su paso.
El orgullo es lo que mantiene por siglos hasta nuestros días, una inexplicable y destructiva guerra entre los seres humanos, que llega a destruir poderosas, naciones, civilizaciones y reinos.
El orgullo se esconde muy hábilmente, aparentando ser otra cosa que no es. Se rodea de mecanismos de autodefensa y justificación, se disfraza de generosidad, benevolencia y hasta de lealtad, haciendo muchas veces casi imposible de ser detectado.
Es tan difícil reconocer y doblegar el orgullo, que a veces solo es reconocido íntimamente durante la aflicción, los sufrimientos y las pruebas de la vida.
Jehová mantuvo durante 40 años al pueblo de Moisés en el desierto, afligiéndolos con grandes necesidades, para que se humillaran de corazón y tuvieran fe en el futuro que les esperaba, como nación.
Como Hombres y padres de familia, debemos tener mucho cuidado con este cáncer, que al igual que el oxido sobre el hierro, corroe poco a poco nuestra estructura espiritual, generando primero tinieblas a nuestro alrededor, que luego se convierte en oscuridad a lo largo de nuestras vidas.
De no identificarlo a tiempo, peligrosamente cuando tenemos hijos para aprender a ser padres, ponemos en peligro la seguridad y el futuro de nuestros hijos, que requieren de buenos ejemplos para ser recordados, durante la edificación de nuestra sola y única vida, del cual pueden brotar hermosos frutos o simplemente quedar cenizas.
Conclusión: como seres inteligentes podemos corregir nuestro errores o al menos intentar hacerlo, pero cada quien es el único actor y protagonista principal de su propia película.
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