Yomar. Capitulo 4. Se marcha de casa.
HISTORIA DE YOMAR
SUSPIRITO DE CULEBRA
AVENTURA AL MARCHARSE DE CASA.
CAPITULO 4.
Ante la falta de afecto y comprensión, la ausencia de su amado padre y teniendo 11 años, Yomar metió unos trapos en una bolsa de papel y abandono la casa, sin saber a dónde. Huía de las palizas de sus hermanos y de los castigos de su madre Lucinda. Por pocos días durmió en casa de una vecina que la recibió, pero tuvo que regresarla a su casa, ante los reclamos aireados que le hacia Lucinda por darle cobijo a su hija. Su madre le prometió al volver, paz, amor y consideración, lo cual duro apenas horas, para que Yormar comenzara nuevamente a vivir en el infierno de siempre, que tanto la afectaba. Luego con 16 años, pensando orgullosamente que podía salir adelante sola y desconociendo la existencia de escorpiones y culebras que la esperaban al acecho, sin ninguna educación sexual, lo cual era un tema tabú en su casa, se subió a un autobús solo con una muda de ropa, el pasaje de ida y se marchó rumbo a una ciudad llamada Valencia, distante unos 400 kms, buscando el apoyo de su hermano mayor, que estudiaba en la Universidad y se abría camino en esa ciudad ya casado. No teniendo recursos y desconociendo la ciudad, llamo a su hermano por teléfono anocheciendo, pidiéndole ayuda y hospedaje. Su hermano paso a buscarla y YOMAR, al verlo se sintió protegida, segura. Su hermano mayor la llevo donde residía con su esposa. Allí fue bien recibida, pero la paz que sentía duro poco, cuando su hermano llamo a su madre para contarle que Yomar estaba con él, para que no preocupara. A partir de ese momento Lucinda no dejaba de llamar día y noche para que Yomar regresara a la casa de la cual huía. La esposa de su hermano no tolero más esa situación y le pregunto a su madre en su última conversación, "porque tanta insistencia en que volviera Yomar si no la quería en la casa, ya que vivía corriéndola"… Lucinda se alteró y su hermano sumiso como siempre de su madre Lucinda, escucho su fuerte reclamo de haber recibido a Yomar. Al día siguiente Yomar llego con mucha alegría porque había tenido una entrevista para un empleo y le dijeron que se presentara al día siguiente. No sabía de los planes de su hermano de regresarla con su madre Lucinda. Sin ninguna explicación le dijo a Yomar que lo acompañara en su carro hacer una diligencia. Ella ingenuamente acepto, pero al no ver nada extraño, lo siguió confiada hasta que salieron de la ciudad. Allí se dio cuenta que había sido engañada y que perdía la oportunidad de trabajo que tanto deseaba por culpa de su madre que exigía regresara a su casa inmediatamente. Yomar no perdió las esperanzas y dentro de su ser, pensaba que no se daría por vencida. Esa noche llego a su casa otra vez derrotada. Su regreso a la fuerza y engañada la afecto mucho. Su hermano llego, la dejo ante la casa y se marchó inmediatamente. Yomar quedo sola ante la puerta, se sentía destruida, dudaba de entrar y enfrentar nuevamente a su madre. Esa noche no durmió y decidió escuchar la reprimenda de su madre. Escucho los insultos de siempre, que Yomar por respeto no respondía. Solo le pedía por favor que la dejara ir, que quería hacer su vida y ser libre de tanto sometimiento y mal trato. Ya no aguantaba tanta indiferencia, tantas vejaciones sin sentido. No existía una relación de madre e hija. La relación era una batalla diaria, hasta que en un momento determinado Lucinda expreso unas palabras que Yomar jamás pensó escuchar de su madre. Un hermano de la Iglesia donde asistían, le dijo a Lucinda: "hermana por favor trate de entender a Yomar está en una etapa difícil, cuando usted sienta que le quiera dar un abrazo hágalo, por favor. Ella esta falta de mucho afecto y lo necesita." Lucinda respondió " Eso jamas, nunca pasara, jamas lo haría" Yomar bajo el rostro y no hizo comentario alguno…. Solo pasaba por su mente, porque si su madre tenía ese sentimiento, ¿porque la seguía reteniendo? Yomar pensó y se mentalizo, que pese a esas circunstancias familiares en contra, si lograría independizarse, pero la aventura que iniciaba no se presentó como ella lo pensaba… La intolerancia de Lucinda y sus continuas críticas, comenzaron a tejer toda fuerte tela de araña en torno a Yomar, de la cual no ha podido escapar.
LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD DE ESCAPE.
YOMAR decide nuevamente vez huir de su encierro. Salió sin nada, solo con lo que llevaba puesto. Pidió prestado, se fue a la terminal, se montó en un autobús y se fue runbo hacia una aventura que consideraba definitiva. Llego a una ciudad grande con gente diferente. Asustada sin contar con nadie, no hallaba que hacer y a donde ir. Decidió caminar hasta un hospital que había visto al llegar. Allí espero que anocheciera. Logro conseguir un cartón y lo coloco en un banco de ese hospital. Se quedó dormida hasta que sintió a las 6am que alguien la tocaba para que se parara y le decía que no podía estar seguir acostada allí. Con mucho frio y hambre, le toco caminar y caminar, hasta que llego a una plaza, donde se sentó y le pidió a Dios que no la desamparara. Observo unos predicadores de la Biblia en la plaza y se acercó a ellos. Les conto su situación sin comentar que había escapado de su casa, porque temía se repitiera la misma historia. Una de las predicadoras cristianas, la observo con desconfianza y otra la invito a ir a su casa. Esa señora le ofreció quedarse esa noche. Pudo dormir toda la noche por el agotamiento extremo que tenía. Al día siguiente Yomar fue llevada a casa de una familia Cristiana para que la hospedaran, mientras Yomar se estableciera. Era una familia compuesta por dos hijos, un hombre y una Mujer Darlin era la mujer tenía 18 años y su hermano Sergio tendría 21 años. Toda la familia era cristiana menos el varón. Todo iba bien hasta que Darlin siendo una adolecente un poco rebelde, empezó a robarle cosas a su propio hermano y padres. Cuando se daban cuenta de los extravíos, lo menos que pensaba Yomar era que pensaran que había sido ella. Aunque ella juro y perjuro que no había sido, alegaron que Yomar había llevado el demonio a esa casa. Yomar empezó a ser vigilada y sintió un cambio brusco en su relación con la familia. Le negaban la comida, dejaban coas para ver si las tomaba. Viendo todo aquello Yomar decidió contactar a una chica que residía en frente de la casa donde se hospedaba. Era una chica de 20 años piel morena delgada. Yomar le pregunto si sabía de alguien o un sitio que estuviera alquilando una habitación o una residencia. Le comento que los padres de su novio, tenían una residencia estudiantil y ella le dijo ansiosa que estaba muy interesada. Al día siguiente salió temprano y la vecina la llevo hablar con esa familia. Ellos aceptaron y Yomar pudo salir de la casa donde era acusada injustamente de cosas que no había hecho. Al salir de allí con dos bolsas negras, se hospedo en una habitación donde iba a convivir con 4 personas. La residencia estaba compuesta de dos plantas, cada planta tenía 5 habitaciones baño y cocina en cada habitación habían dos literas y una cama individual. Se mantenía el respeto, de no tocar las cosas ajenas sin antes pedir permiso.
