Mascotas Tata Félix. Capitulo4. Soliman, peligro, Musolini-Chachacha- Pelo de alambre.
MASCOTAS DEL TATA FELIX.
8. SOLIMAN-PERRO. CARIÑOSO Y FIEL COMPAÑERO.
Era un hermoso macho mezcla de pastor alemán con criollo de color gris y manto oscuro. Alguien consciente del amor de mamá por los animales, lo dejo cachorro frente a la puerta de la calle. Siempre lo hacía con otros animales, especial camadas de gatitos recién nacidos Solimán se convirtió en mí inseparable compañero, pues siempre estaba atento y cercano a mí cuando jugaba o estaba en casa cuando salía del internado. Era muy dulce y cariñoso y me celaba de los otros perros, que buscaba apartar cuando se me acercaban. Siempre estaba presente y al llamarlo, acudía lamiéndome y echándose en el piso mirándome con ojos fijos, como preguntando ¿ cuándo te vas?.
Papá trabajaba en una petrolera y decidió que mamá y mis hermanos pequeños se fueran a vivir en el interior en un campamento petrolero. El médico que trataba a mi hermano menor enfermo de asma, recomendó cambiar de clima y realmente funciono. Cuando llego el momento del viaje, mamá tuvo que tomar la triste decisión de regalar sus mascotas, entre ellos a Solimán. Esta decisión fue muy dolorosa para mí, pero nada podía hacer. Lo vino a buscar a casa un joven trinitario, al cual acompañe llevándolo amarrado hasta su casa con un terreno grande que quedaba en la misma zona. Fue algo muy doloroso para mí soltarlo en ese patio cercado, verlo pegado a la cerca mirándome sin poder entender porque lo dejaba allí. Ladraba repetidamente cuando me aleje con lágrimas en los ojos, como preguntando ¿Que he hecho, porque me dejas?. Días antes de ingresar de nuevo a mi internado, ya con mamá y mis hermanos menores viviendo con papá en el interior, fui caminando para ver a Solimán, en la casa donde cumplía funciones no de mascota querida, sino de vigilante. Tan pronto me vio parado tras la cerca de malla, saltaba de alegría y aullaba. Me acerque lo acaricie, diciéndome el joven que lo había adoptado que salió al escuchar los ladridos, que era un buen perro, que estaba muy contento con Solimán, porque era obediente y muy vigilante de noche. Esa fue la última vez que vi a Solimán tenía unos 5 años, me marche con una profunda tristeza de dejar a mi amigo, sintiendo que lo había traicionado. Nunca más supe nada de Solimán. Me dejo el recuerdo de su amistad, compañía y alegría siempre al verme.
9. PELIGRO-PERRO. El PANA.
Un gran perro criollo adulto recogido de la calle por mamá. Era grande negro, muy amigable, que aún con sus orejas semi-caídas imponía respeto entre los otros perros. Se convirtió en el jefe de la manada desplazando al negro que había muerto envenenado. Peligro fue regalado por mamá con Solimán con motivo de la mudanza al interior del país en razón al trabajo de Papá en la industria petrolera. Peligro lo llevaron a una hacienda en el interior del país y nunca más supimos nada de él. Sufrí mucho, cuando mamá de deshacía de sus nuestros perros, por las mudanzas a otros lugares lejos de Caracas. Peligro era desordenado, un poco indisciplinado, pero obediente ante las palabras fuertes. Se acercaba casi arrastrándose como pidiendo perdón luego de haber mostrado rebeldía ante los llamados que se le hacían. Peligro también fue regalado por mamá ya adulto. Lo llevaron a una finca en el interior. Para esa época la manada era de unos 20 perros y para mamá era un verdadero trabajo lidiar y atenderlos a todos. Así que con mucho dolor para ella y para mí luego de una discusión con papá que se quejaba de la cantidad de perros que había en casa, decidió se llevaran los perros por la fila de mariches que era un lugar descampado y los abandonaran en ese lugar distante de casa unos 40 minutos en carro. Mamá transcurrida una semana por la mañana, encontró a tres de los 10 perros que habían sido abandonados, en la puerta de casa y con mucho cariño y arrepentimiento lo acepto nuevamente en la casa.
10. MUSSOLINE-CANARIO TEJADO. EL CANTANTE
Era un pequeño canario amarillo conocido como tejados, por su costumbre de hacer nidos en los techos de teja de las casas. Era de mi amada Tía Mercedes, que lo colocaba en su jaula en un largo corredor, donde la familia de su esposo José Joaquín, criaban canarios de raza española y los famosos timbrados alemanes. Era el primero en iniciar sus fuertes cantos al amanecer, aun estando la jaula cubierta con una tela negra para que los que dormían en casa no se despertaran tan temprano. A pesar de ello, Mussoline era el primero que comenzaba su sonata con un canto corto y fuerte antes de la salida del sol aun estando la jaula tapada, que se incrementaba con la luz del sol entrando en el patio interior de la casa. Los otros canarios se sumaban al canto, cada uno con sus cantos y finas variaciones musicales, que invadían toda la casa. Nadie se metía con los canarios y el canto de Musoline era más fuerte, pero sin las variantes de los timbrados alemanes. Mi Tía caso a Musoline con unas canarias españolas y salieron unos cantantes tenores de canto fuerte sin la melodía y las variaciones que se esperaban, que se sumaron al coro diario. De los canarios que invadían toda la casa. Me encantaban los canarios y llegue a tener una enorme pajarera ya casado con una variedad de pájaros criollos e importados, entre los cuales había un Ruiseñor, cuyo canto resultaba una verdadera melodía suave de sonidos sostenidos que hacían coro con el canto de la paraulata blanca llanera de canto variado y hermoso, que se escuchaba en toda la casa, tanto al amanecer como al atardecer.
