CAPITULO 5 y 6

 EXPERIENCIA PREVIA ANTES DE SER INVITADO A TRABAJAR   COMO EMPLEADO DE LA IGLESIA.


Luego de ese primer distanciamiento de la Iglesia para evitar la contención en nuestro hogar al ser el único que acepto bautizarse en la Iglesia, continuamos nuestras actividades laborales con gran éxito. Para ese entonces mi esposa daba clases de diseño y arquitectura interior en un importante Instituto de   Caracas. Producto de ese trabajo, conoció a una joven alumna muy diligente y capaz, con la cual conformo una compañía en la sala de nuestra casa, en Agosto de 1974, con el nombre de Woll C.A. Esa compañía desarrollo muchos proyectos en el medio empresarial y bancario y le permitió a mi esposa realizarse y hacer otras inversiones. Esto represento una sólida  ayuda tanto en lo físico como  en el mejoramiento de las condiciones afectivas dentro del hogar.
Transcurrió el tiempo y fui poco a poco aumentando y desarrollando,  mis conocimientos gerenciales, estudiando y trabajando en importantes empresas nacionales e internacionales tanto en Caracas como en el interior del país. Luego de mis primeros años de actividades en la administración, contabilidad y auditoria, trabajé en el área de Servicios al cliente en la empresa metalúrgica mas importante que existía en el país para ese momento, en el ramo de la tortillería, tuercas y afines. Luego trabaje en el área de comercialización de otra empresa trasnacional de origen Holandés. Luego seguí en el área de mercadeo y ventas, en otra trasnacional de origen Suizo, y finalmente concluí mi trabajo como empleado en el área comercial, en una firma que representaba la marca Volvo  trasnacional de origen Sueco, productora de motores marinos.
 Luego me establecí     por mi cuenta, comprando el 50% de las acciones de la marina deportiva más importante que había en Venezuela, ubicada en la ciudad de Puerto la Cruz, estado Anzoátegui. A  la nueva empresa le  pusimos el nombre de Gente de Mar C.A. Operábamos en un privilegiado lugar de cara al mar caribe, con un importante muelle para 60  Yates, estacionamientos en cunas ó llamados palomares, para más de 300 lanchas, operado con montacargas, amplio estacionamiento para vehículos y  tráileres,  tienda para la venta de artículos y accesorios marinos, venta de motores dentro y fuera de borda, repuestos, estación de combustible y de servicio, para la actividad deportiva y de pesca, en la zona costera. Teníamos por nuestro costado este,  a uno de los hoteles más hermosos de la cadena Melia de España, en el llamado paseo Colon.
Producto de nuestro continuo trabajo como esposos,  habíamos adquirido  las acciones de otra empresa  para organizar festejos y fiestas infantiles, conocida como Festejos Mari Silvia, en un importante Centro Comercial de Caracas,  la cual llego a ser muy exitosa y solicitada, por su variedad de espectáculo de magos, payados, títeres y servicios integrales para el festejo y fiestas infantiles y matrimonios. Logramos adquirir el 45% de las acciones de una importante empresa de seguridad y vigilancia armada, que con el tiempo se convirtió con inversión extranjera, en una de las más importantes del país.  Hoy día esta considerada entre las tres primeras empresas que ofrecen este tipo de servicio especializado.
Nuestra relación como matrimonio había mejorado mucho, no teníamos necesidades económicas,  disfrutábamos lo que hacíamos y nuestros ingresos nos permitían tener  un nivel de vida holgado,  tomar vacaciones, viajar, educar a nuestros hijos en los mejores colegios y desarrollar nuestra familia. Vivíamos en una  exclusiva zona residencial  conocida como los Chorros al este de Caracas  en una casa moderna, espaciosa y  cómoda, propiedad de mis Padres, que le alquilábamos para contribuir con sus gastos siendo ancianos..
 Gente de Mar C.A. era un excelente negocio y se encontraba distante de Caracas unos 400 Km. Aproximadamente. Ello me obligaba a  viajar permanentemente  los fines de semana para estar con mí familia. El negocio prosperaba y marchaba bien, pero los viajes eran largos, agotadores, frecuentes y peligrosos, por las conocidas carreteras del oriente del país, que por lo general transitaba de noche, para mejor aprovechamiento de los días de trabajo, que eran toda la semana. Por ello  decidimos radicarnos definitivamente en Puerto La Cruz  estado Anzoátegui. Esta decisión,  representaba, que mi esposa Marisa tenía que sacrificar mucho más.  Dejar sus actividades profesionales y vender las acciones de las empresas que había levantado con mucho trabajo y dedicación. Esto no era fácil para ella.  Pero mostró su amor, apoyo y espíritu de sacrificio, aceptando mudarse con nuestros hijos. Realizamos la mudanza con Begui, Nicolás y todas nuestras mascotas, perros y gatos,  en Julio del año de 1979. El transplante fue difícil pero necesario. Todos estábamos de nuevo unidos en casa, con comodidades, buenos trabajos y colegios. Begui tenía 9 años y Nicolás 3.

 MARINA TARJETA GENTE DE MAR CARNET  CAPITÁN YATE.





5.1  ENCUENTRO CON MISIONEROS EN LA CALLE.

Solidamente establecidos, viviendo muy bien en  la exclusiva urbanización residencial de Lecherías, ubicada de frente al mar Caribe, en la bahía de Pozuelos  entre Puerto la Cruz y Barcelona,  saliendo de casa un mediodía, con Marisa para efectuar algunas compras, circulábamos en nuestro nuevo e  impecable vehículo Mercedes Benz 280, 0 Km.  Observe que en  el mismo sentido que seguíamos, caminaban por la acera dos espigados misioneros,  bajo el inclemente sol tropical, con una temperatura de aproximadamente 40  grados ó más. Los pude detectar muy rápidamente, por sus  pulcras camisas blancas,  su correspondiente corbata, y sus inseparables bolsos de mano. Exclame a mi esposa, -Marisa son misioneros mormones- ¿Los llevamos? Ella  los miró y dijo: "Pobres con ese sol y ese calor, invítalos a subir". Fue suficiente para mí, me acerque al costado de la vía y les toque la corneta, haciéndole señas de que se acercaran al vehículo. De inmediato, sin titubear mucho, pues no existe mejor cosa para un par de misioneros, que alguien los lleve y luego se conviertan en sus investigadores, subieron inmediatamente. Supimos que  se trataba de dos jóvenes norteamericanos, sudados, altos y delgados, que de inmediato preguntaron ¿quiénes éramos y donde vivíamos?. Me identifique   como miembro de la Iglesia inactivo y les presente a mi esposa, que los saludo con cariño. Apague el aire acondicionado por unos momentos, para que pudieran adaptarse a la nueva temperatura y evitar algún daño por el brusco cambio de ambiente. Unos 40 grados vs.  20 grados aproximadamente En sus típicas placas que los identificaban, pudimos leer: Elder  Jeffrey Jones y el otro Elder Grant Sloan Smith. Este último hablaba muy bien el español, tenía más de un año en Venezuela y su padre había trabajado en Centro América con empresas bananeras en Costa Rica.  Jones, recién había llegado a Venezuela  y presentaba un cuadro febril, producto de algún virus ó enfermedad, típica en los misioneros recién llegados, que lo aquejaba, Sin embargo, ese fiel misionero estaba predicando, como generalmente lo hacen estos jóvenes en condiciones difíciles. Su Fe inquebrantable a veces les hace ser imprudentes y cuando se agravan, tienen que guardar cama y reposo por varios días. Puedo dar fe, luego de pasar años en la iglesia y haber trabajado con muchos de ellos, que  algunos misioneros  realizan su trabajo   algunas veces muy enfermos, del estomago, con fiebre ó debilidad, y callan a su Presidente de misión, para evitar ser retirados del trabajo misional.  Mi esposa no dudo en invitarlos a la casa y ver que podía hacer por  el apuesto Jeffrey Jones. Así que los dejamos en el sitio donde se dirigían y concertamos una cita para esa misma noche en casa. Ambos misioneros  resultaron ser muy especiales,  simpáticos y agradables. La puntualidad nuevamente entro en juego. En especial Smith, era muy conversador y esto permitió que se ganaran rápidamente el corazón tanto de  Marisa como de mi hija Begui. 
Por supuesto, invitados a casa,  ¿de qué puede hablar un Misionero? De una manera clara, sencilla, inocente, simpática, pero lleno de gran espiritualidad el Elder Smith, muy inspirado, retó a mi esposa antes de dejarse contaminar con su parte negativa hacia la iglesia que desconocía, a escuchar primero las charlas, antes de hacerse juicios que podrían estar equivocados o contaminados por información incompleta ó errada. Nuestra inactividad le había alertado, que tuviera mucho cuidado y paciencia. Conocía por la breve información que suministre en el vehículo de mi inactividad forzada. Estaba seguro, que nuevamente el Señor guiaba los pasos de los misioneros y los colocaba en nuestro camino. Había llegado el momento para Marisa, tal y como me lo había indicado el Elder Portal en aquella entrevista en Caracas, cuando me señalo en 1973 que me ocupara de mi familia y esperara que el Espíritu del Señor hiciera su trabajo con mi esposa.. Los fieles y dignos misioneros eran nuevamente instrumentos de trabajo en la obra del Señor y estaba seguro, que el corazón de Marisa en especial y el de mi hija,  estaban listos para recibir el mensaje. Inteligentemente y algo preparada por mis lecturas casuales o comentarios y revistas Lihaona cuyos artículos comentaba,  Marisa acepto el reto de los misioneros, de  escuchar antes de opinar ó exponer  argumentos contrarios. Poco a poco, comenzó un cambio en las apreciaciones y conceptos que tenía, en la medida que recibía las charlas y compartía con los misioneros. Pero en ese trabajo de conversión los misioneros trabajaban solos. Marisa no deseaba mi presencia, tal vez para no sentirse influida, presionada ó  comprometida conmigo. Así que los deje solos todo el tiempo que duraron las charlas.

