“BENDICIONES”
MEDIANTE LA IMPOSICIÓN DE
MANOS.
Félix A.
Jelinek Maldonado
13-12-18
En la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días,
es frecuente por parte de personas enfermas o afligidas, solicitar
bendiciones del Sacerdocio para ser fortalecidas espiritualmente o sanar sus cuerpos. Nuestro Salvador llamado Jehová
en el antiguo testamento y Jesucristo
en el nuevo, enseño la sanación para llevarles
consuelo a los enfermos, brindando oportunidades de ministración a sus hermanos
espirituales, de servir por amor al prójimo. He participado como sacerdote en
bendiciones con diferentes resultados. Algunas se han cumplido total o parcialmente y otras no.
Últimamente he participado en esta
ordenanza a solicitud de hermanos
enfermos, que se mantienen en cama o padecen de problemas físicos por años, sin ver
resultados. Ante la poca o ninguna evidencia de mejoría física en ellos,
teniendo Fe y firmes testimonios de Jesucristo, he orado para encontrar las causas
que me ayuden a entender y ofrecerles
consuelo. Hemos conversado, que ello
puede ocurrir por nuestra condición de
seres mortales, y otras
pueden ser pruebas para medir nuestra Fe
y testimonio. Caso de (JOB en la Biblia). También conocemos, que las enfermedades nos ayudan a purificarnos, si entendemos la caridad y el
sacrificio expiatorio de Jesucristo.
He solicitado recientemente bendiciones, al verme afectado por algunas
dolencias propias de mi edad. No he observado mejoría o cambio en mi estado, pero si me he sentido más fortalecido
espiritualmente, al participar los domingos con mayor deseo y comprensión en la bendición de la Santa Cena, recordando y meditando en el sacrificio y el sufrimiento expiatorio de
Jesucristo por todos nosotros.
Esto me ha llevado a buscar respuestas del porque algunas bendiciones no se cumplen, pese a la esperanza que
sustenta la Fe. De hecho no todas se cumplen tal y como lo señala la Biblia en 1 Corintios11:30, Hebreos 9:27 y D.C 42:43-48. Todos debemos morir de algo o por algo para
poder resucitar. La
muerte por vejez, es producto de un desbalance entre las células sanas que se
reproducen diariamente y las que mueren
en cantidades mayores. Este proceso, obedece a la decisión tomada por nuestros primeros padres terrenales de no seguir la palabra de sabiduría al comer
de un fruto prohibido que trajo la muerte sobre ellos. Todos nosotros sus
hijos nos aferramos a la vida por la
condición genética de provenir de padres
perfectos inmortales, condición que ellos
tenían, antes de comer del fruto
prohibido y sufrir su cambio biológico.
Tres pasos necesarios para bendecir apropiadamente:
1. Debe haber una solicitud por parte del interesado si esta consciente. Es un principio de Fe seguido de
esperanza, para recibir la bendición. Se imponen suavemente las manos
sobre la cabeza del enfermo, expresando los deseos para su sanación física, bienestar, mejoramiento, paz,
tranquilidad y salud espiritual en el
nombre de Jesucristo. ¿Porque en el cerebro y no en otra parte afectada del
cuerpo? Porque este es el órgano procesador y distribuidor de la comunicación o energía recibida por
medio de la glándula pineal a
cualquier parte del cuerpo. Concentrar nuestra esperanza mental durante la oración para sanar el órgano o el sistema
del cuerpo afectado, vigoriza
la FE.
2.