Yomar conoció a las integrantes de la residencia que eran todas mujeres, entre ellas encontró una que se llamaba igual a ella. La vio un poco desorientada y conversando sobre su aventura, se hizo su amiga. Le conto a Yomar que su casa estaba ubicada a media hora de la residencia, preguntándole Yomar ¿cómo viviendo tan cerca de su familia se había alejado de la casa de sus padres? La amiga le respondió, que ya no aguantaba ver a su padre llegando borracho a la casa, golpeando a su madre. Que tenía una hermana indiferente, que llegaba de su trabajo y se encerraba en su cuarto y se aislaba de los gritos y las peleas que se generaban con la llegada del padre borracho. Tenía otra hermana menor que andaba en malos pasos y ante ese clima de conflicto, decidió marcharse y buscar su independencia. Al escuchar Yomar esa historia, pensó que no era la única que sufría por los conflictos entre padres y familias. La gran diferencia con su amiga, era que ella era aceptada en su casa por su madre, que a pesar de todos los conflictos con el padre la amaba. De inmediato se hizo más amiga de ella, porque pudo ver su carácter definido y resuelto. Le escuchaba que la vida la había tratado duro, pero luchaba sola por salir adelante. Un fin de semana para navidad, todas las compañeras de la residencia se fueron a visitar a sus familiares. La residencia quedaba sola. La amiga al ver que Yomar quedaba sola, la invito a su casa ya que era temporada Navideña. Le agradeció enormemente que esa chica la haya tomado en cuenta para esa fecha que no le traía gratos recuerdos. Yomar se alisto para seguir conociendo personas y salió con su amiga solo con una bolsita negra con la poca ropa que tenía. Al llegar a ese lugar, se encontró con una familia muy extraña, un padre indiferente, una madre sumisa pero muy atenta y cariñosa a pesar de todo. La esposa de un militar ausente embarazada, una hermana rebelde que entraba y salía sin ni siquiera nadie darse cuenta y la hermana mayor trabajadora conservadora con su novio al que no Amaba, pero guardaba la apariencia. Cada quien en su mundo, pero si le llamo mucha la atención que la medre recibía a su hija, dándole la bendición, abrazándola, besándola y preguntando ¿cómo había estado, que le contara que había hecho durante su ausencia? Eso entristeció mucho a Yomar, que recordaba los recibimientos de su madre. Ese día mi amiga le tocaba laborar. Ella trabajaba en un club donde hacían fiestas y todo tipo de eventos. Se marchó invitando a Yomar a quedarse en la casa. La hermana menor de la amiga, le pregunto ¿si quería salir? Yomar inocentemente le contestó afirmativamente, pero nunca pensó lo que pasaría. Las fueron a buscar en un vehículo Ford Maverick Negro. Dentro habían tres jovenes, que al serles presentados no fueron de su agrado. Yomar trato de ser simpática pero sentía miedo por sus palabras y comportamiento a lo cual no estaba acostumbrada. Recordó que su amiga le había advertido que su hermana andaba en malos pasos pero ya era tarde, había aceptado la invitación y se encontraba estaba dentro del carro. Pensó ¿que podría hacer? Dieron varias vueltas e hicieron varias paradas. Hablaban entre ellos cosas que Yomar no entendía y eso le preocupaba. En una de esas paradas se escuchó una sirena. Era la policía, quedaron todos paralizados. Los funcionarios al acercarse al vehículo los mandaron a bajar. Para sorpresa de Yomar, se enteró que el vehículo era robado y las paradas que hacían, era vendiendo droga. Los Llevaron a todos detenidos a la comisaria de la policía. Los tres chicos fueron a un solo lugar y las 2 mujeres (Yomar y la otra chica) en otra celda. Ese día Yomar escucho golpes y gritos de los policías golpeando a los hombres en la otra celda. Estaba aterrorizada se sentía muy mal y pensaba que pasaría con ella. La otra chica estaba tranquila, porque estaba acostumbrada y no era la primera vez que caía presa. Yomar lloraba y ella le decía que se quedara tranquila, que todo pasaría. Paso la noche y al día siguiente, La chica siendo menor fue con la policía a buscar a su madre. Acuso a Yomar de querer salir y su madre le creyó. Yomar quedo detenida en la comisaria. No la dejaron salir porque nadie la reclamo o fue a buscar. La dejaron salir a las 6 pm, cuando su amiga de la residencia regreso del trabajo y fue averiguar por ella en la policía. Le dijo molesta que ella le había advertido como era la hermana, que tendría que dejar la inocencia a un lado y ser maliciosa y precavida en ese medio. Después de esa mala experiencia Yomar solo salía con la madre de la amiga o acompañada por ella.
Le costaba salir de casa. Siempre la vieron y trataron con respeto pensé al incidente ocasionado por su hija menor. Yomar le oraba a su Padre Celestial y se sentía protegida. Pasó Navidad , siendo una temporada muy triste para ella sin familia, sola pensando que todo cambiaria más adelante.