5.2 Bautismos.

Semanas después, los misioneros me visitaron en mi oficina en la marina y me dijeron con una sonrisa de lado a lado de sus caras -hermano Jelinek, tenemos una buena noticia: - su esposa  desea bautizarse con su hija, usted está invitado al bautismo-. Aunque presentía algo,  me había dado cuenta, que  Marisa se esmeraba por hacerle tortas y dulces, que por supuesto los misioneros nunca rechazan, seguramente acordándose de sus madres en Norteamérica. Recibí la grata noticia con gran gozo y alegría. Marisa y Begui se habían reservado muy bien sus sentimientos y la decisión que habían tomado. Los misioneros, habían penetrado el corazón y la dura base conceptual de  mi esposa. Esto ultimo me parecía  increíble, un verdadero milagro. Pero sabia que la verdad es solo una. Me disculpo  por esta  afirmación, que puede sonar absolutista y pedante,  ante aquellas personas que leyendo este libro, tengan otra fe religiosa u otras tendencias espirituales, que consideran también únicas verdades. Por el valido deseo  de muchos de aprender y profundizar sobre el conocimiento   de Dios,   mientras otros prefieren permanecer en la ignorancia, emitiendo a la ligera conceptos sin bases aferrados a sus raíces, tradiciones religiosas, cultura heredados de sus padres y antepasados, lo cual muy difícil que  acepten  una sola verdad. La proyección o manera que ha tenido nuestra sociedad durante siglos de historia hasta nuestros días, de dar a conocer a  Dios, y definirlo de manera tan  mística, abstracta, aferrada a la interpretación hecha por hombres, cuya base conceptual era producto del conocimiento de sus épocas y que estos conceptos  aún perduren, han originado un serio debilitamiento espiritual y quebrado el interés de aprender, en las nuevas generaciones. Esto se refleja en una sociedad donde el progreso avanza en el aspecto material, pero la pobreza y la miseria son cada vez mayores y solo pocos, disfrutan de la aplicación del nuevo conocimiento. Pero puedo testificarles que la verdad de Dios, su conocimiento, leyes, principios y valores, esta allí al alcance de todos los humanos.  Solo  que son los hombres, los que la han fragmentado, tomando partes de ella y las han adecuado a sus culturas, hábitos, intereses, políticos, económicos ó sociales. Algunas religiones retoños de un tronco común, tienen en menor o mayor grado parte de esa verdad única. La verdad se encuentra parcelada, pero ello no significa, que no exista como un todo. Se trata de investigar, estudiar, analizar en profundidad  sobre todo en aquellas religiones de raíces cristianas y tratar de llegar lo más cerca posible al origen puro de las enseñanzas de Jesús de Nazaret. Una vez se logre obtener esa muy importante base, se podrá   investigar en el mundo, quien se asemeja o predica dentro de esos valores y principios originarios. Ese ha sido mí caso. Por ello y con todo el respeto que me merecen las opiniones contrarias, testifico que en la iglesia  de Jesucristo de Los santos de los Últimos Días, conocidos como mormones, encontré la verdad que buscaba y puedo asegurarles que llegue allí sin fanatismo. A pesar de todo el dolor y sufrimiento por el cual he pasado, el sentirme engañado,  traicionado y abandonado por mis propios hermanos en Cristo, considero que tan solo son hombres como Yo, con  defectos y debilidades, pero que la verdad  que buscaba desde niño, la encontré en la Iglesia de Jesucristo. Así lo  siento, y lo afirmo, a pesar de las heridas que llevo en mi espíritu y corazón, por  las circunstancias que me ha tocado vivir con mi familia.
El bautismo  tanto de Marisa como de Begui, se realizó puntualmente, en una humilde casa alquilada en la ciudad de Barcelona, muy calurosa por cierto, capital del Estado Anzoátegui,   en otro tanque de agua, el día 17 de Mayo de 1980, 7 años después de mí bautismo. Mi esposa fue bautizada por el Elder Smith y Begui por el Elder Jones. Teniendo la autoridad para realizar el bautismo. Permití fuera realizado  en quienes habían logrado lo que parecía un imposible. Marisa tenía 39 años de edad y Begui 9 años. Esta hermosa y muy espiritual ordenanza, nos unía terrenalmente como familia y nos llevaba a conformar un solo equipo para  luchar y trabajar juntos por Jesucristo y su obra, en medio de una importante zona turística, pero poblada de gente muy  pobre. Todos esperábamos por la edad para que Nicolas se bautizara, para ese momento tenia tan solo 4 años.  Así ocurrió, cuando cumplió sus ocho años de edad.
Estaba muy feliz y agradecido a aquellos extraordinarios misioneros, que llamados por el Señor y guiados por el espíritu, nuevamente me habían encontrado, para ayudarme a bautizar a mi familia. Jesucristo una vez más seguía mis pasos y me ayudaba de manera increíble. Sentía su presencia, su fuerza llena de amor hacia nosotros. No tengo duda de ello.  Pensar en esto, que seguramente para algunos serán, solo casualidades o coincidencias del destino, me  llena hoy de profunda gratitud y humildad hacia mi amado Padre Celestial y su maravilloso y fiel hijo Jesucristo. Siempre encontré los misioneros en la calle. Ningún amigo, conocido ó familiar  los envió por mí ó fui referido por persona alguna.  No conocía antes de mi bautismo un solo miembro de la Iglesia. Fueron toques  en frió, es decir sin ninguna preparación o escogencia previa de nuestras personas, efectuados por misioneros armonizados e  inspirados por el Señor. En ambos encuentros  estuvo la mano de Jesús. Testifico de ello. El lo hizo.  Tuve la suerte de que esos dos buenos misioneros, realmente lo eran y trabajaban con el espíritu, buscando su guía y orientación todos los días, tal y como son enseñados por sus Presidentes de Misión.
Como familia en el evangelio,  disfrutando de todas las comodidades, buenos vehículos, un Yate en nuestro propio muelle a escasos metros de nuestra casa, motocicletas y todo lo que necesitábamos para divertirnos y pasear los fines de semana, hicimos la promesa como familia, de sacrificar, paseos, diversiones y algunas comodidades. Una de ellas muy difícil, para todos, era cambiar nuestros hábitos de usar frecuentemente ropa informal o casual, por otra formal, que incluía faldas largas, camisas, corbatas y en ocasiones trajes formales, para trabajar en la obra y dar así comienzo a nuestro nuevo tipo de vida. Sacrificar el domingo de playa ó salir a navegar hacia alguna pequeña isla sintiendo la brisa del mar, conservando nuestro bronceado y pasar el día en ella, realmente fue muy difícil, para todos, en especial para nuestros hijos, pero lo hicimos.   Los niños algunas veces protestaban por el cambio radical, que había ocurrido en nuestro hogar. Papá ya no estaba los domingos en casa, con frecuencia llegaba tarde por las noches. Ya no tenía tiempo para navegar. Su tiempo para diversión, había casi desaparecido y siempre estaba muy ocupado  en reuniones con personas diferentes en diferentes lugares y capillas. La gallina protectora de mamá, ahora, también salía a reuniones conmigo y ellos quedaban con el personal de servicio, viendo televisión, haciendo sus tareas escolares y  estudiando.  Algunas veces participaban  en actividades eclesiásticas con otros niños y jóvenes de su edad en la Iglesia.
Tuve que enfrentar esta nueva  situación con mucho tacto, pero el apoyo y ejemplo que recibía  de Marisa como madre, fue fundamental y determinante, para calmar las protestas de los niños, que poco a poco se fueron apagando e integrando al trabajo familiar en la obra.

 Bautismo Marisa y Begui y misioneros.




CAPITULO 6.

