VERDADES OCULTAS EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO.
UNA AVENTURA ESPIRITUAL A TRAVES DEL TIEMPO.
Por: Felix A. Jelinek M.
DEDICATORIA.
A mi amado y siempre recordado Padre Félix Alois, del cual recibí su nombre y apellido, que he tratado de portar lo más dignamente posible en esta aventura de 76 años, evitando deshonrarlo. Dedico también este relato a mis antepasados, a quienes debo genéticamente en gran parte lo que Soy. Por la siembra de valores recibidos generación tras generación, que me ayudaron a sobrevivir esta aventura espiritual. Pero especialmente dedico este libro, a la razón de mi vida. Jesús de Nazaret, conocido como JESUCRISTO, mi héroe de niño, mi líder de adulto y maestro en toda mi vida, mi Salvador y Redentor a quien he reconocido y aceptado tanto en mi vida preexistente, en el mundo espiritual, como en mi condición de hombre terrenal, en este mi periodo temporal de prueba, aprendizaje espiritual, en este planeta tierra.
He tratado durante mi aventura ser un hombre de bien, para ser merecedor de alcanzar nuevos niveles de progreso, que me permitan y preparen para seguir viviendo en moradas celestiales, en este Universo organizado e infinito que espera por todos nosotros.
Expreso mi agradecimiento muy especial a dos amigos: Felipe Torrealba a quien conocí en la década de los 80, que me ha alentado y apoyado espiritual y tecnológicamente para dar a conocer mis escritos en esta etapa terminal de mi vida. A la Dra. Lucy Coleman, médico Genetista, especialista en Fertilización in vitro, reconocida internacionalmente por sus éxitos en ayudar científicamente a traer espíritus para que continúan su desarrollo, tomando cuerpos humanos como bebes, con la cual siento que estuve muy relacionado en la vida premortal. La admiro por su transparencia espiritual y su manera de ayudar y guiar a quienes se sienten solos, frustrados o desesperanzados por no poder ser padres. Lucy, además es un ejemplo como mujer, madre y esposa, tiene tiempo para ser una sensible y bella escritora Ella también me ha sugerido que publique mis escritos. Los invito a conocer el trabajo de esta extraordinaria mujer por la web.
Lucy me sugirió llamar este libro "Una Aventura en el tiempo", pero decidí mantener Verdades Ocultas en el nombre de Jesucristo, como lo titule hace unos 20 años. Pude darme cuenta de inmediato, que la propuesta de Lucy sin conocer mi pasado era acertada, porque mi vida espiritual en este planeta, ha sido producto de una cadena de eventos inesperados, de incertidumbre, riesgos y peligros, que me han llevado finalmente a publicar este libro, cuyo manuscrito lo inicie en el año 2000, y lo termine en el 2004. Ahora le agrego al final los eventos ocurridos en esta aventura durante los últimos 19 años.
PREAMBULO.
He decidido narrar los eventos, luego de haber transcurrido 25 años desde que ocurrieron los hechos secuencialmente, que revestían en su momento riesgo y peligro para la seguridad y estabilidad de mi familia. Las decisión tomada por separado de bautizarme en 1973 en la Iglesia y años después, aceptar la invitación para trabajar como empleado de la Iglesia en sus oficinas administrativas en Caracas-Venezuela, cambiaron drásticamente el rumbo de mi vida, terminando por destruir los testimonios de mi esposa e hijos, su espiritualidad y los bienes materiales familiares alcanzados después de muchos años de trabajo y sacrificio. Tristes eventos ocurridos producto de la indignidad de hombres infiltrados "portadores" del Sagrado Sacerdocio de DIOS, que ejerciendo injusto poder, dominio y autoridad mal entendida, actuaron como protagonistas con plena conciencia, mientras otros por complacencia o escudándose sobre el hecho de que no estaba en su línea de autoridad o competencia, callaron aceptando que se cometiera un crimen espiritual que nunca debió suceder. Crimen espiritual que por años se ha mantenido oculto dentro de lo que debe ser la figura sin macula de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. No tengo duda que por ser un guerrero espiritual leal a Jesucristo, me toco enfrentar la corrupción y lo indigno dentro de la Iglesia de mi SEÑOR, en Venezuela.