La bendición de salud, consta de dos
partes. 1. La
unción con aceite simbólicamente puro de Oliva, bendecido apartado y
consagrado, para sanar el cuerpo físico de los enfermos. 2. Seguidamente otro Elder Sacerdote, efectúa el sellamiento
para avalar el acto en los cielos, a lo cual sigue la bendición que dicte
el espíritu. El uso del aceite recuerda
a los participantes la necesaria pureza y lo sagrado del acto. Ambos
deben ser efectuados por Sacerdotes dignos y dispuestos a servir con la autoridad recibida, para actuar en el sagrado
nombre de Jesucristo, sobre cualquier
persona no necesariamente miembro de la Iglesia. Las bendiciones sin la
autoridad y el sellamiento, están fuera del orden de los cielos. Su práctica
sin autoridad muy común, busca restarle minimizando la presencia de nuestro redentor y salvador Jesucristo. La bendición para fortalecer solo
la espiritualidad del interesado, no requiere de la unción con el aceite,
porque está referida al cuerpo
espiritual y no al físico.
3.
La Necesaria dignidad personal.
Es tener conciencia personal de la complacencia de DIOS para
efectuar la ordenanza. Las personas aportan debilidad y le restan poder a la
bendición, si previamente no se han arrepentido de algo indigno que los esté
afectando. Se debe actuar siguiendo el
ejemplo de JESUCRISTO. El hacerlo, se abre
la comunicación espiritual para sentir su amor y compartirlo, siendo que es el SEÑOR es quien
bendice y no el espíritu de los hombres.
Por eso pronunciar palabras utilizando su nombre, viviendo en pecado o
por simple formulismo, le resta poder a la Fe, la esperanza
y la caridad que nutren la
bendición, que se ve debilitada ante la
ausencia del Espíritu
Santo como la ayuda idónea prometida, si aceptamos seguir a Jesucristo.
Lo aprendido: Dios el Padre y Jesucristo, siempre obran por medios físicos naturales.
·
Los humanos somos cuerpos de energía, conformado por millones de
partículas atómicas cuánticas, de características electromagnéticas, que dan forma a nuestro cuerpo, vibrando a determinadas velocidades y frecuencias mientras permanecemos vivos. El nivel de frecuencia y la potencia activa de
esa energía, se puede medir en Hertz
(Hz). Su fuerza o poder, dependerá (en los humanos), de la manera como
alimentamos nuestro cuerpo, como pensamos, donde trabajamos y vivimos, que
actividad desarrollamos, con quienes nos relacionamos, los buenos valores y principios que alimenten
nuestro espíritu que finalmente se resume
en la calidad de vida material o espiritual
que estemos viviendo. De la suma
aportada por estos componentes temporales, resultará la cantidad y la calidad de energía HZ que genere, conserve y
pueda irradiar o emitir cada cuerpo. A esto se le llama
popularmente química o vibra. Esa fuerza presente, puede influir
con mayor o menor poder sobre la
bendición otorgada. A mayor poder acumulado Hz por los participantes, mayor es la Fe que se activa poderosamente por la esperanza de
recobrar la sana vitalidad. Se logran los resultados esperados, si los deseos
están en armonía con los convenios o
acuerdos personales efectuados por cada persona en la preexistencia con
nuestros Padres espirituales, antes de nacer en la tierra.
·
La palabra de sabiduría o la ley de salud. Fue revelada al Profeta José Smith en 1833, para mantener
nuestra vitalidad y energía positivamente. Mejora nuestra capacidad para actuar
sobre otras personas enfermas que sufren alteraciones en la vitalidad del cuerpo. La
calidad y energía espiritual tiene un efecto directo sobre esas alteraciones, sobre todo por
el desaliento, la depresión y el estrés, que generan los conflictos y la oposición en el
cerebro. Transmitir amor sincero, es un componente de primer orden para efectuar bendiciones exitosas, que debe ser percibidas
y sentidas, por quienes reciben y ofrecen
las bendiciones.
·
Las bendiciones no restablecen físicamente órganos, miembros o partes
humanas. Esto porque todo cuerpo vibra según su diseño
y tamaño; tiene su propia energía y vibración. Nosotros aún no tenemos el poder
ni el conocimiento para entender este proceso del cómo se organiza la materia.
Esto es una facultad de los Dioses exaltados que conocen
y tienen el poder de actuar siguiendo leyes y procesos naturales. Por eso son omniscientes, omnipresentes
y omnipudientes.