6.1. VISITA DEL PRESIDENTE DEL DISTRITO.

 No paso mucho tiempo para recibir la visita del entonces Presidente del distrito Puerto La Cruz, el Hermano de origen Brasileño Arlindo Bugs. Se trataba de un hombre cercano a los 40 años, muy alegre y simpático, quien tenía una numerosa familia y una extraordinaria esposa, que rápidamente se hizo amiga de  Marisa. El Presidente Bugs, nos ofreció como matrimonio, sendos llamamientos en el Distrito. Fui llamado al alto consejo, una organización que es como una especie de consejo de  ministros, cada uno encargado de una mayordomía  que reportaba directamente a la presidencia del Distrito, conformada por un presidente, dos consejeros y dos secretarios auxiliares.  Con poco tiempo en este llamamiento,  fui relevado y  llamado como segundo consejero de la Presidencia del Distrito. Marisa fue a su vez fue llamada a la presidencia de mujeres jóvenes del distrito, donde tenía mucho que aportar, dadas sus habilidades para enseñar,  ser ejemplo de madre, esposa y al éxito profesional que había logrado. Poco tiempo después, el Presidente Bugs decidió trasladar las oficinas de la empresa que representaba en Venezuela  a la ciudad de Caracas. El trabajaba para la  firma Riddgid Tool Company. Al muy poco tiempo de estar en Caracas, fue  víctima de la gran  inseguridad de esta ciudad, al sufrir  un robo a mano armada, por dos delincuentes, que lo esperaban a la salida de un banco cercano a su casa, donde había acudido a retirar un dinero. El buen Arlindo, sincero hermano y muy caritativo con la gente pobre, murió victima de un disparo en la arteria femoral, cuando opuso resistencia al lamentable atraco.  Murió desangrado, durante su traslado  a una clínica  muy cercana a su residencia. No tuvo la oportunidad   de encontrar en ese momento a una persona, que le hiciera un torniquete ó le apretara el lugar de la herida para frenar la abundante salida de la sangre, que en ese sitio es incontenible, por ser una arteria muy importante. Recibí esa lamentable noticia, encontrándome en Salk Lake City en abril  creo de 1985. El  querido por todos, hermano Arlindo, dejo siete niños pequeños en una verdadera escalera por sus cortas edades y a su esposa. Sus restos se encuentran en un lugar muy hermoso del cementerio del Este de Caracas, en una tumba olvidada y un tanto descuidada, del cual la Iglesia y quienes participamos en ello, tenemos registro. Si algún familiar desea trasladar sus restos a su país alguna vez, puede contactar a la iglesia en Caracas ó a mí persona, para ubicarlos en el sitio, donde yacen sus restos.  Su esposa regreso al muy  poco  tiempo al Brasil, muy abatida, con sus pequeños hijos.  Pocos años después, también murió victima de una enfermedad incurable, quedando sus hijos huérfanos. Nunca más supe de sus hijos, que parecen vivir en la ciudad de Sao Paulo-Brasil. Helen, Ricardo, Karen, Vanesa, Rafael,  Wadner y Maritza, recordamos a sus padres, como dos personas muy especiales y trabajadores para la Iglesia que ayudaron mucho a los miembros pobres de la iglesia,  durante su estadía entre  Puerto la Cruz y Barcelona.

   FAMILIA BUGS



6.2. VISITA DEL PRESIDENTE DE LA MISISÓN CARACAS.

Una noche los misioneros nos visitaron en casa y me dijeron que el Presidente de la Misión, Dale Miller ( luego autoridad General) deseaba hablar conmigo. A la hora convenida, el Presidente llego puntualmente con los misioneros. Se trataba de un norteamericano de unos 45 años, de edad, pelo muy canoso, de hablar suave, pausado, que hablaba muy bien el español. Su trato era jovial,  amoroso, simpático, transparente, con una conversación fluida y con buen dominio de las escrituras. Sus palabras luego de la  entrevista formal, que se acostumbra antes de extender un llamamiento para conocer si la persona esta o no preparada, para recibirlo, la realizo tanto a mi esposa como a mí. Luego agrego: -hermano Jelinek, el Señor desea que Usted sea el nuevo Presidente del Distrito Puerto la Cruz-. Esto me sorprendió, tenia poco tiempo en el Distrito. Continuo: -He orado para recibir su confirmación  y puedo decirle, que no tengo dudas en mi corazón, que usted ha sido escogido por el Señor- Pregunto, ¿Acepta este llamamiento?  Le conteste, -sí Presidente, mi deseo siempre ha sido trabajar para el Señor y su obra, acepto-. El distrito abarcaba una zona muy grande al oriente del país. Visitar las unidades implicaba días y muchas horas de viaje. Pero mi deseo siempre era trabajar para el SEÑOR.

   Pte. de mision Dale Miller



6.3  Difícil pregunta, reflexión y buena  explicación.
Por mi actividad tan cercana al mar, el tener que trabajar y salir casi a diario en lanchas y yates, soportando la fuerte brisa, el sol,  la copiosa sudoración salada típica del trópico, la libertad e independencia que tenia, luego de años de vestir formalmente con traje y corbata como ejecutivo y empleado en empresas del mundo, me había dejado crecer el pelo, el bigote y la barba. De esta manera con ropa deportiva muy ligera y un simple baño devuelta a casa, estaba limpio y listo. Para afrontar mi tarea en el mar, no tenia que ser tan cuidadoso con mi imagen, tales como cuidarme el pelo, rasurarme, entalcarme, perfumarme, mantenerme peinado etc.  Es decir, sencillamente no tenia jefe, mi pasado ejecutivo lo había dejado atrás y ahora era mi propio jefe. Muchas veces había tenido que representar la figura de un ejecutivo en mi trabajo y en reuniones, donde teníamos que adecuarnos a las reglas impuestas por las empresas, algo que realmente no me gustaba mucho, pero aceptaba. Pero el incomodo uniforme    social, a la moda e impuesto, tenia que ser usado necesariamente para dar el ejemplo. Ahora existe una mayor tolerancia al respeto en empresas y grupos muy importantes en el mundo, después que algunos hombres muy exitosos, no por su apariencia sino por su inteligencia e  intelecto, como por ejemplo Bill Gates que en sus inicios usaba zapatos de tenis,  marcaron la diferencia. En la iglesia sigue siendo muy importante el uso de  trajes  y ropas formales, inclusive en zonas muy calientes del país, aunque las capillas tienen muy buen diseño, en cuanto a ventilación y son realmente frescas. Muchas tienen aire acondicionado, lo cual mejora la necesaria reverencia en las reuniones sacramentales.
 Seguidamente el presidente Miller, con gran tacto y delicadeza,  me realizo la pregunta que había estado esperando. ¿Hermano Jelinek tendría usted algún inconveniente, en rasurarse  su poblada barba,  bigote y cortarse un poco su melena? Ya antes el Presidente Arlindo Bugs y el Presidente de la rama donde asistía como miembro, el buen  y dedicado Presidente  Franklin Pérez, me habían asomado esa posibilidad un tanto de manera tímida e  informal y realmente no habían esgrimido argumentos sólidos que me hicieran cambiar de opinión. Además me desempeñaba como  un líder más, aunque algunos me veían con extrañeza, pero me justificaba, no siendo  el Presidente del Distrito.
Consideraba esto como un asunto estrictamente personal. Me quede pensativo ante la pregunta, me sentí algo incomodo y le respondí: -Presidente, si usted me da una buena razón, lo haría, pero recuerde que Jesucristo  y muchos de sus discípulos usaban barba, incluyendo profetas modernos de la iglesia- El pensó y me dijo: -Tiene razón, hermano Jelinek, la barba ha sido asociada en el pasado con patriarcas, buenos intelectuales, hombres de ciencia y profetas. Era un símbolo de respeto, sabiduría, veneración, era parte de una cultura y sé hacia hasta necesaria, en épocas pasadas por los largos viajes, tanto a pie, en carretas como a caballo, donde era hasta necesario tener esa protección contra el polvo el sol y el frió.  Pero hoy día en nuestra cultura y mundo occidental, la barba sé ha asociado con grupos inconformes o rebeldes, que protestan de mala manera,  los llamados Hippis,  guerrilleros y gente, que muestra su   desacuerdo con la sociedad que los rodea y  han tomado como  símbolos de su protesta, esos hábitos para diferenciarse de los demás. (Siempre he pensado y aun cuando era un joven de 20 años, en los años sesenta, que  los errores de nuestros antepasados, se reflejan en la sociedad, moderna. Los  jóvenes,    manifiestan su protesta o desacuerdo  con la guerra de Vietnan, el modernismo deshumanizado,   la violencia y pobreza heredada, asumiendo posturas, como las que reflejaban los Hippis de los años sesenta. Pero la sociedad no ve el fondo del problema sino la apariencia externa). Continuando, el Presidente Miller, agregó: no deseamos que nuestros líderes sean asociados en esta época, con símbolos de protesta, rebeldía ó con grupos inconformes.  El Presidente Miller muy inteligentemente  me hizo sentir claramente que no me daba una orden, solo reflexionaba y me ponía a pensar. Tampoco me hizo sentir que era una obligación o un requisito, que de no cumplirlo, implicaba  no  recibir el   llamamiento que me había sido propuesto en el nombre del  Señor. Sin duda mi apariencia deportiva, barbado, con bigotes y larga melena, iba contra la costumbre y hábitos en la iglesia y aunque no se me dijo, posiblemente atentaba contra las políticas normas y procedimientos no publicadas ó de uso restringido. Me quedé mirándole pensativo. El Presidente Miller escudriñaba mis ojos con mucha tranquilidad y casi esperando recibir una respuesta afirmativa.   Le respondí luego de su sabio comentario: -Presidente, gracias por su reflexión y consejo, su pregunta es válida, aunque incomoda y difícil para mi,  pero me rasuraré la barba, el bigote y  me recortare el pelo.- Una sonrisa muy alegre se reflejo en su  cara llena de satisfacción y apretándome la mano con fuerza, exclamo, gracias llamándome por primera vez en la Iglesia como presidente. Agrego, debo apartarlo, pero debo solicitar el apoyo de su esposa.  Se dirigió a mi esposa  y le informo del llamamiento que me estaba haciendo.  Marisa  sin dudarlo, dijo que me apoyaría  en mis nuevas responsabilidades. El presidente luego de proponer mi nombre a la congregación, representada por unas 400 personas para ese momento y solicitar su sostenimiento a la nueva autoridad del Distrito, lo cual se realiza levantando la mano derecha en señal de apoyo, me impuso las manos sobre mi cabeza en presencia de mi familia y otros lideres del distrito y me entrego solemnemente las llaves y la autoridad para actuar en mi nuevo llamamiento.