ACLARATORIA:
No cambio, los nombres de personas, lugares y la fecha de su ocurrencia, como me ha sido sugerido, para estar protegido legalmente, porque de hacerlo. Sería practicar la misma forma de ocultar y disfrazar la verdad, cuando el daño ha sido originado no por palabras, sino por hechos concretos de hombres. No tengo temor a posibles represalias o sanciones, bien sean por la propia Iglesia, quien tendría que usar una vez más en mi contra el nombre de sagrado de Jesucristo para hacerlo, no usando el poder y la autoridad del sacerdocio, sino el poder y la autoridad legal del hombre natural. Tampoco temo a las acciones individuales de personas, porque la verdad, siempre será la verdad y no podrá ser ocultada en el tiempo, y mucho menos ante Dios. Esta es una oportunidad maravillosa, para que exista el arrepentimiento de los involucrados y la verdad sea conocida en toda su extensión astutamente oculta en una red de eventos fríamente calculados. Sin embargo, de ocurrir lo primero, que se imponga la mentira una vez más sobre el Sacerdocio de Dios, significaría mí fin como miembro asociado a una gran Corporación dirigida por hombres. Sería la confirmación plena sin lugar a excusas, que el dinero, el poder, la falsa autoridad, las influencias y lo administrativo estarían por encima del noble propósito de nuestro Padre Celestial y su hijo Jesucristo de practicar el amor, salvarnos y edificarnos los unos a los otros.
Es obvio, público y notorio, que el daño que hemos recibido como familia, ha sido real, que las heridas han sido profundas y muy dolorosas. Todo lo que pueda pasar por motivo de la publicación de este libro, será insignificante, ante lo que sufrió Jesucristo por nosotros.. Gracias a su inmensa expiación en el monte Getsemani, podemos permanecer con vida, en el difícil pero seguro sendero del aprendizaje, para llegar a la presencia de Dios el Padre, probados y ejercitados en sus leyes eternas. El daño material poco importa y lo asumo con profunda fe, para lograr que la verdad sea conocida, por todos mis hermanos. He vivido la experiencia de JOB. En cuanto al daño y sufrimiento espiritual, será temporal, pero estará siendo forjado y templado, para los nuevos retos en la vida venidera. Asumo mi defensa y lucha, como el pequeño David contra el gigante Goliat, con fe en que la victoria de la verdad prevalecerá, no importa la fortaleza, poder o indiferencia que pueda esgrimir el adversario, en la búsqueda de defender su astuta trampa hábilmente montada contra Félix A. Jelinek Maldonado y su familia.
INTRODUCCIÓN
Dos palabras claves existen en la práctica diaria del evangelio de Jesucristo. VERDAD, cuyo significado es el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser. De acuerdo con el diccionario, es la manera de actuar en conformidad con lo que se dice ó predica públicamente. La otra palabra es JUSTICIA. Cuyo significado se refiere a las bendiciones que se reciben como consecuencia infalible de los pensamientos y de los hechos rectos. En el diccionario se define como dar a cada quien, lo que le corresponde, o debe hacerse según la razón, reflexión y entendimiento.
Ambos principios fundamentales, sobre los cuales Jesucristo estableció su iglesia en el pasado y la ha restaurado en el presente, muy lamentablemente, fueron dejados de lado en el caso de mi familia, por el liderazgo en funciones por esos años, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocidos popularmente como mormones.