·
El poder de sanación de Jesucristo. Al ser un DIOS exaltado, su vida, servicio, conocimiento, amor, humildad, mansedumbre, rectitud,
potencializaba su energía. Su Fe se
centraba en su Padre, así como la nuestra
se centra en EL. Por esta razón con el solo hecho de ser
tocado, o hacerlo a un enfermo, como el
mudo, el ciego, el sordo o el cojo que
acudían por su FE en El, los sanaba, aunque la energía del enfermo,
estuviera debilitada por la vida que llevaba o había heredado. Las manos se
utilizan como verdaderos sensores captadores
o trasmisores del poder de la FE
sobre la cabeza. En el cerebro se encuentra el centro de todo el sistema que se
activa según estudios científicos mediante la diminuta glándula Pineal. Esta filtra y procesa sensorialmente la
comunicación espiritual, mediante las impresiones que recibimos al bendecir. Las diferentes alarmas biológicas del
cuerpo alertan sobre la deficiencia
energética HZ, en algunas partes del cuerpo. La acupuntura china y la homeopatía
alemana o hindú, trabajan sobre la energía y el vitalismo que portan las estructuras celulares en una compleja red que
conocemos como neuronas en el sistema
nervioso.
·
Las bendiciones no tienen un efecto placebo, pero al aportar energía limpia, con
sentimientos de paz, tranquilidad, seguridad y confianza, se pueden armonizar los niveles de energía alterados en la red
sensorial que cubre el 100% del cuerpo humano. La bendición con FE actúa directamente sobre el cerebro, la mente y el espíritu, mejorando el estado mental de los enfermos, ayudando al restablecimiento del flujo alterado de la energía,
en las diferentes partes del cuerpo, afectadas por la
enfermedad. Las dolencias existen debido a una naturaleza mal tratada, que poco
cuidamos, alejados de DIOS, tomando decisiones y hábitos equivocados, insanos o propios de la libertad para
actuar bien o mal que todos tenemos.
Conclusiones:
·
Se requiere tener autoridad, esperanza, FE y caridad, seguir el ejemplo de Jesucristo para bendecir a los enfermos sean
miembros o no de su Iglesia de acuerdo a
la restauración del Evangelio.
·
Todos los hijos de Dios sean o no miembros de la Iglesia de Jesucristo, tienen
el derecho mediante su Fe, invocando el
nombre de Jesucristo, de solicitar bendiciones de sanación, al haber aceptado venir a la tierra de manera
voluntaria para seguirle, aunque aún no hayan encontrado el camino o hayan abierto sus corazones para
buscarle.
·
No todas las bendiciones de salud se cumplen.
Es necesario morir de algo o por algo, de acuerdo al Plan de Salvación,
para resucitar con cuerpos perfectos inmortales.
·
La salud física y espiritual son importantes
para dar y recibir bendiciones
de salud o sanación más efectivas. Dependerá del potencial de nuestra energía corporal, de acuerdo al tipo de vida que llevemos. La
fórmula CEC (Campo
electromagnético corporal), resume el nivel de energía que todo ser vivo
tiene. (Reconocer nuestro nivel es algo
personal que debemos sentir espiritualmente).
·
El
avance de la ancianidad silenciosa, nos permite recibir conocimiento y
experiencia, preparándonos como los líderes y siervos fieles de Jesucristo, cuando gobierne sobre la
tierra, durante el milenio.
·
Los
animales y las plantas, para
alimento, solaz y compañía del hombre,
pueden ser bendecidos por el sacerdocio para ser preservados y para el beneficio humano, pero entiendo que el uso del aceite consagrado se
aplica solo a las personas al ser
requerida la razón y el entendimiento,
que ese tipo de inteligencias diferentes a la humana.
·
Somos
como baterías de carros, unas con mayor amperaje que otras, pero todas
funcionan de acuerdo a la carga acumulada. Ante la falta de poder para auto cargarse,
se puede intercambiar su energía.
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