6.3 Un nuevo Papá.

                       Papa  con Barba y sin barba.



Esa noche, antes del sostenimiento que se realizaría el domingo siguiente, me encerré en el baño y  observe por última frente al espejo, mis bigotes, espesa barba y melena. Procedí a afeitarme lentamente jugando un poco con mi barba y mí nueva apariencia. Al salir del baño, llame a mis hijos.   Begui y Nicolás. Estos  al verme, corrieron donde estaba su madre y le dijeron: ¡mamá, mamá, tenemos un nuevo papá en casa! Nunca antes me habían conocido totalmente rasurado, sin bigotes y con la melena tan   corta. Me sentía muy raro, no me gustaba mi nueva apariencia, ya no aparentaba ser  un lobo de mar, que capitaneaba mi Yate noruego la VIKINGA, pero lo había aceptado,  aunque para mi era un verdadero sacrificio. Pero ¡Cómo podía negarme sabiendo que en eso no era absolutamente nada, ante el inmenso sacrificio  de mi Señor Jesucristo!

Así que nuevamente me puse a tono con el nuevo llamamiento y saque del clóset, las camisas blancas, manga largas, buscando desesperadamente las mangas cortas,  y trajes olvidados.  Vestirse de traje y corbata en esa zona tan caliente, entre 34 y 40 grados durante el día, con mucha humedad,  fue muy difícil, pero cuando un líder nos llega de verdad al corazón como sucedió con el Presidente Miller,, simplemente le obedecemos a su inspiración y espiritualidad, que sin ninguna duda ese sabio hombre tenia. El Presidente realmente era un ejemplo a seguir. Así que luego de algunas molestias, me acostumbre al traje y a la corbata de nuevo, solo que ahora trabajaba los domingos con traje y corbata, lo cual para muchos era unas verdadera locura. En mi trabajo me veían como un espécimen  raro y hacían chistes entre ellos, sobre mi nueva apariencia. Hice una buena amistad con el Presidente Miller y fue un verdadero placer trabajar bajo su dirección. Por años luego de su regreso a USA, nos escribimos. Acudí a  él años después, en mis momentos más difíciles en la Iglesia,   y tuve el privilegio de recibir hermosas cartas de apoyo y amistad, que me ayudaron mucho en medio del gran aislamiento y  aun peor silencio, al que había sido sometido por el liderazgo de la Iglesia  En una de esas cartas, de fecha 15 de Octubre de 1997, y espero me perdone por difundir esto, decía: "es infortunado que muchos cometamos  errores y flaquezas en el camino. Algunas son  solamente equivocaciones, mientras que otras son transgresiones morales por las cuales tendremos que responder a Dios". Lo más hermoso de su carta es cuando afirma: "los errores son producto de la oposición que tenemos que afrontar, para que podamos avanzar y vencerlos". "Las transgresiones son para resolverlas con nuestro Padre Celestial". Transgresiones en la iglesia se refiere a violaciones o faltas a las leyes de Dios. Un hermoso mensaje sin duda. Aun años después, estoy en el camino  tratando de vencer la tenaz oposición que existió en la Iglesia contra mi persona.  El adversario que lideriza la oposición a Dios y ha su hijo Jesucristo,  esta tranquilo, logro que la familia Jelinek este fuera de la Iglesia de Jesucristo, utilizando al mismo sacerdocio que aborrece.
Pregunto: ¿Será este relato: 1 capaz de generar arrepentimiento entre los que nos han hecho tanto daño espiritualmente, destrozaron el trabajo de años logrado con los misioneros. 2. Frustraron con sus indignas e interesadas acciones,  nuestro plan de progreso familiar y me sometieron a la duda, la calumnia y descalificación entre mis hermanos? 3. ¿Lograra este libro, encender la luz, disipar la oscuridad y pueda quedar al descubierto el tenebroso ORGULLO, que algunos disfrazados de humildad se pasean por las capillas y templos? 4.  ¿Prevalecerá el sacerdocio,  que existe entre algunos líderes y sacerdotes,  que han perdido su autoridad ante Dios el Padre y su hijo Jesucristo, pero la ejercen con legalidad ante los hombres, por el solo hecho de haber sido  llamados en el pasado?
Hoy día el  Elder Miller tiempo después fue  es una Autoridad General que perteneció al 2do Quórum de los 70 y siento un gran amor y respeto por él. 
Es un gran líder, y  sus cartas llenas de amor, sano consejo y gran sabiduría, fueron las únicas que recibí preocupado por mi situación y la de mi familia.  Repito me dieron aliento en mis momentos más difíciles dentro de la Iglesia, sobre todo en los años 97, 98 y 99, cuando los lideres de la Iglesia locales y hasta en Salt Lake City, Utah, me ignoraron,  no creyeron  en los argumentos que les presentaba en mi defensa y permanecían en absoluto silencio, aceptando con ello, que mis detractores tenían la razón. Gracias Presidente Miller. Todos Marisa, Begui y Nicolás le seguimos  amando de corazón y siempre le recordaremos y le estaremos agradecidos por creer en nosotros y darnos aliento para seguir adelante. Pese a no encontrarse esta tragedia espiritual  en su línea de la autoridad, el presidente Miller se acordó del  hermano, el amigo, y compañero de trabajo en la obra, reconociendo su falta de autoridad para actuar.
En mi opinión, el sacerdocio y la autoridad de Dios que representa el hombre en la tierra, debe estar libre de todo sentido de obligación ante los hombres, cuando se trata de la salud espiritual de un solo hombre y mas aun cuando una  familia completa, esta severamente afectada. Un sacerdote de Dios, debe ser siempre el mismo y su amor verdadero, su caridad ó misericordia, no puede ser coartada, estar sujetos a cadenas, normas de conducta particulares, horarios, porque pierde su libertad e individualidad y esta es una condición fundamental para Dios. La  libertad de actuar debe ser plena, cuando se trata de dar amor y ayudar al herido u oveja descarriada. Lo contrario debe ser revisado, pues la práctica de dar amor,  servir, e intervenir por el afligido y necesitado no puede estar condicionada, a ninguna norma disciplinaria o política administrativa.

6.4  Llamado Presidente del Distrito Puerto La Cruz.

Fui presentado ante la congregación, sostenido y apartado al finalizar la misma, por el presidente Miller. Igualmente sucedió con los dos consejeros, que previamente había orado por ellos, buscando la inspiración y aceptación por parte del Señor. El primer consejero fue el muy firme y trabajador hermano José García Pericaguan, quien era supervisor y maestro de doctrina en una organización, llamada SEI (Sistema Educativo de la Iglesia). El segundo consejero fue Gerardo Chacón, quien se desempeñaba en el área de ventas. Inicie mi tarea como Presidente del Distrito con estos dos dignos y muy buenos consejeros. Con  mucha dedicación, disciplina y orden, continuamos la labor iniciada por Arlindo, mejoramos las ramas existentes (Congregaciones de 20, 30, 40, 60 personas). Dividimos otras, capacitamos y encontramos nuevos líderes, siempre orándole al Señor como presidencia, para cubrir las vacantes en las diferentes ramas del distrito.  Dimos un fuerte impulso para mejorar la calidad  de las reuniones desde el punto de vista de la espiritualidad y  la orientación familiar. Este es un excelente programa bandera de la Iglesia, que consiste en repartirse la orientación y vigilia sobre las familias y miembros de las unidades de la iglesia, entre los mismos miembros activos.  La finalidad es   visitarlos al menos una vez al mes, o las veces que sean necesarias e informar al obispado del barrio o presidente de rama de sus necesidades y situación familiar en general.  Estos llamados maestros orientadores, son a la vez mensajeros del Obispo ó Presidente de la rama, para aquellos miembros o familias que han dejado de asistir a la iglesia.
La  esposa de mi consejero Gerardo Chacón, Magali,  era profesora, de educación Universitaria y se hizo muy amiga de mi esposa.  Juntas realizaron una excelente labor con las mujeres jóvenes del distrito. Poco después  recibí la noticia, de que el  buen Presidente y amigo Dale Miller, terminaba su misión de 3 años y regresaba a sus labores profesionales en  USA al estado de California, donde era socio y director ejecutivo de una importante empresa de capacitación gerencial, con su esposa e hijos. Nos despedimos, no sin antes comprometerme, a que tenía que seguir trabajando en la obra. Recuerdo que dijo antes de partir: -Presidente Jelinek no tengo ninguna duda que el señor le llamo a este llamamiento y él le tiene reservado mucho trabajo en su Iglesia en este país, al igual que a su esposa-. Agrego ¡Permanezca fiel al Señor! Presidente Miller en el lugar donde se encuentre, cumplí con mi trabajo para Jesucristo,  hasta que me fue permitido,  dentro de su propia Iglesia.
Llegó el nuevo Presidente a la Misión, Paúl Lloyd con su esposa. Se trataba también de otro Norteamericano  mayor que Miller, muy cariñoso, dulce en su trato, amoroso, también con muchas canas y  muy trabajador. Su hablar era pausado, suave, de gran sabiduría y mostraba mucha comprensión y compasión sobre las necesidades de los miembros. A la vez era exigente en el seguimiento y cumplimiento en las tareas que asignaba.