Luego de navidad. Regresaron a la Residencia, pero Yomar no sabía lo que le esperaba. La amistad con su amiga causo celos entre las otras residentes porque ella era muy cordial juguetona y siempre muy dispuesta a ayudar. Las otras residentes estaban molestas por las atenciones que recibía Yomar. Dos de las chicas, decidieron tenderle una trampa, tomando objetos personales de las otras compañeras residentes que escondieron. Todas buscaron y no encontraban lo supuestamente perdido. Esperaron que Yomar saliera a la calle y colocaron los objetos debajo de la cama donde Yomar dormía. Al regresar, fue acusada del robo. Quedo fría y sorprendida, respondiendo que eso no era posible. Acusada ante el dueño de la residencia, este le dio una oportunidad, pero ya habían sembrado la duda y la desconfianza. Yomar no encontraba como demostrar su inocencia, pero confiaba en Dios y su justicia. Yomar se encontraba en crisis, no tenía para pagar el mes de la residencia y el mes por adelantado. Por ello se ofreció a lavar la ropa de todas las 18 mujeres residentes a cambio de poder pagar los dos meses de alquiler que debía. Ese día Yomar lavo todo el día y parte de la noche, terminando a la 1am. Podía pagar el alquiler, pero la duda, la Intriga y la envidia estaban presentes. Nuevamente hicieron lo mismo para culparme de robo y que me sacaran de la residencia. Cuando lleguo por la noche en la noche a la residencia, encontro dos bolsas negras con todas sus cosas en la puerta. Yomar no se explicaba que sucedía y llorosa se marchó buscando otro lugar donde poder dormir. Pidió ayuda a una pareja de cristianos, evangelistas, un matrimonio llamado Ruth y Argenis. Les pidió que por favor la ayudaran. Los conocía de sus asistencias a la Iglesia, desde que llego a ese lugar. Sin pensarlo mucho la señora la ayudo, la acomodo en un sofá y pudo pasar la noche. Yomar salió muy temprano a buscar empleo. No recibía respuesta, pero seguía intentando. Asistía a la Iglesia los domingos y le pedía a su Dios la ayudara para no regresar a la casa de su madre Lucinda. Destruida por las malas acciones en su contra y muy preocupada por no tener a donde ir y no disponer de dinero para nada, pasaron 5 días en esa casa. Yomar sentía algo extraño hacia ella en el comportamiento del señor Argenis, esposo de Ruth. Pensaba que sus atenciones se debían a que la consideraba como una hija. Un día llego temprano a la casa, de buscar empleo sin éxito, pero al entrar se encontró con el Señor Argenis que la esperaba. Llorando Yomar le expreso que no quería ser una carga para ellos, y que pronto conseguiría empleo. La sorpresa fue que Argenis la abrazo y la beso en la boca. La reacción de Yomar fue darle una cachetada y salió corriendo a la calle. Camino, camino y camino muy sorprendida de lo había sucedido. No deseaba regresar a la casa por pena y por miedo. Yomar intento hablar con Ruth pero Argenis lo impidió. Decidió más tarde regresar a la casa para hablar con la Sra Ruthr. Al llegar la encontró encerrada en su cuarto. Yomar quiso hablar con ella pero Argenis lo impidió. Pensó que no le creerían lo que había pasado y una vez más vio sus cosas en la calle en una bolsa negra de basura. Pensó ir a la iglesia para hablar con el Pastor y pedirle ayuda, pero pensó que siendo el matrimonio más conocido que ella que era una recién llegada, no le creería, alejándose y poniendo su vida nuevamente en manos de su Dios.
"Realmente hay de todo en las Iglesias, personas falsas, buenas o simplemente aquellas personas que buscan esconderse detrás de una religión para aparentar lo que no son. Nadie puede burlarse de la justicia de Dios y engañarle cada persona rendirá cuenta de sus acciones. Ese nuevo intento de abuso hacia Yomar afecto aún más su dolorosa y sufrida vida que ya conocía por su propia familia.
Yomar pudo conseguir empleo como operadora telefónica de una línea de taxis y allí empezó bien. Pudo alquilar una habitación dormir y come y hasta le quedaba algo para enviarle dinero a su madre, para ayudarla con sus otras hermanas, dinero que depositaba a un número de cuenta que ella había guardado con ese fin. Pero llego lo inesperado.
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