Fui el primero en bautizarme, con mi madre Flor De Mayo, al recibir de dos misioneros predicadores, un mensaje esperanzador, que ofrecía respuestas claras y precisas, ante la imperiosa necesidad que tenia de encontrar la verdad ante mis inquietudes y dudas espirituales. Mi permanente búsqueda, me había llevado a investigar otras religiones ó doctrinas, infructuosamente. Luego de mi bautismo, me siguieron mi esposa María Eloísa, conocida como Marisa, mis hijos Eloísa Carolina y Nicolás Matías, que llamamos Begui y Nico respectivamente. Un tiempo después antes de morir, se bautizó mi suegra Eloísa Isabel Montana. Nuestro objetivo como familia, fue unirnos en torno a una fe común, que asumíamos de corazón, para trabajar en ella, darle un sentido mas útil y de servicio a nuestras vidas y poder mediante esta practica tan hermosa, alcanzar la plena felicidad y la vida eterna, como una familia unida tanto en la tierra como en el cielo. Este maravilloso plan de mejoramiento espiritual, basado en el amor al prójimo, mediante el servicio sincero y desinteresado a nuestros semejantes, fue frustrado por líderes al servicio de la propia organización promotora de tan nobles ideales. Esos buenos y fieles misioneros, nos llevaron al proceso de reconocer la verdad, entenderla, arrepentirnos y convertirnos, para tomar el hermoso sendero de conocer realmente a Dios a Jesucristo y su maravilloso plan. Sin ser compelidos, nos llevaron a aceptar la Iglesia De Jesucristo De Los Santos de Los Últimos Días, como la iglesia que restauraba fielmente, el evangelio original predicado por Jesús el Cristo. Aceptamos la palabra arrepentimiento, como la necesidad de reconocer, que nos encontrábamos caminando por la vida, sin un objetivo claro definido, sin metas intermedias, siguiendo un rumbo equivocado, que nos alejaba de la verdadera razón de nuestra existencia. Mi existencia no tenía un sentido realmente trascendente y nada aportaba sobre este hecho, a mi joven familia, que había establecido, con tantas ilusiones y sueños. Tan solo transitaba por la vida como un caminante dormido, observando las vidrieras iluminadas y decoradas que me ofrecía el mundo. En definitiva, vivía en las tinieblas de la ignorancia, esperando la muerte segura en algún momento del recorrido de mi aventura. Acepte cambiar el curso de mi vida y me convertí a la idea de adquirir conocimiento, combatir mi ignorancia y vivir todos los días de mi vida, bajo los principios y valores que me fueron enseñados. Sabia por mis estudios muy personales, que el evangelio original de Cristo, se había perdido, tergiversado o manipulado, con el paso del tiempo. Las enfermedades permanentes en los hombres como por ejemplo el orgulloy la vanidad, las contradicciones, críticas y diferencias que observaba en todas las iglesias, así me lo afirmaban. El darme cuenta que las mayorías de las guerras eran producto de problemas religiosos y de las diferentes interpretaciones que se le da a Dios, y que sus líderes promovieron los conflictos entre los hombres y sus pueblos, fue para mí suficiente para descartar otras doctrinas. Fue así como al conocer la palabra RESTAURACIÓN DEL EVANGELIO, es decir restablecer a su forma original algo perdido o deteriorado, del mensaje de Jesús, sin ser producto de una nueva división, un cisma religioso o protesta, decidimos como familia cada uno a su tiempo, convertimos en miembros de esta organización, donde he permanecido por 46 años, 25 de los cuales ha sido una profunda intranquilidad espiritual en mi mente, por el largo silencio por parte de la Iglesia y la manera como fuimos marginados. Esto quedó ratificado en la carta que recibí firmada por el Presidente de la Iglesia Benson, cuando fui relevado como Director y Representante Regional, en la cual se reconocía mi trabajo durante los años de mi servicio a la Iglesia. Ya existía en las oficinas de la Iglesia en Salt Lake City, el criminal expediente para justificar la trampa montada para destruirme, cuyos autores hasta el día de hoy desconozco.