6.5  PLAN  MUDANZA A LA ARGENTINA.  SUSPENDIDO.
Fuerte devaluación, llamada  viernes negro. Febrero de 1983.
Continué trabajando con éxito  en mi empresa de servicios  marinos la más grande en el oriente del país, pero de pronto la situación dio un giro de 90 grados. En febrero de 1983 hubo una fuerte devaluación de un 40% aproximadamente a la cual se le llamo el viernes negro, por cuanto la medida  se tomo un fin de semana en horas nocturnas, sin aviso de ninguna índole. Quienes tenían dólares se beneficiaron inmediatamente, al recibir más bolívares por menos dólares al cambio. Se  dio inicio a un proceso de inflación sostenido, que dio inicio en Venezuela a un mal del sistema financiero mundial, que es el vivir y producir en base a la especulación del valor de las monedas, nacionales, que se devalúan frente al dólar. En otras palabras la productividad en base al trabajo y reparto colectivo, disminuye, al haber un mayor esfuerzo en la emisión de papeles y del beneficio personal. Especular significa sacar provecho o ganancia por cualquier medio, sin importar los efectos que ello cause sobre otros. Se dice que no existen amigos entre los dirigentes de las naciones del mundo, sino intereses, a pesar de tantos abrazos, apretones de manos y reuniones, mostrando solidaridad y afecto hacia los pueblos que representan. Esta devaluación producto de la mala dirigencia política incapaz de administrar las riquezas de un país tan rico, afecto seriamente la economía del país, que aun se mantiene, principalmente de las importaciones. Es decir  muy poco se  produce, dependiendo solo de la riqueza petrolera  bajo el subsuelo. Mi empresa Gente de Mar C. A. por su tipo de actividad, dependía en gran manera de las importaciones. Nuestros compromisos eran en dólares con empresas en Florida-USA.  Las ventas debido a ese brusco cambio en una economía que por muchos años había permanecido muy estable y baja inflación cayeron en más de un 70% luego de la devaluación y la inseguridad financiera ocurrida.  Por mis estudios y como hijo de un contador-administrador, aprendí muy joven la necesidad de ser ordenado en la administración y a trabajar con proyecciones y presupuestos. Esto me permitió rápidamente visualizar el rumbo que tomarían mis negocios, que comenzaban a presentar problemas en sus flujos de caja, debido a la merma de los ingresos. Pude darme cuenta, que de no haber un cambio radical en la situación económica del país, el área comercial deportiva y de recreación donde realizaba mis actividades, se verían seriamente afectadas. La empresa de vigilancia de la cual era socio director, afronto una fuerte retención en las cobranzas, cuando ese tipo de empresa trabaja con mucho personal asalariado, que se traduce en un monto importante e invariable monto en moneda efectiva para  cumplir cada quince días con el pago de la nomina.  Corría el riesgo de perder nuestras inversiones. Todo lo que habíamos logrado, era producto de mucho, esfuerzo  tanto de mi esposa como mío. Estaba muy preocupado, pues Marisa había vendido todas las acciones de su exitosa empresa de servicios infantiles en Caracas, para seguirme a Puerto La Cruz. Decidimos entonces,  vender todas nuestras pertenencias y acciones en la empresa marina y de seguridad que teníamos,  convertir el dinero en dólares ante la incertidumbre reinante en el país y la escalada de una inflación descontrolada.  Le propuse a mi socio Julio Lander, realizar  asociaciones estratégicas  para inyectarle dinero a nuestras empresas, pero tuve una muy mal experiencia con el socio propuesto por Lander.  Con la venta de nuestros bienes,   planeamos trasladarnos a la Argentina, lugar de nacimiento de mi esposa Allí  teníamos algunas apartamentos en propiedad para restaurar y luego vender. Nuestro proyecto central,  era comprar terrenos, construir  y venderlos. De esta manera  daríamos inicio a una  actividad desconocida para nosotros en Bienes Raíces. Esto nos permitiría, vivir con comodidad y tranquilidad en la tierra de mi esposa. Pensábamos  continuar con nuestro trabajo en la obra del Señor apenas llegáramos a ese país. Previa a esta decisión, habíamos viajado a la Argentina, efectuado contactos, lo cual era fácil para nosotros, que teníamos dólares  y estos tenían un alto rendimiento en la Argentina, dada su seria devaluación. Comenzamos nuestra actividad  con la ayuda de un arquitecto familiar de mi esposa, en un lugar cercano a la ciudad de la Plata en la zonas de Rínguele y Gonet. Poco tiempo después engañados por el familiar de Marisa,  nos vimos obligados a desistir de la idea, dado lo difícil que se hacia administrar y mantener los parámetros primarios de costos y utilidad, al construir en una economía inflacionaria, encontrándonos a 7 horas de viaje en avión directo

6.6. Nuestro viaje como familia a la Argentina.

En 1983, le comuniqué de nuestros planes al Presidente de la Misión Paúl Lloyd, nuestro líder eclesiástico inmediato, solicitándole me relevara del llamamiento como Presidente del Distrito. Él me escucho atentamente, hablamos del progreso de las unidades. De las metas logradas y como la obra había comenzado a activarse de una manera más organizada, con un equipo de líderes que estaban muy dedicados a la obra. Conversamos durante la entrevista, de quienes podrían ser entrevistados y considerados candidatos para ser el nuevo Presidente del Distrito.  Cuándo concluyó la entrevista, el Presidente Lloyd me pregunto, lo que finalmente   marco un gran cambio en nuestra vida como familia.: ¿Presidente Jelinek ha consultado al señor su decisión de cambiar de país? Increíblemente no lo había hecho, de tal manera que mi respuesta fue: ¡No, Presidente! Él me dijo: -Hágalo, por favor es una decisión muy importante en su vida y la de su familia-. Nos despedimos, no sin antes prometerle al buen Presidente, que seguiría su consejo. Durante las noches siguientes en plenos preparativos de viajar, tanto en mis oraciones personales como con mi esposa, antes de acostarnos, orábamos al respecto.

