ALIMENTO SEMANAL ESPIRITUAL  LA SANTA CENA.
Félix A. Jelinek Maldonado
20-10-18
La oración de la SANTA CENA, no es un modelo, es una clara instrucción del propio JESUCRISTO, dada a sus discípulos del viejo y nuevo mundo en la ahora llamada tierra de las Américas, tanto en la BIBLIA, en el LIBRO DE MORMÓN como EN DOCTRINAS Y CONVENIOS. Se puede observar claramente, que la revelación del SEÑOR,  ocurrió en tres épocas diferentes. Durante la ministración de JESUCRISTO en JUDEA, en las AMERICAS, y en la Restauración del Evangelio en esta última dispensación.
¿Por qué reviste tanta importancia esta  instrucción claramente revelada?
Al leerla, escudriñarla y meditarla muchas veces durante este último año de mi vida, cumpliendo con mi deber de ministrar al noble y querido hermano TOMAS SOSA, acompañado del Presidente del Quórum de Elderes JOSE MONASCAL,  hemos sentido la clara impresión por el Espíritu, que existen cuatro claras enseñanzas, que en lo personal, tres de ellas, he pasado por alto en mis  45 años como miembro y algunas veces como líder de la Iglesia, tiempo durante el cual la he escuchado y participado  unas 300 de veces, de esta  sagrada ordenanza.
1.     Claramente la oración es un recordatorio del Sacrificio Expiatorio de JESUCRISTO, como nuestro Salvador, en  la cual se nos invita a recordarle siempre.
2.     Claramente la oración se refiere a la condición humana que tuvo el SEÑOR, durante su ministración, para poder sentir, sufrir y padecer todas las vicisitudes y experiencias por las cuales tenemos que pasar los humanos en nuestro  aprendizaje en la tierra.
3.     Claramente la oración señala, que el propio JESUCRISTO la dicto palabra por palabra y no utilizo  palabra alguna, que lo colocara en primera persona. Se refiere que todo su sacrificio es para glorificar solo  a nuestro PADRE CELESTIAL, manifestando humildad, mansedumbre y su plena e incondicional obediencia. Debemos recordar que muy diferente fue la actitud de LUZBEL en el concilio de los cielos, donde reclamo la gloria y los méritos para El, razón por la cual nuestro PADRE decidió SABIAMENTE llamar  a JESUCRISTO, como el MESIAS o el UNGIDO.
4.     Claramente la oración señala que debemos nosotros, los que participamos de la ordenanza como Santos, TESTIFICAR A NUESTRO PADRE ETERNO, que reconocemos, entendemos, aceptamos y seguimos a JESUCRISTO su hijo AMADO EN QUIEN TIENE COMPLACENCIA, como nuestro único SALVADOR y  REDENTOR.  Esta verdad acompañada de un profundo sentimiento, por su calvario y expiación de nuestros pecados,  debe ser expresada voluntariamente por quienes asisten el primer domingo de cada mes a la Capilla y tienen la oportunidad durante el tiempo de los testimonios de expresar esta maravillosa verdad, para mantener el ESPIRITU DE JESUCRISTO con nosotros, en estos tiempos tan difíciles.
5.     Toda la oración enseñada por JESUCRISTO, es un recordatorio que toda la gloria del plan de Salvación que él dirige y ejecuta en la tierra, es para nuestro PADRE CELESTIAL.
Sugiero a mis hermanos, centrar sus testimonios en estas verdades durante sus testimonios, porque no estamos recordando a Jesucristo como se merece y tampoco estamos testificando a  nuestro PADRE de su hijo amado.   LEAN CON EL ESPIRITU DE CONOCER LA VERDAD Y ESTA NO ES REVELADA.

Nota:
Aquellos familiares, hermanos, compatriotas y personas que deseen atender mi llamado, pueden colaborar con sus generosas  donaciones en mi cuenta del Bank Of América, 898047890388 No., o a mi cuenta PayPal, utilizando el e-mail felixjelinek2@gmail.com, para  ayudarme a mantener el bienestar y la calidad de vida  que necesito  por mi avanzada edad y poder así continuar produciendo y aportando mis conocimientos y experiencia.  

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