En toda esta aventura, que he decidido relatar de manera sincera, existen dos escrituras claves:
En su contenido, podrá encontrarse con claridad, las razones, que han originado esta historia, que nunca debió suceder. Estas escrituras se encuentran en una de las obras canónicas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida como Doctrinas y Convenios. Su mensaje recibido mediante revelación moderna, es fácil de entender, tanto para miembros de la Iglesia, como para cualquier otra persona ajena a principios religiosos, que tengan mentes abiertas y no la tendencia de prejuzgar sin investigar.
Doctrinas y Convenios, (D.C.) así se abrevia, es una colección de revelaciones divinas, modernas y de declaraciones inspiradas, recibidas por el profeta José Smith entre 1823 y 1844 y algunos de los de los otros profetas modernos que lo sucedieron, para el establecimiento y la regulación del reino de Dios sobre la tierra, en los postreros días. D.C. es algo singular, porque no es una traducción de un documento antiguo, sino que es de origen moderno, cuya revelación fue dada por Dios, como una guía y orientación para la restauración de su santa obra en esta dispensación. Así como lo fue en el pasado el antiguo testamento y el nuevo testamento en el meridiano de los tiempos, Doctrinas y Convenios y la Perla de Gran Precio, son escrituras para esta última dispensación, para todo el genero humano, miembros o no de la iglesia restaurada, antes de la segunda venida de Jesús el Cristo, esperada por todos los cristianos. Algunos dirán seguramente, ¡no se necesitan mas escrituras!, pero la revelación moderna es una permanente necesidad, porque mediante ella, se nos abren nuevas puertas al conocimiento espiritual, en la medida que avanzamos y vamos construyendo el camino para la felicidad y el bienestar de todos
D.C. 58:21 Ninguno quebrante las leyes del país, porque quien guarda las leyes de Dios, no tiene necesidad de infringir las leyes del país.
D.C.121:36, 39,41 Los derechos del sacerdocio (La autoridad delegada en el hombre para actuar en el nombre de Dios) están inseparablemente unidos a los poderes del cielo y estos no pueden ser gobernados, ni manejados, sino conforme a los principios de justicia. Hemos aprendido por funesta experiencia, que la naturaleza de casi todos los hombres, cuando reciben un poco de autoridad, como ellos suponen, es comenzar inmediatamente a EJERCER INJUSTO DOMINIO.
Como se puede leer, estas sabias escrituras, tienen una plena vigencia, en toda actividad y desarrollo donde el hombre este involucrado, sin importar credo, raza, color, idioma o latitud donde viva. Esas dos sabias escrituras, son una clara prueba de la necesidad que tenemos de recibir la guía del Señor, para aprender a gobernarnos, sobre todo cuando se trata de dirigir su Iglesia.
Soy conciente que este es un mundo de sufrimiento, dolor y muerte y que en el nunca podremos encontrar la felicidad plena y mucho menos la perfección. Se trata de un camino difícil lleno de incertidumbre, retos y peligros, donde nuestra marcha puede ser vacilante, con frecuentes paradas para reflexionar, buscar y aprender. Una de ellas, la mas importante a mi juicio, es conocer nuestro potencial divino, para llegar a ser en algún momento, lo que Dios nuestro Padre, desea para nosotros. Debemos aprender a renunciar a la idea, de que el cuerpo físico es el todo. Es el Espíritu por medio del cual, la materia cobra vida. Si la humanidad se preocupara por aprender estos principios fundamentales, podríamos vivir en un mundo más cercano a la felicidad, al practicar un amor colectivo, menos egoísta. Pero la felicidad nunca podrá ser encontrada fuera de nosotros. Es en nosotros que debemos buscarla, alimentándola permanentemente de conocimiento, principios y valores, útiles para todos. Conociendo realmente la identidad de Dios y sus sabios propósitos, para todos, podremos ser parte integral de su gran misión. Estando llenos de el y de su espíritu, podremos con mas facilidad luchar contra nuestro cuerpo y sus deseos carnales. Podremos actuar con lo justo contra lo injusto, lo bueno contra lo malo, la verdad contra la mentira, lo esencial contra lo accesorio, lo altruista contra lo egoísta, lo útil contra lo inútil etc.