6.7.  Sueño revelador como respuesta.
Los miembros de la Iglesia de Jesucristo, creemos que algunos  sueños, pueden ser revelaciones que se reciben de acuerdo a nuestro deseo de ser ayudados de lo alto.
Días después de la entrevista con el presidente Lloyd  prácticamente listo para ser relevado de mi llamamiento y  viajar a la Argentina, donde nos esperaba impaciente Eloísa, la madre de mi esposa, me encontraba una noche dormido.  Tuve un sueño  profundo,  raro nítido y en colores, que me hizo despertar   sobresaltado. De inmediato me senté en la cama, encendí la luz de la mesita de noche y desperté  a mi esposa para contárselo.  Le dije, -Marisa creo que nuestra oración sobre nuestro viaje ha sido contestada-. Le relaté el sueño, con todos los detalles antes que lo olvidara. En el, me encontraba a la orilla de un gran río turbulento con mi esposa y mis dos  hijos.  Teníamos que atravesarlo   para llegar a la otra orilla y no había un medio para cruzarlo. En el momento que me preguntaba muy preocupado como lo podría lograr,  observé un bote  pequeño curiara del tipo que utilizan los indígenas en nuestros ríos,  que sé acercaba  a la orilla donde nos encontrábamos, esperando que hacer. Observé que el bote  era operado por un hombre de apariencia indígena que permanecía sentado en la popa. En el medio, parado de manera muy firme, pese al balanceo de la canoa, estaba con su típica camisa blanca y corbata,  mí primer consejero en la Presidencia del Distrito, el buen hermano José García Pericaguan. Por cierto   de origen indígena, de la zona de Guanipa, en el estado Anzoátegui, que tenía entre sus manos el libro de mormón. García era un consejero muy firme, obediente, con mucho conocimiento de las escrituras y algo duro en cuanto a la disciplina y el orden que debería existir en la iglesia. Chacón era todo lo contrario, pero ambos hacían el equilibrio perfecto para tomar decisiones justas y correctas bajo inspiración. Le grite desde la orilla: ¿Hermano García que hace en ese bote, para donde va?  El me contesto, -estoy trabajando Presidente-. Repitió trabajando en la obra, para salvar a esta gente. ¿Le pregunte cuál gente? Me señalo a la orilla  del turbulento algunas personas que introducían sus cabezas una y otra vez en el agua, manteniéndolas por algunos segundos sumergidas. El agua era   oscura y sucia. Podía apreciar en el sueño, que algunos de los que allí estaban, sacaban la cabeza, la sacudían, e ignorando nuestra presencia  y la cercanía de la canoa,  sin mirar para ningún lado, la volvían a sumergir una y otra vez, sin expresión alguna. Le pregunte ¿Hermano García, puede llevarme hasta la otra orilla? Y él me contesto,  mientras se acercaba, donde nos encontrábamos. -Sí Presidente.- Tomé a mis dos hijos y a mi esposa y los subí al bote, que se balanceaba peligrosamente, por  nuestro peso y el movimiento que se producía con nuestro ingreso, dado su pequeño tamaño. Ante este peligro  le pregunte: ¿Hno.García puedo operar  el bote? En la vida real esa seguridad para tomar el control del bote, era producto de   mi experiencia en el mar. Tenia licencia para manejar yates hasta de 40 toneladas, conocía el trabajo y además me gustaba la navegación difícil  con mucho viento y grandes olas. Disfrutaba montarme en las crestas de las olas en formación y  surfearlas con nuestro bote de construcción Noruega "La vikinga de 36 pies"  El hermano García lo aprobó, así que tome el control del pequeño  bote, que tenia a su vez un pequeño motor fuera de borda. Comenzamos a atravesar el Río cuyas aguas  pasaban frente a nuestra proa con  mucha velocidad  y   gran turbulencia. Muy preocupado por nuestra seguridad, observe con sorpresa que García y el operador no estaban a bordo y no sabía en que momento  habían desembarcado. Justo cuando nos encontrábamos en él medió del río, observe siguiendo la dirección de la corriente, que  flotaba perfectamente armada, una carpa, del tipo Camper, similar a una que había comprado en Miami en uno de mis viajes,  para realizar nuestros campamentos familiares.   No podía entender que hacia esa carpa allí. Le grite a mi esposa -Marisa esa es nuestra carpa, se la lleva la  fuerte corriente- y trate de acercarme para rescatarla, acelerando el pequeño motor del bote. A pesar del gran esfuerzo que hacia contra la poderosa corriente, no lograba acercarme. Así que veíamos,  como la carpa se alejaba y finalmente llegaba a la orilla opuesta. Dirigí entonces el bote con mucha dificultad hacia el sitio, donde la carpa se había varado para rescatarla y de pronto, observe como una gran maquina amarilla del tipo tractor Caterpillar,  amontonaba arena de la orilla y comenzaba a tapar la carpa, cubriéndola con grandes cantidades, hasta taparla totalmente. Esto no lo entendía y gritaba fuertemente para evitarlo, tratando que alguien me escuchara y parara el trabajo de sepultarla, no observaba a nadie operando aquella maquina, pero una y otra vez lanzaba arena sobre la frágil carpa, sin tomar en cuenta mis gritos. Mi desesperación, la desaparición de la carpa  y la manera como fue  sepultada,  me impresionó mucho y ello me despertó del sueño muy sobresaltado y con palpitaciones.  Recuerdo que eran como las 3 ó 4 de la madrugada, cuando le  relate el sueño a mi esposa. Lo anote en una pequeña libreta, para que no se nos olvidara y fin de analizar su significado al levantarnos en la mañana.
6.8 La interpretación del sueño.
 Nuevamente hablamos sobre el sueño y coincidimos, en que el río representaba la separación que existía entre Venezuela y la Argentina, y el plan de viajar y atravesar esa gran distancia.   García representaba el hombre que se quedaba trabajando en su país,  predicando el evangelio a la gente que lo necesitaba. La carpa nuestro proyecto de trasladar nuestro hogar y construir casas y lo que podría pasar con nuestro proyecto. La inseguridad del bote, que sería una decisión  llena de peligros. La gente en la orilla que sumergía sus cabezas en el agua sucia, representaba las personas que necesitaban de nuestra ayuda, que se mantenían en la ignorancia y en la oscuridad sin progreso alguno. Pero el sello definitivo de esa clara revelación lo representaba el haber visto la carpa sepultada o enterrada bajo la tierra, por algo tan material como un tractor y esto significaba que nuestro proyecto temporal y espiritual tendría posiblemente un mal fin. Ambos sabíamos que  podemos recibir revelaciones, orientaciones o guías, sobre asuntos muy personales. Estuvimos de acuerdo que era una respuesta muy clara a nuestras oraciones y que se nos avisaba de riesgos y mucha inseguridad, que dependía solo de mí como cabeza de familia.  Para ese momento prácticamente habíamos vendido todos nuestros bienes y solo nos quedaba  nuestro nuevo vehículo Mercedes,  para poder  trasladarnos a Caracas. Este seria nuestra  última venta que haríamos, para tener la  comodidad y libertad necesarias que requerían  nuestros desplazamientos, entre Caracas y Puerto la Cruz.

 PTE LLOYD Y MENSAJE COMO PTE DISTRITO.



6.9. Invitación a trabajar en el PBO Oficinas de la Iglesia por el  Presidente  Paúl Lloyd.
Tres días después de este sueño, recibo en casa una llamada telefónica del Presidente Lloyd, quien me pregunta como están nuestros  planes de viaje y  la necesidad de convocar a una conferencia extraordinaria de Distrito para el relevo correspondiente,  llamamiento y sostenimiento de la nueva presidencia. Me pregunto ya para terminar  si había orado al Señor en la búsqueda de respuesta….Le conteste que sí y que había tenido un sueño que nos hacia dudar de seguir con nuestros planes de viajar al sur. Siendo una llamada telefónica de larga distancia, consideré que no era prudente relatarle nuestra experiencia por esa vía, así que algo le adelante y decidí esperar   su visita a Puerto la Cruz para realizar los cambios.
Le conté la  experiencia al presidente Lloyd y después de escucharme atentamente, me dijo: - hermano Jelinek, las oficinas temporales necesitan a una persona que nos ayude en bienes raíces en la búsqueda y compra de terrenos para construir nuestras capillas-. Agrego, -he pensado en usted y en su experiencia-. ¿Desearía  trabajar en las oficinas de la Iglesia en Caracas? Allí están buscando un venezolano que nos ayude a organizar el departamento de bienes raíces… Para terminar   agregó, -Creo presidente Jelinek que su respuesta ha sido muy clara,  que usted debe trabajar en su país para ayudar al crecimiento de la obra-. -Necesitamos gente como Usted-. ¿Qué dice? Lo escuché y le pregunté: ¿Presidente LLoyd cuales oficinas? ¿Dónde quedan? ¿Que hacen?; Por pertenecer a una misión, nuestro trato era permanentemente con la oficina misional y era al presidente de la misión y a sus asistentes misioneros  los que  atendían y solucionaban nuestras necesidades operativas. Nos capacitaban y asesoraban como distrito para esa época.  Además la oficina era pequeña y muy poco conocida entre los miembros. El Presidente Lloyd agregó, -le conseguiré una cita con el Hno. Marvin Turley- Este era el Gerente Regional de la oficina en Caracas. Le respondí: -Presidente tenemos  necesidades presupuestarias y están son algo altas. Hemos estado acostumbrados a cubrir nuestras necesidades de manera holgada y tenemos todo listo, para viajar a la Argentina-. Pero sin duda el  extraño sueño y la interpretación que le habíamos dado, frenaban nuestros planes.  El amoroso  Presidente Lloyd repitió: -Yo siento que usted debe quedarse en Venezuela Hno. Jelinek, y considerar la posibilidad de trabajar en las oficinas, aunque sea por solo un tiempo-. Agrego, -hablare con él hermano Turley, para ver que se puede hacer en cuanto a sus necesidades salariales…