11. CHACHACHA-PERRO. El MIMADO.
Era un perrito criollo, algo cachorra, marrón con manchas blancas, recogida de la calle, muy cariñosa, que meneaba todo el tronco hasta la cola, saludando al que la tocaba y acariciaba. Por esa razón mamá la llamo por ese nombre, que era un baile que estaba de moda en Caracas para esa época. Sufría de permanente tos, por comer restos de comida con huesos de pollo, que seguramente comía en la calle. El veterinario le indico a mamá que Chachacha, tenía una pequeña astilla de hueso, incrustada en la garganta y esa era la razón de la tos permanente tratando de expulsarla, lo cual era necesario operar. Chachacha murió y nunca supe la razón. Era un perro muy Humildad y alegre aun con esa pertinaz tos que nos hacía sufrir sobre todo cuando dormíamos y lo escuchábamos en el patio toser.
12. CHAN-PERRO. El ENANO BRAVUCON.
Fue un cachorro pekines que le regalaron a mamá. Era de color marrón caramelo con los ojos achinados y el hocico blanco, por esa razón mamá lo llamo Chan. Era cascarrabias, bravo, no hacia amistad con los otros perros de la casa. Lo impresionante de Chan era que no le tenía miedo a ningún perro, por grande que fuera. Los hacia retroceder cuando se acercaban a mamá o a su lugar de dormir. Gruñía y ladraba con furia, atacando cuando era provocado lo cual lo hacía aparecer temible y peligroso para las personas y las otras mascotas de casa que lo respetaban. Mamá lo consentía mucho y eso lo hacía más agresivo y alejado de la manada. Fue envejeciendo hasta que solo dormía en su camita que mamá le tenía al pie de su cama. Era difícil acercarse a mamá para besarla antes de irnos a dormir, pues chan se despertaba y nos gruñía, lo cual nos molestaba y le reclamábamos a mamá.
Ya muy viejo se quejaba de noche de dolores por el frio y mamá para poder dormir, lo llevaba a la cocina y allí lo dejaba en su camita. Chan una mañana amaneció muerto y como muchas otras mascotas, mamá ordenó enterrarlo en el jardín de la casa entre sollozos. Fue de temperamento fuerte e incondicional a mamá.
13. PELO DE ALAMBRE-PERRO. El ABANDONADO-
Viviendo en un campamento petrolero en Punta de Mata, estado Monagas, del cual guardo gratos recuerdos y momentos felices al menos para mí como niño y adolecente cuando visitaba a mis padres durante las Vacaciones escolares, conocí a Pelo de Alambre. Era un perro grande gris, con el pelo ensortijado y por eso mamá le puso ese nombre, cuando apareció por nuestra casa buscando compañía y comida. Alguna familia gringa al regresar a su país, tenía la costumbre de abandonar las mascotas al marcharse y ese era el caso de pelo de alambre. Era muy amigable, compañero y respetuoso de la manada, que ya mamá había estado armando con perros recogidos y abandonados, que llegaban como a 10. Con los otros perros cuyos nombres no recuerdo y con los cuales compartía poco tiempo al tener que regresar a Caracas, salía en bicicleta y nos íbamos a una gran laguna distante unos 3 kms de la casa, dentro del área cercada del campamento. Todos corrían tras de mí, quedando los más pequeños rezagados. Respetuoso de los consejos y alertas de papá de no bañarme en la laguna solo por temor a alguna culebra de agua tipo tragavenados, llegaba hasta la orilla y me ponía a lanzar palos y piedras al medio de la laguna, para que los perros se lanzaran y lo buscaran. En algún momento luego de verlos disfrutar su baño, tomaba la bicicleta y a toda velocidad regresaba a casa, tratando de escapar de la manada, que poco a poco en fila y en orden de tamaño se iba formando tras de mi corriendo a toda velocidad por la carretera para alcanzarme. Los más grandes llegaban primero y luego me reía viendo a los pequeños llegar caminando con la lengua afuera.
Esa experiencia es inolvidable, disfrutaba mucho su compañía, la libertad, el estar solo con ellos y verlos divertirse tomando el baño y buscando los palos que le lanzaba. Otra vez otra mudanza sin despedida, porque cuando mamá regreso a Caracas con mis hermanos, Yo no estaba, pues estudiaba interno en Caracas.
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