GENEALOGIA FAMILIAR.
El estudio y la investigación genealógica de nuestros ancestros, es una labor muy importante dentro de la Iglesia y ello me ha permitido conocerlos mas, respetarlos y valorizarlos por lo que fueron. Pensar correctamente quien Soy, de donde vengo, que valores he recibido, nos permite luchar contra los placeres, la inercia y logros falsos de la vida, que muchas veces afectan nuestros sentimientos mas puros. En recuerdo a esos valores, seleccione los escudos de armas de la familia, que representan las raíces de mis antepasados, como símbolos, que coloco como portada en mis escritos y principalmente en este libro. De esta manera su existencia pasada cobra vida, me dan fuerza y me comprometen ante ellos, a luchar por la verdad, la justicia, el honor y dignidad de nuestros apellidos, enfrentando los riesgos y peligros, que asumo sin temor al hombre, por sacar a la luz estas verdades ocultas, escondidas e ignoradas por algunos que dicen ser fieles seguidores a la causa del Señor.
Como Jelinek, apellido de origen Checo-Polaco que significa en la casa heráldica, "Siervo", simbolizado con un ciervo rampante, circundado con un cordón color oro, en señal de defensa de valores y la pureza, asumí incondicionalmente la defensa de mis principios y lealtad a JESUCRISTO. Como Maldonado, cuyo significado es "sin miedo a nada" asumo el reto por mi ancestro el Hidalgo caballero Hernán Pérez Aldana, en 1507 en España al servicio del Rey Don Alfonso VIII, cuando defendió su honor ante el sobrino del Rey Felipe de Francia, que lo había ofendido, encontrándose Aldana enfermo, tendido en un catre. Cinco siglos después sigo su ejemplo de enfrentar el reto, no con armas sino con palabras. Aldana luego llamado Maldonado obtuvo el derecho en Francia, de llevar en su escudo de armas, la Flor de Lis de la corona de Francia Se encuentra representado con cinco flores de lis con fondo púrpura, cuyo color significa hacer justicia.
He aprendido en esta iglesia, que quien tiene y enarbola la verdad, no tiene nada que temer, porque el miedo no viene de DIOS.
Con el respaldo de mis ancestros y apellidos, enfrento el riesgo que me depara el futuro, al escribir este relato, tal y como sucedieron los hechos, utilizando los nombres y lugares reales. Ahora me toca haciendo uso de la palabra escrita, en lugar de una armadura, con espada, maza o lanza, defender la verdad de Jesucristo, el honor y la dignidad de mis apellidos y ancestros.
Este no es un hecho, que esta circunscrito solo a la tierra, sino también al mundo espiritual. No tengo duda alguna, que miles de mis antepasados esperan por mí, junto con toda la gente honesta y pioneros de la iglesia, que dieron su vida por sus ideales, valores y principios. Gracias al difícil, cruento y sacrificado pasado de los pioneros de la Iglesia de Jesucristo, existe el evangelio Restaurado como un faro de luz en medio de la gran tormenta que vivimos.