6.10 Ingreso a las oficinas administrativas de la Iglesia  PBO en Caracas.

El Presidente Lloyd hablo con el gerente Marvin Turley. Este me llamo y concertamos la cita en Caracas en abril de 1983. Conocí las oficinas que funcionaban en una vieja casa en Campo Alegre. El Hermano Turley, luego de hablar y consultar sobre el salario que podía ofrecerme y  que estaba al  alcance de sus  posibilidades  y de la región, realizo su oferta.  Finalmente acepte trabajar para la Iglesia de Jesucristo como empleado asalariado, como Supervisor de Bienes raíces, con las condiciones que muy poco favorables que  me fueron ofrecidas. Esto implicaba reducir nuestros ingresos y otros beneficios  de manera muy significativa y disponer de nuestros ahorros para compensar el faltante. Mi esposa por primera vez, luego de bautizarse, me dijo con preocupación, y esta fue su primera alerta: -piensa muy bien lo que estas haciendo, no me siento cómoda, con esta decisión. Esta bien que nos quedemos en Venezuela, pero de nuevo ser un  asalariado por menos dinero, cumpliendo un horario y viajando  por todo el país, me parece un verdadero  retroceso. Agrego: -pero apoyare tu decisión-. Para ella era muy difícil, seguirme en esa decisión, que no solo no compartía, sino que  implicaba no regresar a la Argentina, dejar de ver y estar con su madre y hermanos. Había  suspendido  un trabajo a fin a su profesión de arquitecto y veía mermada su calidad de vida, al tener que ajustarnos a un presupuesto disminuido, que implicaría hacer uso de nuestros ahorros en dólares.  La oferta aceptada, equivalía a un salario  de unos 700 $ mensuales al cambio de esa época, muy por debajo de lo que estaba acostumbrado a percibir. Tenía  40 años de edad y una experiencia laboral de  22 años, de los cuales al menos la mitad los había ejercido como gerente de empresas y la otra mitad, como director gerente de mis propios negocios. Vendimos las acciones de nuestra hermosa empresa náutica en Puerto la Cruz y  nos mudamos definitivamente para Caracas.   Poco antes de llegar de regreso a Caracas, también habíamos vendido nuestra  parte accionaria, en la empresa de seguridad y vigilancia y de la empresa de festejos infantiles.  Comencé a trabajar en las oficinas temporales  (Oficina del obispado Presidente, cuya abreviatura en ingles es PBO), el 1 de Mayo del año 1983.  Disponíamos de   buenos ahorros en dólares, que nos permitían aceptar este trabajo que consideraba edificante y muy gratificador por un tiempo. De esta forma convencí a mi esposa, quien acepto este cambio radical de manera inconforme. Agradecí su apoyo, sin saber e imaginarme las graves consecuencias que traería sobre nosotros esa decisión, que consideraba muy espiritual. En lo personal me sentía realizado, al completar mi trabajo eclesiástico con el trabajo temporal administrativo. Definitivamente el sueño que había tenido, la llamada del Presidente Lloyd,  el  buen espíritu que nos embargaba como familia para ese momento, nuestros ahorros, una vez mas el apoyo de Marisa, a pesar de sus razonadas y lógicas observaciones, y mi agradecimiento hacia Dios por haber logrado el bautismo de mi esposa y confiar en mí, nos hicieron tomar la decisión  de quedarnos y aceptar ese nuevo reto con mucha Fe. Sin duda cambiamos dinero, placer, comodidad y confort, todo muy material, para trabajar en el mejor proyecto espiritual del mundo, para mejorar a nuestros semejantes. No tenía realmente ningún interés de ir mas allá en ese trabajo, solo deseaba contribuir a organizar la actividad de Bienes Raíces en la Región Venezuela, que para ese entonces estaba en manos de otro joven norteamericano  exmisionero regresado ya casado de nombre  Derrall Adams. Mis amigos se alarmaron. Algunos me criticaron y me acusaron de fanático. Realmente no lo sentía así. Sentía una gran fuerza espiritual, que me impulsaba a realizar esa nueva actividad. Me sentía seguro confiado en ser útil y ayudar a la obra que abrazaba de manera integral. Algunos lo consideraron una verdadera locura, pero para mi la fe en Jesucristo era primero y no guardo ningún remordimiento por la decisión que tome en ese momento. Siento que fui y sigo siendo un instrumento de acuerdo a convenios preexistentes.
Sin embargo, Marisa como mujer muy preparada, activa y acostumbrada a trabajar y producir, siguió insistiendo, que este trabajo no debía pasar de un año. Consideraba que era ilógico reducir  de manera tan importante nuestros ingresos y romper el progreso que habíamos logrado  en nuestros 15   años de matrimonio. Además como argentina, no perdía la esperanza de regresar  a su país con   nuestros hijos,  establecer una empresa y    encontrarse nuevamente sobre todo con su madre, que esperaba disfrutar de  sus nietos. Habíamos  conversado largamente sobre la experiencia del sueño, a lo cual había que agregarle la invitación del presidente Lloyd, un líder a quien considerábamos muy inspirado  y digno.  Sus comentarios cesaron cuando   la convencí finalmente, con la idea de ayudar un tiempo a la iglesia, en la necesidad que tenia para ese entonces de organizar el departamento de Bienes Raíces en la región.
Los resultados de esa decisión inicialmente fueron muy buenos para nuestro progreso espiritual, pero finalmente terribles  para el núcleo familiar, después de algo más de 9 anos de trabajo en las oficinas del PBO.
En lo personal lo asumí,  como una misión, de trabajo en la obra del Señor, a al cual fui llamado por Jesucristo.  Aprendí en la Iglesia, que el Señor nos requiere o llama, en función de nuestros  convenios efectuados con El, y nuestros talentos, como  instrumentos de trabajo en el momento que lo considera  necesario y oportuno.

6.11. BENDICIÓN PATRIARCAL. (Decidí dar inicio a la publicación de este libro colocando esta bendición como preámbulo. Allí explico la razón que me indujo a publicar este relato. Dejo sin cambio alguno  lo que escribí en el manuscrito original hace 20 años, que ahora público.

Casi un año antes de comenzar a trabajar en las oficinas, el 8 de julio de 1982, un maravilloso anciano de nombre  Rubén Darío Pacheco, hoy difunto, pero que dejo profunda huella en cientos de jóvenes y familias en Venezuela, un   hombre de numerosa y muy trabajadora familia en la Iglesia y al cual todos amábamos,  en su condición de Patriarca de la Iglesia, impuso sus manos  sobre mí cabeza, a mí solicitud, y me dio lo que llamamos bendición Patriarcal. En ella el patriarca, se deja llevar por el Espíritu  Santo y bajo la sabiduría, experiencia y dignidad de un anciano sacerdote en su condición de oráculo, recibe inspiración espiritual y    pronuncia una bendición, donde el señor  nos recuerda quienes somos, de donde venimos para que estamos acá en la tierra, y señala lo que espera de nosotros en esta vida temporal. Una especie de preordinación, donde se nos dibuja como en  un mapa, la manera de llegar con éxito a la meta. En ellas el Señor  nos ofrece su ayuda,  para que alcancemos nuestros objetivos. Son como recomendaciones que un Padre le da a un hijo, cuando parte de su lado por algún tiempo y le indica cual es el camino que debe seguir, tanto para ir como para regresar a su presencia.  Como debe avanzar en él, los peligros que nos acechan y la forma de sortearlos o vencerlos,  con conocimiento útil y necesario. Las bendiciones son algo muy especial y personal.  Pero me permito compartir tan solo una pequeña parte, de una expresión en ella, que me lleno de profunda alegría. El amado y muy anciano Patriarca,  con sus manos  sobre mi cabeza, dijo: Hermano Félix -Fuiste un espíritu fiel y obediente a tu Padre Celestial  en la Preexistencia y esta es la razón por la cual estas aquí en la tierra, en este tiempo tan especial en que el santo Evangelio del Señor, esta restaurado sobre la faz de la tierra.-  En otra parte de la bendición agregó: - Nuestro Padre celestial te ama y quiere que sepas, que el no te ha desamparado nunca y que te ha ayudado a soportar pruebas y tentaciones, hasta el punto, que los poderes del adversario, no han tenido lugar en tu vida.- En otra parte agrega. – Tendrás toda la ayuda y orientación, para que cumplas con deberes y responsabilidades que te será, dadas en el sacerdocio. Tendrás un fuerte testimonio, que te dará valor y la fuerza, para soportar las pruebas de la vida. Una  hermosa bendición, que se acostumbra a grabar para luego ser transcrita y entregada a quien la ha solicitado, llena de promesas y consejos muy espirituales, que todo miembro debe conservar, recordar y poner en practica, recordando siempre que todo el éxito que logremos dependerá de nosotros de manera individual, si mantenemos nuestra dependencia de Dios al reconocerlo como nuestro padre.  Esa bendición,  fue una especie de recuerdo lejano, de acuerdos y promesas contraídas antes de venir a la tierra, que revivía en ese momento y que se han cumplido literalmente.  En ella  se me ratificaba y acordaba  una vez más  en la tierra, mi convenio de servir y ser fiel solo a Jesucristo y su obra. Mi obediencia y lealtad son solo a el y a nuestro Padre Celestial. Recordé mi compromiso de niño, cuando escribí y  firme con mis primeros garabatos como firma, aquel pequeño libro de mi fe en el colegio católico, siendo muy niño y cursaba  los primeros grados de educación primaria. "asta morir".Asi lo escribí de manera sencilla, como lo pensé en ese momento.

Aún en este momento estando alejado de la Iglesia, habiendo perdido gran parte de mi actividad espiritual, por la conducta mezquina, egoísta, orgullosa, impropia e interesada de algunos hermanos, permanezco fiel a Jesucristo y mi testimonio  se mantiene y se mantendrá firme hasta que muera. Para aquellos no miembros ó personas que no tienen una practica espiritual, no se trata de fanatismo a ultranza, sino simplemente de amor sincero y desinteresado.  Solo he faltado a la ley de la salud,  conocida como la palabra de sabiduría. Principio que se practica, para lograr desintoxicar el cuerpo y mantener el bienestar físico y espiritual en las personas. Esta ley ó principio fue recibido mediante revelación por el Profeta José Smith en  Kirtland, Ohio, el 27 de Febrero de 1833.  Hoy día, 170 años después de esta revelación, sus enseñanzas tienen gran vigencia en la medicina actual.  La palabra de Sabiduría se refiere fundamentalmente a la importancia de mantener nuestro cuerpo libre de sustancias tóxicas ó que afecten a nuestro organismo,  para que el cuerpo y espíritu, puedan estar en  armonía y lograr así mantener en condiciones, nuestra materia tanto espiritual como temporal, para  lograr una mejor   comunicación  con nuestro Padre Celestial y los que trabajan en su obra. Todo aquello que afecte la salud de nuestro, cuerpo, afecta necesariamente nuestra vitalidad y energía espiritual. Esta palabra de sabiduría, que no es otra cosa que el saber hacer buen uso de las cosas, que existen en nuestra naturaleza,  se refiere fundamentalmente al consumo de café,  alcohol, drogas, bebidas llamadas calientes y al hábito de fumar. Del primero reconozco que  ha vuelto a mí el hábito, que tenía,  antes de ingresar a la iglesia, de consumirlo en las horas del amanecer y del atardecer. Del alcohol, drogas y llamadas bebidas calientes, nunca fui adicto y muy poca atención les  preste, aun siendo un joven adolescente.  Del fumar, lo practique hasta la edad de 24 o 25 anos y   me he  mantenido fuera de ese insano y mortal vicio, cuando razone el terrible daño que había sufrido papa con ese habito. He dejado de pagar  mis diezmos,  tampoco  ayuno ó pago mis ofrendas. Así que  torpemente me despoje de mi coraza protectora contra los dardos encendidos del adversario.  Perdí  parte de  mi  musculatura espiritual, ante la falta de ejercicio y para algunos, me encontraba al borde de  un profundo abismo.  Si estoy equivocado al escribir este libro, espero ser reprendido por el Señor y aceptare su amonestación, sanción o lo que el considere necesario y conveniente, para mi salud espiritual. Pero estoy absolutamente seguro, que el Dios en el cual creo, y amo, no me castigara por la eternidad, dejándome anclado en el camino del progreso, sujeto a una cadena hábilmente elaborada por hombres indignos o corruptos.
Los   sanos principios, conocidos como la palabra de sabiduría, los practiqué y prediqué desde los pulpitos de las iglesias durante años, siendo  un simple miembro. Y con más razón, los practique a carta cabal, cuando llegué a ser un líder que tenia que dar el ejemplo para poder predicar con fuerza y sinceridad la palabra de Dios, ante hermanos que creían en lo que predicábamos. A  aquellos miembros a los cuales me dirigí, cuando era su líder, ó recibía alguna asignación para representar a la Autoridad General, les testifico, que en esos momentos,   vivía la llamada palabra de sabiduría y mis discursos, los ofrecía tratando de ser lo más digno posible, para que el mensaje pudiese llegar a sus corazones. Pienso que ello fue percibido por muchos miembros, que acudían a mí como líder, buscando la guía y el consejo oportuno. Ahora con mi familia, somos simples números estadísticos, sumando como cifras en los datos de la Iglesia, que se mencionan en las conferencias generales  en Salt lake City Utah. En esas conferencias al igual que otras iglesias y organizaciones sociales, deportivas y políticas, el factor de suma se le da toda la importancia, pero el factor de resta, bien sean por retirados, muertos, excomulgados, inactivos, menos activos, abandonados y defraudados, no son mencionados, al ser considerados asuntos internos, como en las policías del mundo. Algo que debería a mi juicio ser revisado a la luz, porque tal vez ello contribuiría de manera importante a demostrar que no todo está bien en Sion. Todos los miembros y no solo unos pocos de los embarcados en el evangelio restaurado, conoceríamos la realidad del número de brazos disponibles para remar y su verdadera  salud para hacer avanzar y mantener el rumbo seguro de la iglesia.   La práctica cómoda de dormir sobre laureles, observando como humanos el progreso material, que nos rodea, se reduciría y todos nos mantendríamos más despiertos. Por lo demás, la obra del Señor, no necesita que nada se maneje de manera oculta, o que los asuntos relacionados con su reino y su obra se manejen como asuntos internos. Alguien dirá. –El adversario, no debe conocer nuestras flaquezas y debilidades. Creo que son simples enfermedades, que si permanecen sin ser tratadas, se convierten en epidemias y algunas en  metástasis.
Nos consideramos como familia, abandonados y defraudados,  en plena batalla entre  la verdad y la mentira, lo justo y lo injusto, el orgullo y la humildad, el amor y la indiferencia.  Con el buzón de correos, que en su momento nos vimos obligados a aumentar de tamaño, para recibir la copiosa correspondencia cuando éramos tomados en cuenta, por la iglesia, miembros etc. Hoy permanece vació, sirviendo solo para recibir facturas para el pago de servicios o  atractivas promociones.  Ya no recibimos,  cartas,  material de la Iglesia, salutaciones ó simplemente una tarjeta para navidad. El protocolo y el solo interés ante la responsabilidad de los cargos, ó llamamientos ya no existen. Como personas solo nos reconocemos como familia. Mama y Eloisa ya murieron inactivas, llevándose el amargo conocimiento de nuestra triste realidad. Sin embargo hace   unos meses, recibí la visita en casa  de un par de misioneros y les pregunte ¿porque lo hacían? Y su respuesta fue: -su nombre y la de su familia están en los registros del barrio. Oramos antes de realizar nuestras visitas y decidimos tocar su puerta.- Una vez más, mí Señor, se acordaba de mí y a través de sus fieles, dignos y buenos misioneros, sentía que  me decía: -Hijo no te he olvidado- Me visitaron unas tres  veces y me sentí muy bien con ellos. Recuerdo el nombre del mayor. Jeremy Becerra de Kiamath Falls. Or. USA. En su ultima visita a casa me dejo en letra manuscrita sin conocer realmente la causa de mi inactividad lo siguiente: "hijo mío paz a tu alma; tu adversidad y aflicciones no son mas que un breve momento; y entonces si lo sobrellevas bien, Dios te exaltara; triunfaras sobre tus enemigos". Terminaba el mensaje señalando la escritura D.C. 121:7,8. La misma  respuesta con parte de la  que  había recibido  a mis oraciones  en la ciudad de Salt lake City, que mas adelante relato. El elder Becerra  me dejaba una vez mas ese mensaje tan cierto antes de despedirse transferido a otra ciudad.

No puedo publicar el mensaje que  este misionero inspirado me entrego  antes de ser transferido, porque perdí  el archivo.

 Para el inspirado y espiritual Jeremy, escribo lo siguiente: - gracias te doy de corazón, con lágrimas en los ojos. No sabes cuanto te agradezco tus visitas con mensajes tan  inspirados. Te prometí que tendrías noticias  mías. Ahora en el lugar donde te encuentres, posiblemente casado ó por graduarte, podrás entender el porque no quisimos asistir, cuando nos invitaste en dos o tres oportunidades a la iglesia.- Realmente lamento no haberte acompañado a tus invitaciones… sobre todo a aquella invitación tan especial que me hiciste en tu ultima visita invitando para el Sábado 9 de agosto del 2003 a las 3:30 PM., que llamaste banquete espiritual. No dejo de expresar que  los misioneros son muy especiales y merecen todo nuestro respeto y apoyo. Me dolió mucho, cuando uno de esos ellos, fue vilmente asesinado en uno de nuestros países andinos, en la década de lo ochenta, creo que fue en Bolivia   y sus restos fueron recibidos por sus padres de vuelta a casa, habiendo muerto a tan temprana, edad victima de la ignorancia,  el odio y el terrorismo. Aunque la muerte debe ser esperada, entregar la vida terrenal  por Jesucristo, quien la entrego por todos nosotros, aunque doloroso, para  sus padres y familia, debe ser algo especial, para el que de esta forma a temprana edad, entrega su corta vida y regresa a la presencia de nuestro Padre Celestial,  por una causa justa, como lo hizo Jesucristo... Ante estos dilemas de muertes dolorosas y prematuras, he  pensado, que existen tres razones por las cuales podemos morir. 1. Dios no retira de la vida temporal por algún propósito ó convenio que hicimos con el en la preexistencia, el cual no podemos recordar ó porque  simplemente  lo considera prudente, oportuno ó necesario. 2. Porque asumimos ó practicamos un estilo de vida, con vicios,  malos hábitos alimenticios, actividades de alto riesgo, donde existe un alto margen de inseguridad, o convivimos en zonas de alto índice delictivo, ó proclives a desastres naturales. 3. Porque al vivir en una sociedad  donde existe el albedrío del hombre y la libertad de actuar, podemos ser victimas de las  decisiones imprudentes o equivocadas de otros. Incluyo en esta larga lista, las drogas y el Sida.
 Un ejemplo de esto ultimo, sin que ello haya implicado nuestra muerte física como familia la muerte física,  fue el hecho del como manipularon conceptos y números matemáticamente para hacerme daño, descalificarme y anularme. Esto genero  mi expulsión de las oficinas temporales de la Iglesia y de la trampa cazabobos hábilmente montada para neutralizarme, diseñada por el DTA Kradolfel y armada por el Sacerdocio servil a sus intereses. Sin ninguna duda caí en ella, grite y grite, mientras mis hermanos en Cristo, permanecían a mí alrededor y todos callaban ó se hacían los sordos e indiferentes. Solo uno lanzo la cuerda al foso, pero no fue autorizado para halar de ella. Luego otro con poder y autoridad, logro  asirme hasta cierto nivel. Su nombre el elder Francisco Viñas, de quien estoy agradecido por su limitado esfuerzo. Al menos fue valiente en escucharme, ayudarme en algo y abrir una investigación, que sin duda fue
controlada desde la distancia,  para mantener la verdad oculta y donde algunos registros o soportes desaparecieron de los archivos de las oficinas del PBO..

Nota:

Continuación  del libro  Verdades Ocultas en el nombre de Jesucristo, cuyo manuscrito lo termine  hace más de 20 años, que iré publicando hasta completar con la conclusión final.  Esta es la continuación de lo publicado anteriormente con el título de mi "Bendición Patriarcal".
Los que deseen voluntariamente apoyarme en la publicación,  otros libros, y artículos, considerando mi edad estado salud, que amerita operaciones quirúrgicas que no estoy en condiciones de cubrir, para continuar produciendo, aportando mis conocimientos y experiencia, pueden colaborar con sus generosas donaciones en mi cuenta del Bank Of América, No. 898047890388 o a mi cuenta PayPal, utilizando el e-mail felixjelinek2@gmail.com También a mi nombre en Banesco cta cte. No 0134-1057-74-0001003092 Para más información requerida, pueden utilizar mi correo  o el whatsapp 0414 9116887.  

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