Existe el riesgo, que en este mi ultimo intento en esta vida, para que se devele la verdad escondida durante años, y se haga justicia, pueda perder mi testimonio en la dirigencia de la Iglesia, en virtud de las concupiscencia de la vida y el sentido más administrativo que ministrativo que ha venido tomando mucha fuerza, al ser parte la dirigencia de la Iglesia de una sociedad, capitalista, contaminada alejada de DIOS. De ocurrir ese peligro, conservare por siempre mi testimonio de Jesucristo, el cual siempre he tenido, y me mantendré firme, aferrado a la promesa que le hice aun antes de ingresar a la Iglesia, siendo un niño de 9 años, de seguirle ¡asta morir! Fue así como lo escribí siendo muy niño en un pequeño diario personal. Asumo el riesgo de perder mis escasos bienes logrados con grandes sacrificios y mucho trabajo, al ser demandado por incumplir con el indigno compromiso legal contraído con la Iglesia, de permanecer callado, para no ver dañada su imagen como institución, a cambio de continuar con nuestro dolor y sufrimiento espiritual familiar. Puedo hasta perder la vida misma, producto de la severa frustración y daño físico, que ocasionaría en mi, el hecho de que nuevamente, sea engañado, que todo lo que hemos aprendido como verdades eternas, han sido convertidas en una gran mentira y que este delicado asunto, termine en manos de abogados del mundo, en lugar del verdadero Sacerdocio de Dios, a lo cual todo absolutamente todo esta sometido en el Universo. Esta será una gran prueba para la iglesia, su liderazgo y para mí. Investigar la verdad, seguir el proceso del Perdón, reconocer la culpa, lograr el arrepentimiento de todos los involucrados, restituir el daño, y retomar el verdadero camino que enseño Jesucristo HACIA EL ARBOL DE LA VIDA.
Continuar callados, proteger intereses de hombres, seguir viviendo en la injusticia y acudir a la ley de los hombres, que tanto se predica no es el camino. Ese es la senda del adversario. Un sabio dijo: no debemos codiciar o desear con vehemencia, la juventud, la belleza, la vida. Mucho menos las posesiones o la riqueza material, como el dinero, el poder y la autoridad, que solo son un momento, en el largo camino de nuestra historia eterna. Es iluso e irracional, quien pretenda acumular objetos de este mundo. Debemos tomar interés en ellos, por su utilidad y servicio que nos prestan, pero no nos hagamos esclavos y mucho menos que por ellos, traicionemos nuestra lealtad y amor por Jesucristo. Los hombres serán reconocidos a su muerte por sus obras al servicio colectivo y no por sus cuentas bancarias, sus títulos académicos, honoríficos y logros personales.
Espero no hacerle mal a nadie, nunca será esa mi intención, pero la verdad algunas veces manifestada bajo condiciones tan reales como la nuestra, puede ser muy dolorosa para algunas personas, amigos, miembros, no miembros de la iglesia, conocidos o no.
Si alguien siente que este relato lo afecta, les expreso mis sinceras disculpas, pero debo seguir adelante. Toda lucha o batalla dejan heridas, cicatrices, llanto y dolor. Tristemente el hombre se quema en el fuego de su propia hoguera, que enciende con sus actos indignos, en perjuicio de sus semejantes. Desde nuestra existencia en los cielos, formamos parte de una gran legión de seguidores, que fuimos a la batalla por la verdad y la justicia, con Jehová delante de nosotros. Testifico de ello. Tuvimos que tomar partido entre lo que consideramos correcto o no. Esta lucha existe entre el llamado bien y el mal, que como fuerzas contrarias, son componentes necesarios para nuestro progreso eterno.
Lamentablemente en esta historia, algunos que juraron lealtad y fidelidad en la preexistencia, y quienes en este tiempo dicen representar a la Iglesia de Jesucristo en la tierra, han cambiado la verdad por la mentira, la humildad por el orgullo, la justicia por la injusticia, el orden por el desorden, la lealtad por la traición, la transparencia por lo oculto, el sacerdocio y la autoridad de Dios, por la vanidad y la gloria de los hombres. Sin darse cuenta, se han unido a la legión del adversario.
He pensado mucho, antes de hacer público este relato. Recibí consejo de uno de mis exconsejeros, cuando fui Presidente de la Estaca Caracas, a mediados de los años ochenta, mi buen amigo y hermano en la iglesia, Horacio Nieto, quien vive en la ciudad de Buenos Aires, Argentina con su esposa e hija. Como buen y digno sacerdote, que sin duda es, me recordó a manera de reflexión la parábola del trigo y la cizaña, la cual me permito mencionarla:
Se puede encontrar en Mateo 24: 1-30.
El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue. Y cuando salio la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde pues tiene cizaña? El les dijo: un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres pues que vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla, pero recoged el trigo en mi granero.
El consejo recibido a manera de sugerencia, fue que dejara en manos del Señor este asunto. Pensaba, que testimonios débiles, investigadores, familiares de miembros, inactivos o menos activos y la propia organización podrían verse afectados, por el contenido de este libro que aun no conocía, al poner en evidencia hechos ocurridos dentro de la Iglesia. Su sugerencia fue, que debería esperar el tiempo de la siega, para que el Señor ordenara recoger primero la cizaña y luego el trigo. Yo creo que el tiempo de recoger la cizaña ha comenzado y este libro es como el sonido de una trompeta que debe ser escuchada. En el libro de San Judas en la Biblia, este alerto unos 70 años luego de la muerte de Jesucristo, que algunos hombres impíos entrarían de manera encubierta en la Iglesia para contaminar la gracia de DIOS con el libertinaje del mundo, manchando con sus actos el nombre sagrado de JESUCRISTO.
He meditado profundamente sobre este consejo la enseñanza simbólica del Señor Jesucristo, en esta parábola. Como sabemos la cizaña es una planta que al ser procesada es venenosa, es muy similar al trigo, lo que hace difícil su identificación, solo hasta que ha madurado. Pero hasta que ello no ocurre, se hace difícil extirparla sin correr el riesgo de dañar el trigo. Ante esa posibilidad, expreso, que es indudable que la Iglesia esta contaminada tal y como lo señala la parábola mencionada. Hemos sido victimas de los malos siervos que han dañado el trigo, al alimentar la cizaña. A Pesar de ello, mantengo mi testimonio y fe en la Iglesia De Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Como seguidor de Jesucristo, y guerrero, no puedo limitarme tan solo a cantar himnos, donde se menciona esta condición. "Somos los soldados que combaten error" u actuar como obreros, que sembramos en medio de la maleza, sin limpiar el terreno. Alerto con esta publicación, sobre la presencia de termitas o polillas en el tronco del olivo, hoy todavía frondoso de la iglesia. Los hechos que se relatan e identifican con claridad, así lo confirman. Espero despertar con estas verdades ocultas, al Sacerdocio dormido, bajo la inmensa sombra de un árbol que ha crecido muy rápidamente, confiados en que todo está bien en Sion, para que actúe, limpie el vaso por dentro y se haga justicia con las leyes de Dios.
Con el sacerdocio y evangelio en la mano, no con la ley o la ciencia jurídica de los hombres, o la experiencia gerencial y conocimiento académico de ejecutivos exitosos. Jesucristo requiere hombres humildes y mansos, verdaderamente convertidos.
Para este caso y posiblemente muchos otros, que al igual que este permanecen olvidados u ocultos bajo hermosas alfombras, puede ser el momento de rectificar y corregir de manera cierta el rumbo. Aunque ello implique, realizar dolorosas amonestaciones internas, depurar la dignidad e integridad de algunos que dicen representar a Dios y a su hijo. Existe la necesidad en la iglesia de Jesucristo de ver que hay más allá lo que está sucediendo espiritualmente, complacidos con el éxito financiero y material que sin duda es evidente. Desanudar nudos gordianos y realizar reparaciones en plena navegación, sin duda es difícil, pero la seguridad del barco y el mantener el rumbo correcto, es una necesidad permanente, no solo del capitán sino de su tripulación y demás oficiales, cuando se navega en medio de mares tempestuosos, como los que nos toca vivir en estos tiempos, buscando la seguridad del puerto.
Se dice, que las mentiras y la maldad, se esparcen con rapidez a favor del viento y logran esconderse a nuestra vista, pero que la verdad y lo bueno, también lo hacen aunque más lentamente, teniendo siempre el viento en contra. Puedo testificar, que he tenido mucho viento en contra, soplando desde la misma iglesia.
Nota:
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